Trabajos Originales

El estado civil como factor determinante en la actitud del profesional odontológico con respecto a la asistencia a pacientes VIH positivos

Recibido para Arbitraje: 08/06/2012
Aceptado para Publicación: 05/02/2014

    Kátia Maria Gonçalves Marques, Profesora de la carrera de odontología de la Universidad Federal de Pernambuco - UFPE. Eliane Helena Alvim de Souza, Profesora de la Facultad de Odontología de la Universidad de Pernambuco- FOP/UPE. Reginaldo Inojosa Carneiro Campello, Profesora de la Facultad de Odontología de la Universidad de Pernambuco- FOP/UPE. Bruno Stênio da Silva, Norma Ridete de Arruda Lima Tavares, Alumnos de la Maestría en Pericias Forenses de la Facultad de Odontología de la Universidad de Pernambuco.

CORRESPONDENCIA
[email protected] o [email protected]
Teléfonos: (+5581) 8809-5172 o (+5581) 3033-1662

EL ESTADO CIVIL COMO FACTOR DETERMINANTE EN LA ACTITUD DEL PROFESIONAL ODONTOLÓGICO CON RESPECTO A LA ASISTENCIA A PACIENTES VIH POSITIVOS

RESUMEN
Objetivo: Conocer la opinión de LOS profesionales de LA odontología con respecto a la asistencia odontológica a personas VIH positivas. Metodología: Doscientos treinta y cinco odontólogos contestaron una versión del formulario de la encuesta Survey of the Organization and Management Dental Clinical Practice. Para análisis de los datos se obtuvieron distribuciones de frecuencia y análisis univariada y bivariada, utilizando las pruebas Chi-cuadrado o exacta de Fischer, conmargen de error de 5,0%.Resultados: Para el 25,2% de los casados, tratara pacientes con VIH aumentaba el riesgo de su familia contraer la enfermedad, bien como para13,4% de los solteros. Para el 75,4% de los casados, decidir tratar a pacientes con VIH requiera consulta previa con experto del área y 17,1% de los no estaban dispuestos a atender en sus consultorios aestos pacientes, porcentaje que para los solteros fue un 6,3%. Además, el 33,3% de los solteros afirmabanque tomamás tiempo atender a estos pacientes; con que concordaran el 54,7% de los casados. Antes de decidir tratar a pacientes con VIH, un 38,5% de los casados considero el riesgo de contagiarse. Para el 31,4% de ese grupo, atender a los seropositivo será poco o nada prudente, y 31%rechazaba la idea. Un porcentaje mayor de casados buscaríaa un profesional que supiera tratar a seropositivos. Conclusión: Para atender a seropositivos, los solteros se muestran más dispuestos que los casados; queestaban poco o nada dispuestos a atender a ellos, sino también a los con historia reciente de hepatitisb y/o tuberculosis.

PALABRAS CLAVE: Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, Asistencia odontológica, Prejuicios.



MARITAL STATUS AS DETERMINANT STATUS OF PROFESSIONAL'S ATTITUDE MEDIATINGDENTAL CARETO POSITIVE HIV PATIENTS

ABSTRACT
Objective: To investigate dentists´ opinions about dental care to HIV-positive patients. Methods: Two hundred and thirty five dentistsanswered the Survey Form of the Dental Organization and Management Clinical Practice. For data analysis, frequency distributions, as well asunivariate and bivariate analysis were performed. Chi-square or Fisher exact test were used. The margin of error was 5.0%. Results: For 25.2%of married professionals,to treat HIV patients increases the risk of their family to contract the disease, as well to 13.4% of the single ones. For 75.4% of married people the decision to treat HIV-positive patients required a previous consultation withexpertiseon this assistance, and17.1% of themwere not willing to attendseropositive patients in their offices, while this percentage was 6.3% in single group. Additionally, 33.3% of single professionals considered spending more time during their care, while among married ones this percentage was 54.7%. Before decidingto treatHIV positive patients, 38.5% of married people considered the personal risk of infection. For 31.4% of this group, to take care of HIV patients is little or nothing prudent,and31%censured it. A higher percentage of married sought to a dental care professional which could treat this kind of patients. Conclusion: Asto taking care of HIV patients, single dentists were more concordantthan married ones,who showed little or no intentionfor neither these patients nor those with recent infection of hepatitis B and tuberculosis.

KEY WORDS: Acquired Immunodeficiency Syndrome - Dental Care - Prejudice


INTRODUCCIÓN

Actualmente, el SIDA se define como una de las enfermedades de los tiempos modernos1 y, a pesar de sus 20 años de historia clínica, aún sorprende a la comunidad científica por sus características letales1,2 y por la rapidez con que se disemina; esto ocurre porque ya no solo se restringe a grupos específicos, sino que ha llegado a afectar a toda la población. Además, por no tener cura hasta el momento , el número de casos siempre va en aumento.3

Según el Código de Ética Odontológico (2003)4, "... cualquier ciudadano tiene derecho a ser atendido sin ningún tipo de discriminación o pretexto. Cabe destacar que el portador del virus y el enfermo de SIDA son ciudadanos, y por ende, deberían sentirse segurospara suministrarle al profesional toda la información necesaria, sin miedo al rechazo y sin sentir vergüenzapor el hecho de que,de acuerdo con lo dispuesto en el referido código, el profesional tiene la obligación de atenderlo, excepto cuando no haya condiciones para ello.

La literatura que existe acerca del tema la asistencia odontológica al paciente portador del VIH - se muestra reticenteen lo que respecta a rechazar asistencia odontológica a esas personas, aunque se sabe que el riesgo de contraerla enfermedad en el ejercicio de la profesión es bajocomparado con el riesgo de contraer otras enfermedades infectocontagiosas, como la hepatitis B y la tuberculosis.

Considerando lo expuesto, la presente investigación buscó trazar el perfil de los cirujanos dentistas de Recife con relación a la asistencia odontológica al paciente portador de VIH, a fin de de contestar el siguiente planteamiento: "Entre los casados y los solteros, ¿quiénes se muestran más dispuestos a tratar a pacientes seropositivos?"


METODOLOGÍA

El estudio fue realizado en la ciudad de Recife, capital del estado Pernambuco - Brasil.

La población estudiada consistió en odontólogos de ambos sexos, domiciliados en la referida ciudad, con ejercicio profesional en esta capital y legalmente inscritos en el Colegio Regional de Odontologos de Pernambuco.

Para el cálculo de la muestra, el nivel de precisión considerado fue 5% y el nivel de confianza 95%. Para evitar pérdidas y asegurar la participación mínima del 80% de todos los profesionales, número equivalente a 2.688 (cifra informada por el Colegio Regional de Odontología de Pernambuco - CRO-PE), fue utilizado un factor de corrección correspondiente a 1.2, lo que le añadió un 20% al total de la muestra. Con eso, el número mínimo esperado fue de 235 profesionales.

El tipo de muestreo aplicado fue el sistemático. Para ello, a fin de participar del estudio y conformar la muestra, fue seleccionadala quinta persona de cada conjunto de cinco componentes de la lista. El uso de este tipo de muestreo se justifica por el hecho de que, aunque la lista reúne un número significativode 2.688 profesionales, no puede ser "…considerada una lista completa de los elementos de esa población" condición exigida, según Vieira y Hossne (2001)5, para que se utilice la técnica del muestreo aleatorio simple.

La investigación puede ser clasificada como un estudio transversal cuya recolección de datos se realizó mediante la aplicación de una encuesta, en un determinado período de tiempo.

En lo que respecta a sus procedimientos, se clasifica simultáneamente como bibliográfica y documental, pues se trabajó con datos ya existentes en laliteratura mundial y con datos nunca antes publicados que fueron obtenidos mediante el instrumento de la recolección de datos6.

Por último, con relación al objeto, se clasifica como una investigación de campo, pues la recolección de datos fue efectuada en el lugar donde los fenómenos ocurrieron, sin la interferencia del investigador sobre ellos6.


RECOLECCIÓN DE DATOS

La prueba piloto, realizada con la finalidad de examinar el instrumento utilizado, fue desarrollada con un grupo de 30 cirujanos dentistasinscritos en los colegios regionales de otros estados de la Federación y, por lo tanto, no domiciliados en la ciudad de Recife.

Para la recolección de datos fue utilizado un formulario de encuesta denominado ENCUESTA DE LA ORGANIZACIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE LA PRÁCTICA CLÍNICA ODONTOLÓGICA (Organization and Management of Dental Clinical Practice), elaborado por Carol Kunzle de la University College of London, originalmente compuesto por 65 preguntas, de las cuales solamente fueron seleccionadas 30 que están directamente vinculadas al tema del estudio. El instrumento final fue adaptado y sufrió cambios en algunas de las opciones de respuesta debido a la dificultad que existía para establecer los límites impuestos por las opciones originales.

El instrumento modificado pasó por el proceso de validación de contenidos con el objetivo de probar si el instrumento seguía midiendo aquello que se buscaba medir. Este proceso se dividió en dos partes: la de presentación y la de muestreo. La validación de la presentación tuvo como base la evaluación subjetiva del investigador, en donde les solicitaba a los encuestados que explicaran, con sus propias palabras, lo que habían entendido de cada pregunta del cuestionario. Ello fue realizado con el objetivo de verificar si el encuestado realmente estaba contestando lo que se le había preguntado7.

Una vez validado, el instrumento fue aplicado a los integrantes de la muestra por una única persona - el propio investigador. Para el estudio fueron consideradas las siguientes variables: sexo, estado civil, número de hijos, lugar de ejercicio profesional, especialidad y títulos académicos del profesional, sin embargo, para el presente artículo, solo fue considerada la variable estado civil.

Para el análisis de los datos se obtuvieron distribuciones de frecuencias absolutas y porcentuales, univariadas y bivariadas. También fue utilizada la prueba Chi-cuadrado, y cuando no se presentaron las condiciones suficientes para su aplicación, se utilizó la Prueba Exacta de Fisher.

Los datos fueron transcritos y procesados a través de los softwares de análisis estadísticos SPSS (Statistical Package forthe Social Science) versión 11.0 y SAS (StatisticalAnalysisSystem) versión 8.0.


CONSIDERACIONES ÉTICAS

La investigación se condujo tomando en cuenta la Resolución N 196/96 del Consejo Nacional de la Salud/Ministerio de la Salud (CNS/MS), en lo que respecta a lasinvestigaciones científicas que envuelven a seres humanos.

Los profesionales, después de las debidas aclaratorias sobre la investigación con respecto a la finalidad, importancia y naturaleza de su participación, expresaron estar de acuerdo a través de la firma del término de consentimiento informado. La investigación fue enviada al Comité de Ética de la Universidad de Pernambuco - UPE para su respectiva aprobación, y mediante el Dictamen N° 074/04 fue autorizado el comienzo del estudio.


RESULTADOS

De acuerdo con las afirmaciones que constan en la tabla 1 se verifica que: la mayor diferencia de porcentaje entre los solteros y casados se produjo entre los que no estaban de acuerdo en que: "Tratar pacientes portadores del VIH podrá exponer a mi familia a un mayor riesgo de contraer la enfermedad". Este porcentaje se incrementó en un 15,0% entre los solteros (81,4% x 66,4%), y ese es el único punto que presentó una relación significativa con el estado civil del profesional.

Tabla I
Evaluación del planteamiento"Tratar a pacientes portadores del VIH podrá:" según el estado civil

De la tabla II se destaca que, entre los casados, la decisiónde tratar a pacientes portadores del VIHes fuertemente influenciada por la consulta con profesionales especializados en la asistencia a esos pacientes, lo que no ocurre entre los solteros. Esa diferencia es estadísticamente significativa.

Tabla II
Evaluación del planteamiento "¿Las siguientes consideraciones influyen en su decisión de tratar a pacientes portadores del VIH?" según el estado civil

En la tabla III se puede observar que los solteros, en sus consultorios particulares, se muestran más propensos que los casados a tratar, no solo al paciente VIH+ asintomático, sino también a aquellos que poseen registro o historia clínica reciente de hepatitis B; existiendo así, en las tres situaciones referidas, un nivel de asociación significativo con respecto a la variable considerada (estado civil).

Tabla III
Evaluación del planteamiento "En mi consultorio particular estoy dispuesto a tratar:" según el estado civil

Del análisis de la tabla IV se destaca el hecho de que,comparados con los solteros, los casados no solo cambian su modo habitual de trabajo cuando atienden a pacientes portadores del VIH,sino que también destinan más tiempo para atender a esos pacientes; la diferencia entre los grupos esestadísticamente significativa solo con relación a ese tiempo.

Tabla IV
Evaluación del planteamiento "¿Con qué frecuencia, en su práctica profesional, ocurren las situaciones que figuran a continuación?" según el estado civil

Entre los elementos que constan en la tabla V, solamenteel que considera que "el tratamiento de pacientes portadores del VIH podrá resultar en el incremento del riesgo personal" mostró una relación importante con el estado civil. Para esta variable se observó que el porcentaje de los que contestaron que "consideran mucho" fue más elevado entre los casados.

Tabla V
Evaluación del planteamiento "¿Cuánto considerausted cada uno de los siguientes elementos en su toma de decisión?" según el estado civil

Con relación a los elementos contemplados en la tabla VI, se constata que,tanto los casados como los solteros,piensan que tratar a pacientes portadores del VIH es poco o nada sensato, y algunos rechazan categóricamente la idea.La diferencia entre los grupos, y en las dos situaciones, es estadísticamente significativa. Sin embargo, los profesionales casados, más que los solteros, buscarían para su asistencia odontológica personal, a un profesional que supiese tratar a pacientes portadores del VIH.

Tabla VI
Evaluación de los planteamientos: "Tratar a personas VIH+ es:";"Excluyendo a sus pacientes, ¿usted conoce a alguien que sea portador del VIH?"; y "Para su asistencia odontológica personal, ¿usted buscaría a un profesional que supiese tratar a pacientes VIH+?" según el estado civil

DISCUSIÓN

Cuando se toma en cuenta el estado civil de los encuestados con respecto a la asistencia a pacientes portadores del VIH, los solteros no están de acuerdo con la declaración de los casados de que tratar a pacientesseropositivos va a exponer a sus familias a un mayor riesgo de contraer la enfermedad. Cabe destacar que la contaminación por el VIH solo ocurre mediante relaciones sexuales, transfusión, contaminación vertical y por compartir jeringas. Además, según los estudios realizados por Gooch et al. (1993)8, la limpieza, desinfección y esterilizaciónson suficientes para neutralizar el virus de las piezas de mano, carpules e instrumentos en general, y por ende, no se constituyen como vehículos de transmisión del VIH.

Para los solteros, la necesidad de consultar con profesionales especializados en la asistenciade pacientes portadores del VIH es cuestionable, en contraposición a lo que piensan los casados, para los cuales esa necesidad existe. Tal hecho corrobora el pensamiento de Kitaura et al. (1997)9 para quien es indispensable la capacitación de los profesionales, tanto en el aspecto técnico como psicológico ya que, según él, no es suficiente la información que se recibe en la universidad.

Con respecto a la disponibilidad de tratar, en consultorios particulares, a pacientes con historia reciente o registro de hepatitis B y a portadores de VIH asintomáticos/SIDA, se observa que los solteros están más dispuestos a hacerlo. Los casados, por su vez, contestaron que no están dispuestos a tratar, en sus consultorios, a pacientes con registro o historia reciente de hepatitis B. Eso se explica porque, para los odontólogos, la mortalidad por hepatitis B es mayor que por el VIH, llegando a ocurrir, en algunos casos, la muerte instantánea. Miasato y Cardoso (1997)10 afirman que,al analizar la encuesta en la cual evaluaron la disponibilidad del cirujano dentista con respecto a tratar a pacientes portadores del VIH en su consultorio, la conclusión fue que el profesional puede prepararse adecuadamente para atender indistintamente a todos los pacientes, con los debidos cuidados y medidas de bioseguridad; opinión corroborada por Tommasi (1989. apud Silva, Trevisan, Fridman, 1999)11 al declarar: cuando son correctamente adoptadas las medidas de protección, el riesgo de contaminación es prácticamente nulo.

En la encuesta también se observó que un 50% de los casados declararon que cambian su modo habitual de trabajo cuando están tratando a pacientes portadores del VIH. Sin embargo, tal constatación no presenta importancia práctica ya que la literatura sobre el tema confirma que el riesgo de contraer el VIH después de una exposición ocupacional es muy pequeño; esta afirmación la ratifican Samaranayake y McDonald (1990)12: el hecho de que el paciente esté infectado con el VIH o tenga comportamiento de riesgo de infección, debe ser un dato positivo que estimule al profesional a ser más cuidadoso, pero no necesariamente debe llevarlo a adoptar precauciones extra.

Se sabe que es muy difícil cambiar prejuicios, estigmas y creencias. La historia del SIDA va más allá de la ciencia que explica como la enfermedad evoluciona en el ser humano, pues expone la debilidad humana que conlleva a conflictos morales. El hecho de que los casados consideren que tratar a pacientes portadores del VIH aumenta en gran manera el riesgo personal, puede ser ocasionado por el miedo al contagio. Esto se debe al carácter devastador de la enfermedad que afectó negativamente tanto a la población como al profesional de la saluden el comienzo del siglo pasado. Otras investigaciones también concluyeron que los cirujanos dentistas que contestaron que existía un posible aumento del riesgo personal durante esa asistencia, fueron aquellos con actitudes y sentimientos más negativos5-,8,13,18.

Los odontógos solteros piensan que es muy sensato tratar a pacientes portadores del VIH. También declararon que no rechazan la idea de tratar a personas seropositivas ni piensan que es algo prohibido, lo que refuerza la idea de que los solteros están más dispuestos que los casados a tratar a esos pacientes. Para Discacciati y Vilaça (2001)19 existen muchos otros puntos inherentes a la discusión sobre laodontología y el SIDA, pues aunque el profesional posea conocimientos científicos sobre el tema, también presenta conflictos personales y limitaciones humanas.

Verificamos en nuestra muestra que el 61% de los cirujanos dentistas casados declararon que, además de sus pacientes, conocen a otras personas contaminadas con el VIH, mientras que solo el 46% de los solteros confirmaron que conocen a otros individuos contaminados.

Afortunadamente, los datos recolectados apuntan hacia el hecho de que el comportamiento de los profesionales, con relación a la pandemia del SIDA, ha venido cambiando con el pasar de los años. Actualmente, se muestran no solo dispuestos a atender a los portadores del VIH,sino también a ser atendidos por profesionales que presten talasistencia. De esta forma se evidencia una mayor concientización por parte de los profesionales y confiabilidad en las medidas de bioseguridad20. Basado en lo expuesto, Discacciati, Neves, Pordeus (1999)21 observaron que la mayoría de los pacientes que eran atendidos por profesionales que trabajaban bajo excelentes condiciones de higiene, se mostraban dispuestos a continuar su tratamiento, aun sabiendo que el cirujano dentista atendía a pacientes con SIDA.


CONCLUSIÓN

Al contrario de los solteros, los profesionales casados se muestran menos dispuestos a tratar a pacientes portadores del VIH y creen que tal asistencia conlleva a cambios en su rutina de trabajo, además de exponer a su familia a un riesgo mayor de contraer la enfermedad. Asimismo, no atenderían en sus consultorios a pacientes con histórico o diagnóstico reciente de tuberculosis y/o hepatitis B. Sin embargo, para su asistencia odontológica personal, buscarían a un colega que supiera tratar a esos pacientes.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
  1. Bortolozzi J., Gomes JLP. Bases genéticas da AIDS. Salusvista.1988;1(7):113-21.

  2. Dantas JP, Lobão WM. Perfil epidemiológico da AIDS em Feira de Santana-Bahia 1999-2000. RevBrasEpidemiol, 2002;(supl. espec.):297.

  3. Guatelli JC. Sistema de atenção a AIDS: ponto de vista do paciente. RevBrasEpidemiol,2002;(supl. espec.):297, mar..

  4. Conselho Federal de Odontologia. Código de Ética Odontológica. Resolução n° 42, 20/05/2003. Rio de Janeiro: CFO, 2003.

  5. Vieira S, Hossne WS. Metodologia científica para a área da saúde. Rio de Janeiro: Campos, 2001.

  6. Andrade MM. Introdução à Metodologia do Trabalho Científico. 4.ed. São Paulo: Atlas, 1999.

  7. Frankfort-Nachimias C, Nachimias D. Research Methods in the Social Sciences. 4th ed. London: Edward Arnold, 1992.

  8. Gooch B, Marianos D, Ciesielskic C, Dumbaugh R, Lasch A, Jaffe H, Bond W, Lockwood S, Cleveland J. Lack of evidence for patient- to-patient transmission of HIV in a dental practice. J Am Dent Assoc. 1993 Jan;124(1):38-44.

  9. Kitaura H, Adachi N, Kobayashi K, Yamada T. Knowledge and attitudes of Japanese dental health care workers toward HIV - related disease. J Dent. 1997 May-Jul;25(3-4):279-83.

  10. Miasato JM, Cardoso JCV. O atendimento ao paciente com AIDS. Disponóvel em: http://www. odontologia.com.br/artigos.asp. Acesso em: 19/03/2002.

  11. Silva ACL, Trevisan AP, Friedman, MT. Síndrome da imunodeficiência adquirida. Manifestações orais e biossegurança no consultório odontológico. Medcentr.com Odontologia. Maio de 2002. Disponível em: http://www. odontologia.com.br/artigos/aids. htm Acesso em: 05 de abril de 2009.

  12. Samaranayake LP, McDonald KC. Patient perception of cross-infection prevention in dentistry. Oral Surg Oral Med Oral Pathol. 1990 Apr;69(4):457-60.

  13. Gerbert B. AIDS and infection control in dental practice: dentists' attitudes, knowledge, and behavior. J Am Dent Assoc. 1987 Mar;114(3):313-14.

  14. Gerbert B, Sumser J, Chamberlin K, Maguire BT, Greenblatt RM, McMaster JR. Dental care experience of HIV-positive patients. J Am Dent Assoc. 1989 Nov;119(5):601-3.

  15. Hardie J. Problems associated with providing dental care to patients with HIV-infected and AIDS patients. Oral Surg. Oral Med Oral Pathol. 1992 Feb;73(2):231-5.

  16. Angelillo IF, Villari P. D'Errico MM, Grasso GM, Ricciardi G, Pavia M. Dentists and AIDS: a survey of knowledge, attitudes, and behavior in Italy. J Public Health Dent. 1994 Summer;54(3):145-52.

  17. Craven RC, O'Brien KD, Bennett EM. Impact on English dentists of the threat of HIV infection.CommunityDent Oral Epidemiol. 1996 Jun;24(3):228-9.

  18. Discacciati JAC, Pordeus IA. A AIDS: por que alguns odontólogos não estão dispostos a atender?.Rev ABO Nac. 1999 fev/mar;7(1):43-8.

  19. Discacciati JAC, Vilaça EL. Atendimento odontológico ao portador do HIV: medo, preconceito e ética profissional. Rev PanamSaludPublica. 2001 Abr;9(4):234-9.

  20. Diangelis AJ, Martens LV, Little JW, Hastreiter RJ. Infection control practices of Minnesota dentist: changes during 1 year. J AmDent Assoc. 1989 Mar;118(3):299-303.

  21. Discacciati JAC, Neves AD, Pordeus IA. AIDS e controle de infecção cruzada na prática odontológica: percepção e atitude dos pacientes. RevOdontoUniv São Paulo. 1999 Jan/Mar;13(1):75-82.