Uveítis como manifestación secundaria a infecciones de la cavidad bucal - Revisión de la literatura
Recibido para arbitraje: 20/01/2011
Aceptación para Publicación: 26/07/2.011
González, J.Ma., Profesor Titular, Cátedra de Anatomía Humana.
Moret, Y., Profesor Titular, Cátedra de Anatomía Patológica.
Ortiz, Y., Estudiante de quinto año. Preparadora de la Cátedra Anatomía Humana
Hernández, R., Estudiante de quinto año. Preparadora de la Cátedra Anatomía Humana.
Fariñas, G., Estudiante de quinto año. Preparadora de la Cátedra Anatomía Humana.
Sambrano, M., Estudiante de cuarto año. Preparadora de la Cátedra de Anatomía Humana.
UVEíTIS COMO MANIFESTACIÓN SECUNDARIA A INFECCIONES DE LA CAVIDAD BUCAL. REVISION DE LA LITERATURA
RESUMEN
La uveítis es una patología ocular que se define como la inflamación del tracto úveal, pudiendo estar asociada a la inflamación de otras estructuras oculares o adyacentes a la cavidad orbitaria. La etiología puede incluir infecciones o alteraciones en el sistema inmune y puede ser primariamente ocular o asociada a una enfermedad sistémica. Su incidencia es proporcional tanto en hombres como en mujeres dependiendo a la enfermedad que se encuentre asociada.
El método de diagnóstico se realiza a través de exámenes radiográficos, de laboratorio y el examen clínico, tanto oftálmico como odontológico. De acuerdo a la sintomatología manifestada en el paciente, se orienta el tratamiento a seguir.
UVEITIS REPRESENTATIONS AS SECONDARY TO INFECTIONS THE ORAL CAVITY. REVIEW OF THE LITERATURE ABSTRACT
Uveítis is an eye condition that is defined as inflammation of the úveal tracto and can be associated with inflammation of other ocular structures or adjacent to the orbital cavity. The possible causes include infections or alterations in the immune system and can be primarily visual or associated with a systemic disease. It´s incidence is proportional in men and women, and it depends on the disease it's associated to .
Medical and Dental diagnosis is generaly made by physical and radiographic examination, along with laboratory tests. The treatment will depend on the symptoms of the patient.
La uveítis es una entidad poco conocida en el campo odontológico, la cual se describe como la inflamación del tracto úveal (figura 1); puede ser primariamente ocular, pudiendo estar asociada a la inflamación de otras estructuras oculares o adyacentes a la cavidad orbitaria, por la proximidad que hay entre los tejidos. Se presenta mayormente en la 6ta década de la vida, tanto en hombres como en mujeres; o asociada a infecciones y/o alteraciones del sistema inmune, siendo de mayor incidencia en el sexo femenino 1,2,3. Sin embargo, de manera general, su frecuencia dependerá a la enfermedad que se encuentre asociada 4,5,6,7.
En el campo odontológico la uveítis se presenta de manera secundaria ante enfermedades como: herpes zoster y estomatitis herpética 8,9; también se encuentra asociada a enfermedades sistémicas tales como: VIH y diabetes4,8,10,11,12,17.
figura 2 y 3
El ojo es el órgano de la visión, es un órgano par, localizado en la cavidad orbitaria junto con sus anexos en una relación anatómica compleja. De una forma casi esférica se distinguen en él un polo anterior, uno posterior, el ecuador y dos segmentos (anterior y posterior) 1,13,14. El ojo pesa 7 a 7,5 gr. Conformado por tres capas:
a.- Córnea-esclerótica, que es la capa más resistente.
b.- El tracto úveal, capa media del ojo que contacta con la esclera por fuera y la retina hacia adentro, formada por el iris, cuerpo ciliar y la coroides. Su función es la nutrición de tejidos oculares; control de la cantidad de luz que ingresa por medio de movimientos en el iris y mantenimiento de la presión intraocular 1,2,3,13,14. Aparte de las estructuras musculares especializadas del iris (Músculo. dilatador y Músculo esfínter de la pupila) y del cuerpo ciliar, el tracto úveal se ocupa de la nutrición del ojo a través de la secreción del humor acuoso por el epitelio no pigmentado del proceso ciliar, y del mantenimiento de la retina externa a partir de la circulación coroidea 1,13,14.
El iris se encuentra ubicado en el segmento anterior del globo ocular. Está perforado en su centro por el orificio pupilar y es él quien controla la cantidad de luz que ingresa al globo ocular 1,2,3.
El cuerpo ciliar, visto por su cara interna es muy importante. El tercio anterior (2 mm) contiene el músculo ciliar y los procesos ciliares y recibe el nombre de pars plicata. Los dos tercios posteriores, la pars plana (4 mm) se insertan posteriormente en la ora serrata de la retina. El músculo ciliar controla la acomodación. Existen aproximadamente 80 procesos ciliares. La capa epitelial superficial o interna no está pigmentada, el humor acuoso es segregado a través de estas células 13,14.
La coroides posee un extenso lecho vascular, conocida también como capa nutritiva del globo ocular, el tejido del estroma contiene melanocitos, fibras de colágeno y linfocitos 1,2,13,14 .
c.- La Retina, capa neurosensorial encargada de recibir los estímulos luminosos y llevarlos a través del nervio óptico para ser traducidos en imágenes en el cerebro 13,14 .
Además encontramos en el contenido ocular al humor acuoso y al humor vítreo. El primero ocupa la cámara anterior y posterior, delimitadas la primera por la cara posterior de la córnea y cara anterior del iris; y la segunda por la cara posterior del iris y la cara anterior del cristalino. Posterior al cristalino se encuentra el humor vítreo, un gel transparente que le da volumen al globo ocular y estrecha relación con la retina 13,14.
Los anexos del ojo están constituidos por los párpados, cejas, conjuntiva, músculos extraoculares, glándulas y vías lagrimales 13,14.
Las órbitas son dos cavidades óseas entre el cráneo y la cara, que alojan al órgano de la visión. Tienen forma de pirámides cuadrangulares truncadas con base anterior, cuyo eje se dirige oblicuamente de adelante hacia atrás y de afuera hacia dentro. En el reborde orbitario superior se encuentra la escotadura supraorbitaria; en el inferior el agujero infraorbitario y por arriba y adentro la fosita troclear para la polea del músculo oblicuo superior 13,14.
En el borde superoexterno se encuentra la fosita lagrimal. La pared inferior de la órbita descansa sobre el seno maxilar. La pared interna posee una porción muy delgada, la lámina papirácea que está en íntima relación con el seno etmoidal, vía de entrada de gran parte de infecciones orbitarias. En el Vértice se encuentra insertado el anillo de Zinn y tres agujeros: El agujero óptico, la hendidura esfenoidal y el agujero redondo mayor. Por el agujero óptico atraviesan el nervio óptico y la arteria oftálmica; por la hendidura esfenoidal los nervios craneales III, IV, V y VI y las venas oftálmicas y por el agujero redondo mayor el nervio maxilar superior o V2. La hendidura esfenoidal se extiende al seno cavernoso 13.
Se ha admitido que ciertas uveítis anteriores son de origen infeccioso, debido a la sensibilización del tejido úveal por microorganismos que pueden ser comensales 6,15,16,17 ;esto ha provocado la búsqueda de focos infecciosos a distancia, cuya eliminación determina la remisión de la uveítis y rompe el ciclo de recidivas 6,15. La literatura reporta dos casos de pacientes que presentaron cuadro clínico de uveítis crónica de origen desconocido, además de focos infecciosos de origen endodóncico y periodontal 6,15,16,17,18; con la erradicación de las infecciones bucales se observó remisión del cuadro infeccioso ocular 15,17,18.
Si se sospecha la existencia de una enfermedad de Behçet, síndrome de Reiter o síndrome de Sjögren debe llevarse a cabo un examen oftalmológico básico 5,10,12. La enfermedad de Behçet se asocia con aftas bucales y genitales e inflamación ocular (uveítis o iritis); sin embargo, el diagnóstico de esta enfermedad es raro sin la presencia de las úlceras bucales 8,9,10,11. (figura 4)
El diagnóstico de la enfermedad de Behçet no debe ser realizado prematuramente, porque el pronóstico puede ser grave y el tratamiento puede ser tóxico 5,12. Las lesiones bucales, frecuentemente con ulceración, se producen en el 10% de los casos de síndrome de Reiter en el que la artritis, la conjuntivitis y la uretritis son los síntomas clásicos 4,7,10,12. El síndrome de Sjögren es una enfermedad autoinmune que se caracteriza por presentarse boca y ojos secos, al igual que otras mucosas del cuerpo, pudiendo aparecer la uveítis como una entidad secundaria 4,5,6,10,12. La iritis y la uveítis pueden también ocurrir en los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal 6.
Entre la sintomatología presentada se describe fotofobia, visión borrosa, dolor y enrojecimiento del ojo 3,4,12,. Esta patología se diagnostica a través de exámenes radiográficos, de laboratorio y el examen clínico, tanto oftálmico como odontológico 3,5,7,12. (figura 5,6,7)
Figura 6 (izquierda): Fondo de ojo sin ninguna afección. Figura 7 (derecha): Fondo de ojo con uveítis. Cortesía del Dr. Alejandro Sambrano.
El tratamiento temprano es necesario para disminuir la pérdida de visión, en caso de presentarse uveítis crónica o en tempranas etapas de la vida, es medicada con corticoesteroides, midriáticos, medicación oral o inyecciones 4,5,8,9,11,16. En caso de complicaciones severas se recurre a la cirugía y tratamiento durante el curso de la enfermedad 4,5,8,9,11,16. De ser la entidad asociada a focos infecciosos de origen odontogénico, al eliminarlos, sede la inflamación del tracto úveal 15,16,17 .
DISCUSIÓN
El mejor método de diagnóstico para identificar la inflamación del tracto úveal asociado a una entidad presente en la cavidad bucal, debe hacerse de manera integral e interdisciplinariamente, realizando el respectivo examen odontológico para determinar lesiones ulcerativas sugerentes de estomatitis herpética; acompañado del examen radiográfico, a través de la radiografía panorámica y periapicales para evaluar posible enfermedad periodontal o pulpar 15,16,17. De presentar el paciente síntomas como fotofobia, visión borrosa, dolor y enrojecimiento del ojo, acompañados de lesiones presentes en cavidad bucal, debe realizarse un examen oftalmológico, fondo de ojo, y un examen clinico integral, puesto que la entidad pudiera estar asociada a algun síndrome como Behcet, Reiter o Sjögren 3,4,12.
En cuanto al tratamiento de la patología, en caso de ser primariamente oftálmica, se recurre a la terapia farmacológica con midriáticos, corticosteroides e inyecciones para evitar la pérdida de la visión en tempranas etapas de la vida 3,4,12. cuando es severa puede considerarse una intervención quirúrgica 5,8,9,11,16.
En caso de presentarse la uveítis como entidad secundaria ante infecciones de origen odontológico (periodontal o endodóntico), al realizar el tratamiento correspondiente, ocurre la remisión de la afección ocular 15,16,17 .
El tratamiento es más complejo y delicado cuando la uveítis se asocia a síndromes, puesto que deben realizarse exámenes minuciosos para tratar el conjunto de signos y síntomas, puesto que algunos tratamientos pueden resultar tóxicos para el paciente 15,16,17.
CONCLUSIONES
La uveítis se presenta con mayor frecuencia en la 6ta década de la vida, sin predilección por sexo.
La uveítis puede ser primordialmente ocular y/o asociada a enfermedades sistémicas o focos infecciosos.
En el campo odontológico, la entidad se presenta como manifestación secundaria a enfermedades como herpes zoster, estomatitis herpética, síndrome Sjögren.
Su diagnóstico principal es a través del examen oftalmológico, y secundariamente el odontológico.
El tratamiento comprende farmacología y/o intervención quirúrgica en situaciones severas.
El tratamiento en caso de focos infecciosos endodoncicos y/o periodontales, comprende farmacología y la eliminación de la infección, erradicando así la inflamación úveal.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Newell F.1993. La capa media; la úvea. Oftalmología. Fundamentos y conceptos. Editorial Mosby. Madrid. 270-84.
Sánchez V. Infección focal. Su historia y evolución clínica. Rev Eur Odontoestomatol 2005;15(3):109-16.
Carbone J, Sarmiento E, Micheloud D, Rodríguez-Mahou M, Rodríguez-Molina J, Cobo R, Fernández C. Enfermedad autoinmune sistémica en pacientes con uveítis. Arch Soc Esp Oftalmol 2006; 81: 193-198.
Santos T, Amorim R, Barreto S. Clinical Aspects of Behcet´s syndrome in Brazil: A review of 16 cases. Act Reumatol Port. 2009;( 34): 235-240.
Dinatale, E. Diseminación de la Infección Odontogénica. Revisión de la Literatura. Acta Odontológica Venezolana 2000; 38 (1) :1-14
Angelino G, Ramírez E, Frydenlund S, Perez M, Vega C, Ramos M. Revisión bibliográfica. Síndrome de Reiter o Artritis Reactiva. Revista de Postgrado de Ia Cátedra de Medicina 2003; (127): 14-15
Rothova A, Buitenhuis H, Meenken C, Brinkman C, Linssen A, Alberts C, et al. Uveítis and systemic disease.Br J Ophthalmol. 1992; (76): 137-141.
Sánchez J, Castillo M, Torronteras R, Varela J; López F; Sánchez F. Virus Herpes tipo I, Fenotipo HLA y Enfermedad de Behçet. Medicina Clínica 1992; (98): 366-369
Carbone J, Sarmiento E, Micheloud D, Rodríguez-Mahou M, Rodríguez M, Cobo R, Fernández-C. Enfermedades Autoinmunes Sistémica en Pacientes con Uveítis. Sociedad Española de Oftalmología 2006;( 81): 193-198
Tay-Kearney M, Schwam B, Lowder C, Dunn J, Meisler D, Vitale S, et al. Clinical features and associated systemic diseases of HLA-B27 uveítis. Am J Ophthalmol 1996; (121): 47-56.
Castillo F, Herrera S. Diagnóstico diferencial de la uveítis anterior. La uveítis puede ser la primera manifestación de una enfermedad autoinmune sistémica. Rev Dolor Clin y Ter 2008; 5(11).
Testut L, Latarjet A. 1980. Tratado de Anatomía Humana. 8a ed. Salvat. Barcelona. pp 1057