Recibido para Arbitraje: 12/06/2013
Aceptado para Publicación: 20/11/2014
Tradicionalmente el maxilar atrófico se ha tratado con injertos óseos autólogos, alopásticos, y técnicas como la elevación del suelo sinusal. Hoy en día la utilización del implante zigomático nos permite realizar una rehabilitación protésica de los maxilares atróficos sin la necesidad de injertos óseos y la posibilidad de aplicar prótesis de carga inmediata a los pacientes. En este trabajo planteamos la utilización del implante zigomático unilateral en combinación con implantes convencionales en conjunto con una prótesis de carga inmediata para solucionar un caso de edentulismo parcial.
Palabras clave: Implante zigomático unilateral; maxilar atrófico; carga inmediata.
Traditionally the atrophic maxilla has been treated with autologous bone grafts, alloplastic grafts, and techniques such as sinus lift. Now a day the use of zygomatic implant allows us to make a prosthetic rehabilitation of the atrophic maxilla without bone grafts need and the possibility of immediate loading protheses to patients. In this work we propose the use a unilateral zygomatic implant in combination with conventional implants and immediate loading prostheses to solve a partially edentulous case.
Key words: Unilateral zygomatic implant; atrophic maxilla; immediate loading.
CORRESPONDENCIA: [email protected]
En la actualidad, todavía quedan muchas dudas acerca de la benevolencia del uso rutinario del relleno de seno previo a la colocación de implantes. La mayoría de ellas vienen provocadas porque la mayor parte de los trabajos que describen estas técnicas adolecen de: criterios claros en cuanto a definiciones básicas, tales como éxito o fracaso del implante; descripción de la altura ósea de partida; radiología estandarizada. Las publicaciones suelen ser retrospectivas y frecuentemente los conceptos clínicos y biotecnológicos se mezclan produciendo la confusión del lector 1.
Tras la pérdida del proceso alveolar el maxilar sufre una pérdida ósea progresiva tanto en anchura como en altura que limita habitualmente la colocación de implantes en la región posterior. Durante décadas, la atrofia del proceso maxilar se ha tratado mediante grandes injertos procedentes de cresta ilíaca o calota en forma de onlays, en combinación o no con una osteotomía segmentaria tipo Lefort; o mediante inlays sinusales. Estudios clínicos con un tiempo de seguimiento largo revelan disparidad en cuanto a la supervivencia de los implantes tras estos procedimientos; el éxito depende en gran medida de la cantidad de hueso preexistente en la cresta ósea residual y de la aparición de complicaciones derivadas de la zona injertada 2.
La utilización de los implantes zigomáticos permite la rehabilitación de los pacientes con atrofia ósea maxilar, ofreciéndoles una función y estética muy satisfactoria, devolviéndoles a una vida social normal simplificando el tratamiento, disminuyendo los costes, el tiempo de ejecución y una menor morbilidad para los pacientes, por ser una cirugía menos invasiva comparada con las reconstrucciones maxilares con injertos autólogos 2.
Los implantes zigomáticos fueron utilizados por primera vez por el Profesor P-I Branemark en 1987 para la rehabilitación de pacientes con cáncer que fueron sometidos a maxilectomias o resecciones tumorales, trauma y defectos congénitos 1,3,4.
El uso del hueso zigomático-malar como anclaje de implantes orales fue originalmente descrito por P-I Branemark y propuesto por Aparicio y col. en 1993 como una excelente alternativa en la rehabilitación parcial del maxilar superior 1,2.
El implante zigomático está caracterizado por ser autoroscable con longitudes que van desde los 30 a 52,5mm con intervalos de 2,5mm 3,5,6,7.
Estas longitudes se justifican porque este implante se anclará en la región del proceso alveolar, recorriendo el seno maxilar hasta el cuerpo del cigoma. Estas variaciones de las longitudes son dadas por su amplio trayecto y recorrido variable dependiendo de las características anatómicas de cada paciente 3,4.
Los implantes zigomáticos pueden ser cargados de manera inmediata porque su longitud permite anclaje óseo de 1 o más corticales, por ende mayor contacto óseo con la superficie del implante y estabilidad; la cabeza de los implantes está angulada y permite colocar los tornillos de manera paralela entre ellos articulando la prótesis con el eje axial del implante; la colocación intraósea de los implantes va en dirección angulada de 43.8º a 50.6º desde el paladar hacia el hueso cigomático. No requiere técnicas protésicas adicionales a las tradicionales de los implantes convencionales 8.
Como sucede con los implantes convencionales, la preparación del alveolo quirúrgico es realizado a través de un alargamiento sucesivo utilizando brocas de gran longitud, esas brocas tienen un encaje que permite su acople a una pieza recta reductora 20:1 que es adaptada sobre el mango del micromotor. No se usa contraángulo debido a la naturaleza del implante y al acceso quirúrgico 4.
La primera broca del sistema es la esférica que posee un diámetro de 2,9 mm. Las brocas sucesivas son: espiral de 2,9 mm, piloto de 2,9-3,5 mm y espiral de 3,5 mm. Todas son accionadas a alta velocidad a 2000 rpm 4.
El resto del instrumental son las sondas que van a indicar la dirección de las perforaciones y la longitud exacta del implante a ser utilizado. Existen dos tipos de sonda, la de 2,0 mm que posee un gancho en su punta activa con toda la marcación de las longitudes de los implantes. Facilita mucho la identificación de la calidad y cantidad ósea disponible así como la longitud de la fijación. La sonda de 3,0 mm más gruesa ofrece la previsión final de la longitud del implante y la correcta dirección del implante a ser insertado. Las brocas son bastante largas y por eso durante su utilización puede ocasionar lesiones de los tejidos blandos circundantes, principalmente los labios. Por este motivo, las perforaciones necesitan la utilización de instrumentos para la protección de estas estructuras 4.
La inserción del implante se realiza mediante el uso de una llave mecánica montada en la pieza recta o a través de la llave manual específica para esta técnica.
Paciente sexo femenino, de 68 años de edad sin enfermedad sistémica importante, solo ligera hipertensión pero debidamente controlada. Presentaba ausencia de las piezas # 22, 23, 24, 25 del maxilar superior y piezas #26 y 27 con enfermedad periodontal y movilidad además de estar extruídas por no tener piezas antagonistas para oclusión, ocasionando una mordida descompensada con claros síntomas clínicos de bruxismo. Relataba problemas en cuanto a una pobre función masticatoria (fig. 1 y 2).
La misma acudió al Centro de Especialidades Odontológicas Titanium al servicio de Cirugía Bucal e Implantología Oral en Vigo para exámen, diagnóstico y resolución de cuadro clínico.
Después del exámen clínico, radiográfico y definición del plan de tratamiento a realizar, fue realizada una sedación consciente con midazolam, instalación de los campos quirúrgicos e infiltración con anestésico articaina para bloqueo nervioso.
Se realizaron las extracciones del #26 y 27 con su debido desbridamiento y regularización ósea, se procedió al levantamiento del colgajo del hemi-arco cigomático izquierdo y a la realización de la ventana ósea en el seno maxilar junto al despegamiento de la membrana de schneider para determinar la correcta trayectoria del implante en el hueso malar, se continuó con la secuencia de fresado para la osteotomía del implante zigomático y a la inserción del mismo, seguido de las osteotomías para la inserción de dos implantes convencionales anteriores.
Fueron instalados un implante zigomático 4x45mm Neodent ®, en el hemi-arco izquierdo en posición #25 y dos implantes convencionales; un implante TitamaxEX 4x17mm Neodent ® en posición #22 y un implante TitamaxEX 4x15mm Neodent® en posición #23 (fig.3 y 4).
Al conseguir un buen torque de inserción tanto del implante zigomático, como de los implantes convencionales, se procedió a la colocación de pilares intermedios rectos neodent ® y a su sutura para la confección de una prótesis provisional de carga inmediata de #22 a 25 (Fig.5).
Se tomaron impresiones, pruebas de registro de mordida y color de dientes para la confección de la prótesis provisional de carga inmediata a ser instalada el mismo día de la cirugía implantológica, y a su respectivo registro radiográfico postoperatorio (fig.6 y 7).
El procedimiento quirúrgico se realizó sin complicaciones, logrando una buena estabilidad primaria de los implantes para poder realizar la prótesis provisional de carga inmediata y así la paciente reincorporarse a su vida social lo más pronto posible consiguiendo un confort y estética bastante agradable.
La paciente acudió a la clínica a los 7 días para ajuste de la prótesis de carga inmediata y a la retirada de los puntos de sutura, sin presentar mayores signos de inflamación y con una recuperación bastante rápida (Fig. 8).
Tanto la literatura como nuestra experiencia, demuestra de que la técnica con implantes zigomáticos arrojan buenos resultados clínicos para la rehabilitación de maxilares atróficos, con la posibilidad añadida de hacer carga inmediata de los mismos y así devolver la función masticatoria y estética de una manera más rápida a la utilización de injertos óseos.
Por lo tanto los implantes zigomáticos son de gran ayuda en la rehabilitación protética de los maxilares atróficos severos tanto en pacientes parcialmente edéntulos como edéntulos totales, siendo una gran herramienta para el cirujano-implantólogo a la hora de realizar rehabilitaciones sin utilización de injertos y con carga o función inmediata. La técnica para la colocación de implantes zigomáticos debe ser considerada como un procedimiento quirúrgico mayor y se debe tener un entrenamiento apropiado.