Recibido para arbitraje: 14/09/2017
Aprobado para su publicación: 22/08/2018
Introducción: En la gestación, es fundamental cuidar la salud de la madre y del niño o niña que va a nacer. Se han encontrado varios factores de riesgo que se asocian con una mala salud bucal en los niños, bajo nivel de educación materna y la mala salud oral materna. Las mujeres con mala salud oral también pueden afectar indirectamente a la salud bucal de sus hijos a través de las creencias negativas. Objetivo: develar los conocimientos y creencias, en relación al cuidado de la salud oral, en embarazadas en controles prenatal. Material y método: Investigación exploratoria, transversal. Todas las gestantes que asistieron a los 7 Centros de Salud Familiar de la comuna de Concepción, Chile. 215 pacientes en control prenatal que coinciden con el universo, según los criterios de inclusión y exclusión.Se aplicó unaentrevista estructurada cuatro apartados con grupos de variables comunes. Resultados: el 93% cree que durante el embarazo es necesario consultar al odontólogo, el 66% cree que el embarazo puede producir caries, 61% cree que el embarazo puede producir caída de piezas dentarias. El 95% de las personas cree que no debe dejar de cepillarse si las encías sangran. Conclusión Las gestantes presentan conocimientos aceptables sobre salud oral. Aunque la mayoría cree que durante el embarazo es necesario consultar al odontólogo persiste como creencia, la relación directa entre el embarazo y la existencia de caries y la pérdida de piezas dentales.
Palabras clave: embarazo, conocimiento en salud oral, salud pública
Introduction: In gestation, it is essential to take care of the health of the mother and the child to be born. Several risk factors have been found to be associated with poor oral health in children, low maternal education, and poor maternal oral health. Women with poor oral health can also indirectly affect their children's oral health through negative beliefs. Objective: The objective of this study is to uncover the knowledge and beliefs, regarding oral health care, in pregnant women in prenatal tests. Methods: Exploratory, transversal research. All the pregnant women who attended the 7 Family Health Centers in the commune of Concepción, Chile. 215 patients in prenatal control that coincide with the universe, according to inclusion and exclusion criteria. A structured interview was applied to four sections with groups of common variables. Results: 93% believe that during pregnancy it is necessary to consult the dentist, 66% believe that pregnancy can cause cavities, 61% believe that pregnancy can lead to tooth decay. 95% of people believe that they should not stop brushing if the gums bleed. Conclusions: Pregnant women present acceptable knowledge about oral health. Although most believe that during pregnancy it is necessary to consult the dentist persists as a belief, the direct relationship between pregnancy and the existence of decay and the loss of dental pieces.
Key words: pregnancy, knowledge in oral health, public health.
Autor de correspondencia: Antonieta Pérez.Av. Roosvelt 1550 Concepcion Chile. +56 41 2204292 [email protected]
La gestación es una etapa de cambios para la madre y su entorno familiar. Puede vivirse como un periodo de enriquecimiento muy gratificante y una gran oportunidad para compartir y crecer. En esta etapa, es fundamental cuidar la salud de la madre y del niño o niña que va a nacer y la familia puede contribuir propiciando un entorno saludable1.
El análisis de la salud oral se orienta en la concepción del individuo, cuyo organismo se comporta como un sistema unitario que no admite una salud parcial. Es por ello que al interpretar el proceso salud-enfermedad, debe realizarse sobre la base de la integración de aspectos biológicos, psicológicos y sociales que en ella intervienen. No obstante, desde el punto de vista práctico y operativo, resulta conveniente emplear el término salud bucal, para referirse a las manifestaciones del proceso salud-enfermedad que se presentan en la boca y estructuras anexas2.
Sin embargo, incluso un embarazo saludable es causa de importantes cambios en la anatomía materna, la fisiología y el metabolismo. Estos pueden incluir cambios en los sistemas cardiovascular, respiratorio y gastrointestinal, así como cambios en la cavidad oral y una mayor susceptibilidad a la infección oral3. Se han encontrado varios factores de riesgo que se asocia con una mala salud bucal en los niños, como la adquisición temprana de Streptococosmutans (MS), la ingesta frecuente de hidratos de carbono refinados, bajo nivel de educación materna y la mala salud oral materna. Las mujeres con mala salud oral también pueden afectar indirectamente a la salud bucal de sus hijos a través de las creencias negativas o poco conocimiento4.
Estos antecedentes justifican el desarrollo de intervenciones integrales que apunten a reducir los riesgos de patologías bucales tanto en la madre como en el hijo5.
Se ha descrito que los cambios hormonales pueden causar xerostomía en la mujer embarazada4, así como también, que durante los primeros meses de gestación, entre un 50% a un 90% de las embarazadas sufre de náuseas y vómitos matutinos, produciendo la acidificación del medio bucal, favoreciendo la erosión del esmalte (perimolisis). Todo esto sumado al mayor consumo de azúcar debido a los “antojos” y menor atención a los cuidados de salud oral tiende a aumentar el riesgo de caries6,7. Adicionalmente, la elevación de los estrógenos y la progesterona aumenta la respuesta inflamatoria y, en consecuencia, altera el tejido gingival. Las enfermedades periodontales y problemas dentales como caries, erosión, pérdida de los dientes y granulomas piógenicos pueden tener un significado especial durante y después del embarazo, considerando que la salud bucal materna puede condicionar el de su descendencia8, incluso, una asociación entre las infecciones intraorales y resultados adversos del embarazo (por ejemplo, la preeclampsia, parto prematuro, bajo peso al nacer) pero la evidencia aún no es concluyente9.
Desde el 2010, la Salud Oral Integral de la embarazada es una garantía del Régimen general de garantías en salud en Chile (GES), que consiste en una atención odontológica, dirigida a educar, prevenir, recuperar y rehabilitar la salud bucal de la mujer gestante, diseñado como una oportunidad para resolver los problemas de salud bucal de la gestante, reforzar los conocimientos para la prevención de las patologías bucales y fomentar los cuidados desde el nacimiento, para que el recién nacido crezca en un entorno favorable para su salud bucal7.
Desde tiempos remotos, el ser humano ha buscado dar explicaciones a los fenómenos que ocurren a su alrededor, dentro de éstos, los procesos vitales, así como el proceso salud-enfermedad son acontecimientos que especialmente requieren respuestas. La población general, muchas veces explica patologías por creencias basadas en la cultura popular, las que son transmitidas a través de generaciones6. La existencia de ciertas creencias y mitos populares relacionados con la salud oral durante y después del embarazo influyen en las actitudes que asumen las mujeres en el proceso salud-enfermedad. Adicionalmente, se concibe que toda creencia se desarrolla, transmite y mantiene a través de la experiencia del grupo social que la práctica, por lo que las creencias durante el embarazo tienen gran ámbito de desarrollo en el contexto de la familia (abuela-madre-embarazada) y en el contexto social (embarazada-embarazada) en el cual el individuo está inserto. Donde la información que se toma del contexto es procesada y utilizada de acuerdo a cada sujeto10. Esta asociación no significa causalidad, y se relaciona al concepto de que los minerales dentales son reservorios para la formación de hueso fetal, lo cual, aunque fue descartado hace mucho tiempo, todavía hay gran cantidad de mujeres que aparentemente llegan a creerlo9.
Existe evidencia que señala que no tratar la enfermedad periodontal durante el embarazo, podría causar partos prematuros y bajo peso al nacer. Este hecho cobra mayor importancia cuando se plantea que hasta un 56% de los médicos no acostumbra a examinar la cavidad oral de sus pacientes, lo cual dificulta la observación y tratamiento oportuno de patologías orales que pueden complicar un embarazo por infección secundaria, no oral a partir de un foco primario oral6,9.
La adquisición de hábitos y decisiones saludables implica directamente un cambio de comportamiento, lo que lleva a la promoción y mantenimiento de la salud del individuo. La información relevante en el cuidado de la salud oral para las mujeres embarazadas constituye una estrategia en la promoción de la salud oral11. La salud de la mujer influye considerablemente en el futuro de la salud de sus niños12.
El objetivo de este estudio es develar los conocimientos y creencias, en relación al cuidado de la salud oral, en embarazadas en controles prenatal.
Investigación exploratoria, transversal. El universo se constituyó por todas las gestantes que asisitieron a los 7 Centros de Salud Familiar (Villa Nonguén, O´Higgins, Tucapel, Santa Sabina, Juan Soto Fernández, Lorenzo Arenas, Pedro de Valdivia) de la comuna de Concepción, Chile. La muestra no probabilística quedó integrada por 215 pacientes en control prenatal que coinciden con el universo, según los criterios de inclusión y exclusión:
Criterios de inclusión: Todas las embarazadas que asisten a control prenatal en centros de salud familiar, consultorios de Concepción en la Región del Biobío, Chile. Aceptar voluntariamente participar en la investigación por medio de la firma de un consentimiento informado.
Criterios de exclusión: Embarazadas que por problemas de tipo cognitivo no presentan las condiciones para responder el cuestionario autoadministrado.
Este estudio fue aprobado por laAtención Primaria de Salud en Chile en cada uno de los 7 Centros de Salud Familiar. Las mujeres fueron invitadas a participar y contestar la encuesta en forma voluntaria, previa firma de un consentimiento informado.
La tasa de participación fue del 100 por 100. Los datos fueron recogidos por un solo investigador. La recolección de datos y el análisis preliminar fueron iterativos.
La confidencialidad se mantuvo mediante la asignación de un número a cada encuesta y registros. Sólo el investigador principal tenía el acceso a los nombres reales de los participantes. En un ordenador con llave electrónica.
Se aplicó una entrevista estructurada para verificar el nivel de información acerca de la influencia del embarazo en la salud bucal, así como conocimientos generales de medidas higiénicas sanitarias entre otros aspectos, en apartados con grupos de variables comunes:
Los apartados II y III se evaluaron según una clave de respuestas y calificación con los criterios “si o no”, de acuerdo al total de puntos obtenidos. Se desarrollado el "puntaje de conocimiento", que se ha calculado mediante la asignación de un punto por cada pregunta contestada correctamente con respecto a dicho conocimiento (la menor puntuación posible, 0; la mayor puntuación posible, 6)13. (Tabla 1)
Fueron recabados datos sociodemográficos por medio de un formulario estandarizado. Las variables consideradas fueron edad de la embarazada, edad gestacional (semanas), procedencia (urbana o rural), nacionalidad y nivel educacional alcanzado. Incluyendo su condición de primigesta. El uso de los servicios odontológicos durante el control prenatal (esta variable fue incluida en el estudio, ya que fue referida en la literatura por su posible relación con un mejor conocimiento sobre salud oral en las embarazadas)10.
Para evaluar el impacto a corto plazo de la estrategia desde el punto de vista cuantitativo fueron medidos los siguientes aspectos: Nivel de información acerca de la influencia del embarazo en la salud bucal y Nivel de información higiénico-sanitario y de medidas preventivas.
Las embarazadas que participaron de la investigación poseían, en promedio, 26,46 años, El rango de edad de la muestra fue de 13 a 43 años de edad, desviación estándar (DE) de 6,15 años (Figura 1), Se rechaza normalidad de la edad (p<0,0001).
Un 39,1 % de la mujeres del estudio tenían estudios de enseñanza secundaria completa (Figura 2).
Las gestantes de la muestra presentaban al momento del estudio 25,6 semanas de gestación y desviación estándar (DE) de 9,1 semanas (Figura 3) Se rechaza normalidad de la edad gestacional (p<0,0001).
Se observó un mayor número de mujeres de origen urbano, con un 98,60% de las participantes de la investigación (215 individuos) en comparación a sólo un 1,40% que procedía de zonas rurales (3 personas). La mayoría de las mujeres eran multigestantes con 116 individuos, que corresponde al 53,95% de la muestra.
Sobre el total de personas encuestadas, el 93% cree que durante el embarazo es necesario consultar al odontólogo, el 66% cree que el embarazo puede producir caries, 61% de las personas que participó del estudio cree que el embarazo puede producir caída de piezas dentarias,un 62% ha evidenciado sangrado de encías durante el embarazo, y sólo un 20% del total de personas encuestadas, siente temor de consultar al dentista durante el embarazo. El 95% de las personas cree que no debe dejar de cepillarse si las encías sangran. (Figura 4)
El 46,05% de las personas son primigestas, donde un 6,1% no cree que durante el embarazo es necesario consultar al odontólogo, el 72,7% cree que el embarazo puede producir caries, 55,6% de las personas que participó del estudio cree que el embarazo puede producir caída de piezas dentarias, un 57,6% ha evidenciado sangrado de encías durante el embarazo, y sólo un 14,1% del total de personas encuestadas siente temor de consultar al dentista durante el embarazo. El 57,6% de las personas ha evidenciado sangrado de encías durante el embarazo, solo en madres primigesta. (Tabla 2).
Se detalla las opiniones y creencias en relación a salud oral y embarazo, se categorizó la edad considerando las variables adolescencia (hasta 19 años) o adultez. De las personas que habitan dentro del radio urbano, 91,16% son adultas de las cuales un 7% no cree que durante el embarazo es necesario consultar al odontólogo; 65% cree que el embarazo puede producir caries, 65% ha evidenciado sangrado de encías durante el embarazo (Tabla 3)
Esta es la primera investigación en la que se incluye la participación en un 100 por 100 de una comuna en particular a nivel público, tanto a nivel regional como país.
La edad media de la población estudiada fue de 26,46 años, que es similar a algunos informes anteriores, por ejemplo los realizados por Radha et al. en India14.
Aunque existe documentación en relación con que las embarazadas rechazan la atención odontológica producto del daño potencial de este procedimiento al bebé en desarrollo, los resultados de esta investigación contradicen esos supuestos, ya que la gran mayoría de las encuestadas rechazan que durante el embarazo no deberían asistir al dentista6. Esta tendencia se mantuvo en todos los grupos etarios, donde manifestaron ampliamente estar en desacuerdo con esta afirmación (p>0,08173), comparado con estudios realizados por Fuentes et al. En una población del sur de Chile6.
La evidencia actual no responsabiliza al embarazo de la caries dental y/o a la pérdida de minerales de los dientes de la madre, sin embargo la caries dental es la segunda enfermedad más importante de la cavidad oral, durante este periodo15. El aumento de la actividad cariogénica se ha relacionado con el cambio en la dieta y la presencia de placa, causada por la limpieza de los dientes de forma inadecuada, aumento de la exposición al esmalte de ácido gástrico producto de vómitos, aumento de la frecuencia de las comidas (con la compresión del feto, disminuye la capacidad volumétrica del estómago y, consecuentemente, la gestante debe alimentarse en pequeñas cantidades de alimentos criogénicos)6,11. Los resultados de este estudios confirman la creencia entre las participantes que el embarazo si está relacionado con las caries. Esta afirmación es observada frecuentemente en pacientes primigesta (p>0,08044) y con él total de la muestra (p>0,05).
Con respecto a otro mito y/o concepto erróneo acerca de la salud oral y embarazo, como que en gestación es esperable la pérdida de piezas dentales6, también ha sido manifestada por las mujeres de este estudio, quienes en su mayoría piensan que ésta es una situación real; especialmente las primigestas (p>0,1042) y mujeres en etapa adulta (p>0,7427). Aunque esta creencia se mantuvo en mujeres multigesta (p>0,1042), pero con menor frecuencia. Por esta razón las mujeres embarazadas pueden necesitar reforzar que "la pérdida de un diente por cada bebé" es un mito en relación al embarazo16.
La enfermedad periodontal más frecuente en el embarazo es la gingivitis15, y se puede identificar a partir del segundo mes de gestación. La alta susceptibilidad de este periodo se debe principalmente a los elevados niveles de progesterona, lo que lleva a una mayor permeabilidad de los vasos sanguíneos gingivales, haciendo a esta zona más sensible a los irritantes locales11. Debido a que las mujeres con gingivitis durante el embarazo demuestran aumento de la hemorragia y la producción de fluido crevicular gingival, el potencial aumento de bacteremiasy los niveles séricos pro-inflamatorias de citocinas pueden hacer que el tratamiento eficaz de la gingivitis sea importante para la salud del feto y materna en general17. Siendo un proceso de carácter transitorio, que culmina con el fin del embarazo. Esta alteración se evidencia mediante auto examen, y a través de la observación de sangrado de encías17. Este estudio no contempló un análisis clínico de las pacientes encuestadas, por lo que no es posible establecer una correlación positiva entre lo que los pacientes declaran y la prevalencia de la patología gingival en esta población6. Sin embargo, un número importante de personas señaló presentar hemorragia gingival, de los cuales son en su mayoría multigestantes (p>0,1842) y en adultos (p>0,004).
Basados en estudios que asociacian mediadores de la inflamación de la enfermedad periodontal con la disminución del peso de los niños al nacer11,18,19, donde el periodonto infectado produce estos mediadores que van por la circulación sistémica y, eventualmente, pueden atravesar la barrera del corion y amnios apareciendo en el líquido amniótico. Mientras más grave es la enfermedad periodontal, mayor es el riesgo de que el parto se produzca y por lo tanto que el tratamiento temprano de dicha enfermedad, observe una disminución en el porcentaje de nacimientos prematuros11. Puede ser tratada mediante la eliminación de los factores locales, efectuando una higiene oral cuidadosa y el control periódico por el dentista, que debe motivar a la madre a un comportamiento preventivo11,18,19. Este estudio no evaluó el estado periodontal de las gestantes.
Es posible que los problemas en los dientes y en las de encías sean observados por las mujeres embarazadas como procesos completamente separados, sin embargo algunos estudios también indican que la casi mitad de las mujeres embarazadas con problemas dentales no buscó ningún servicio dental o lo aplazó hasta el final del embarazo20,21.
En relación al temor de asistir al dentista, a pesar de ser una creencia ampliamente difundida incluso en algún sector del personal de salud6, es necesario saber que un examen durante el embarazo es seguro y recomendado. Ya que reduce los riesgos de gingivitis y periodontitis16. Sólo un 20% declaró sentir miedo ante la posibilidad de recibir atención odontológica, con más temor en multigestantes (p>0,0473), comparadas con primigestas (>0,0473), y en adultas (p>0,6218) comparadas con adolescentes (p>0,6218). Este dato resulta interesante, ya que podría señalar la existencia de una cantidad importante de embarazadas dispuestas a participar de programas de intervención de salud oral transversales a todos los niveles de prevención, incluso en los aspectos de limitación del daño y rehabilitación, aspectos en que, según la literatura consultada, existiría reticencia a hacer participar a sus pacientes a algún sector de médicos tratantes6.
Los hábitos y conocimiento de salud son más fáciles de incorporar si se enseñan desde el principio a las madres, siendo un elemento clave en la formación de la personalidad, la educación y el desarrollo las buenas costumbres y los hábitos de los niños9. En los centros seleccionados brindan esta información para el cuidado de la salud dental en embarazadas, pero no es obligatorio.
La educación para la salud es un proceso que debe llevar a un cambio de comportamiento en la salud, no sólo individual sino también colectivo, con el fin de promover la información y hábitos de motivación que mantienen la salud y la prevenición de enfermedades11. Las intervenciones que se desarrollan dentro de un proceso de planificación comprensivo, construidos sobre la investigación previa, y usan modelos de cambio de comportamiento de salud acoplados con modelos ecológicos para examinar un contexto social más amplio, presentan mayor probabilidad de eficacia22. En relación a nuestro estudio este aspecto de conocer el pensamiento y/o creencias de las gestantes puede ayudar a construir un mejor modelo de salud, como se recomienda en la literatura: La educación para la salud oral debería ser incluida universalmente antes de la concepción y cuidados prenatales. Siendo necesario disipar los mitos y conceptos erróneos acerca de la salud oral y embarazo16.
Siguiendo la linea de las recomendaciones en salud, en este estudio, a pesar de tener acceso a la atención dental, la mayoría de las embarazadas tienen una mala comprensión de la importancia de la salud oral perinatal, tanto para ellas y sus hijos. Estos conceptos erróneos puede conducir a un deterioro de la salud oral, de resultados adversos, como es el caso de las caries a nivel infantil. Como describe Murphey en su estudio con embarazadas, estos datos ponen de manifiesto una oportunidad para la educación del paciente que puede mejorar su estado de salud23.
Gran cantidad de gestantes desconocen los motivos del deterioro dental en esta etapa, aunque algunas de ellas identifican la insuficiente higiene dental, el excesivo consumo de dulces y los cambios hormonales como factores causales de las caries dentales y del sangrado gingival. Estos resultados se corresponden con los descritos por Goepel, Bowsher, citados por Nastri25,26,27.
Con este estudio podemos concluir que en general, las gestantes presentan conocimientos aceptables sobre salud oral. La mayoría de ellas cree que durante el embarazo es necesario consultar al odontólogo, sin sentir miedo al respecto, y sostienen que durante el embarazo se deben cepillar los dientes aun cuando las encías sangren. Aunque, por otro lado, persiste como creencia, la relación directa entre el embarazo y la existencia de caries dental y consideradas de forma errónea en el embarazo, además señalan que es esperable y normal la pérdida de piezas dentales.