Actitud del odontólogo hacia los niños y adolescentes discapacitados
Recibido para arbitraje: 113/01/2004
Aceptado para publicació: 28/06/2004
Quintero, María Alejandra: Odontóloga, Especialista en Odontopediatría. Investigador Responsable
Salazar V., Carmen Rosa: Socióloga, Profesora Titular de la Facultad de Odontología de la Universidad del Zulia. Investigadora Co-Responsable. Dirección Electrónica: [email protected], [email protected]
Padrón Milena: Odontóloga, Especialista en Odontopediatría, Profesora Asociada de la Facultad de Odontología de la Universidad del Zulia, Investigadora Co-Responsable
Salazar Juan Luís: Estudiante del 6to. Año de Medicina en la Universidad del Zulia
Investigador Co-responsable.
RESUMEN
Esta investigación definió como propósito estudiar la actitud hacia los niños y adolescentes discapacitados en una muestra no probabilística de 60 odontólogos, distribuidos proporcionalmente en los servicios públicos, semi privados y privados del Municipio Maracaibo, estado Zulia, Venezuela. Para el logro del propósito se elaboró una escala tipo Likert, auto administrada, integrada por 40 ítems con afirmaciones referidas en las dos primeras dimensiones a: actitud hacia la discapacidad y tratamiento odontológico del niño y adolescente discapacitado. Definidos los ítems se determinó la confiabilidad y validez de la escala. Posteriormente se elaboró el instrumento definitivo y procedió a la recolección de los datos, revisión, tabulación y procesamiento de los mismos. Las respuestas para cada ítem se representan en tablas y gráficos y se especifica, además, aquellos en los que la prueba ?2 reportó asociación con variables tales como: edad, años de trabajo, tipo de servicio y sexo de los entrevistados; pudiéndose señalar que existe en los profesionales entrevistados una actitud favorable hacia la aceptación del discapacitado, su asistencia odontológica y posibilidades de una adecuada salud buco-dental. No obstante es necesario que el estado, las instituciones formadoras de recursos humanos y gremiales, promuevan la información y la enseñanza de los problemas odontológicos de este grupo humano con la finalidad de concienciar a estudiantes, equipo de profesionales de la odontología y a toda la población con relación a sus necesidades odontológicas y dar una respuesta efectiva para mejorar su calidad de vida y hacerles partícipe de la dinámica económica, social y cultural de sus comunidades.
Palabras Claves: Niños y Adolescentes Discapacitados, Actitud del Odontólogo, Discapacidad, Oportunidad de Adecuada Salud Bucal, Tratamiento Odontológico.
SUMMARY
It was defined as purpose in this investigation the study of the attitude towards disabled children and adolescent in a probabilistic sample of 60 dentists, distributed proportionally in public, private and semi private dental office of the Maracaibo County, Zulia State, Venezuela. To achieve this purpose a Likert type scale was elaborated, auto-administered, integrated by 24 item with statements referred to: attitude toward the disabled and disabled children's and adolescent dental treatment. After the item were defined it was determined the reliability and validation of the scale. Later on the definitive instrument was elaborated and the gathering of the data was proceeded, revision, tabulation and prosecution of them. The answers for each item are represented in charts and graphics and it is also specified those in which the test ?2 reported association with such variables as: age, years of dental practice, type of dental office and sex of the interviewees; pointing out that a favorable attitude exists in the professionals interviewees toward the acceptance of the disabled, its dental treatment and the possibilities of an appropriate dental health. Nevertheless it is necessary that the state, the educational institutions and professional unions, promote the information and the teaching of dental problems of this human group with the purpose of creating awareness in students, dental team and to the entire population regarding their dental needs and to give them an accurate answer to improve their quality of life and to make them participant of the economic, social and cultural dynamics of their communities.
Key words: Disabled Children and Adolescent. Dentist's Attitude, Disability, Opportunity of Appropriate Dental Health, Dental Treatment.
INTRODUCCIÓN
Hablar de discapacidad, en su sentido más amplio, es referirse a limitaciones en el desarrollo humano. Esta deficiencia física, psíquica o social, no está dada exclusivamente en función del déficit del sujeto que la padece, sino también por el entorno social de pertenencia (1).
González (2001) indica que se acostumbra a pensar en la discapacidad como una condición en sí misma. Sin embargo, ella es una condición relacional, un producto en el cual una limitación funcional, en cualquier área del funcionamiento humano, queda sancionada por la sociedad, como una desviación. Para que una sociedad sancione como discapacidad una limitación funcional, ésta tiene que ser minoritaria y presentarse en un área valorada dentro de la cultura donde el individuo viva (2).
Señala Ravaglia (2000) que la atención de pacientes con discapacidad difiere según la incidencia que esta tenga en el niño o adolescente y su familia. Esto exige, en lo relacionado con la asistencia odontológica, que el odontólogo tenga que especializarse no sólo en lo que respecta a su trabajo clínico sino también en la conducción de situaciones, que si bien están fuera del ámbito de la ciencia odontológica, tienen importancia significativa en el resultado final de su actividad. Esto se refiere a los aspectos y alternativas psicológicas que se generan en la entidad nosológica, indivisible, formada por el paciente, su familia y la relación con los servicios disponibles en su medio ambiente social (3).
Un cambio de actitud en el odontólogo con relación al niño o adolescente discapacitado, reconociendo sus posibilidades de tratamiento; contribuirá a que se les considere en los planes y programas de los servicios de salud y disminuya progresivamente el aislamiento en que se les ha tenido, considerándose sus requerimientos de recursos materiales y humanos con características especiales para su atención.
En esta investigación se seleccionó la definición de actitud expuesta por Machina y Frydman (1998): "predisposición adquirida y sistemática hacia determinados objetos del mundo social (personas, situaciones)", por que integra lo social, lo individual y sintetiza en una persona o situación determinada el proceso de influencia social sobre ella. Las actitudes no son conductas sino tendencias, predisposiciones a conducirse de determinada manera, predisposiciones aprendidas en el seno social. La actitud es el producto final del proceso de socialización, que condicionará las respuestas del sujeto hacia productos culturales, personas, situaciones, hacia sí mismo, y otros grupos (4).
La importancia de las actitudes radica en que la cultura sólo determina comportamientos generales y no en detalle, por lo que el individuo trata de disminuir la incertidumbre cerciorándose o negándola con una orientación de comportamiento inequívoco guiado por la actitud, que si bien puede redundar en errores, se considera menos peligrosa que la acción dudosa o conflictiva (5).
Para Machina y Frydman (1998), la actitud es un concepto explicativo de la realidad humana y presenta cuatro características básicas (4):
Direccionalidad: la actitud implica dirigirse hacia un objeto, lo que la diferencia del rasgo de carácter o del hábito.
Adquirida: se aprende conviviendo
Más o menos durables: son estables aunque pueden modificarse por influencia externa
Polaridad afectiva: la actitud está teñida de afectos de aceptación, rechazo, o una mezcla de ambas.
A pesar de ser bastante estables, las actitudes pueden sufrir cambios. Se entiende por "cambio de actitud", una variación en el signo de una actitud existente, de positiva a negativa o viceversa, o una disminución en la intensidad inicial de positividad o negatividad (4). Lindze y col (1978), citado por Añez (1996)(6), afirman que puede presentarse una actitud positiva, neutra y negativa:
la actitud neutra es susceptible a transformarse en positiva o negativa, más no muestra respuesta favorable o desfavorable
la actitud negativa representaría la respuesta desfavorable hacia una situación, persona u objeto actitudinal.
la actitud positiva, implica un grado de acuerdo con respecto a la evaluación o predisposición determinada por el objeto actitudinal.
Con relación a la actitud hacia los discapacitados, Hollinger y col (1970) citados por Verdugo (1995) y Castillo y col (2000) coinciden al señalar que las actitudes de la gente parecen estar basadas en estereotipos y en el uso de etiquetas que dan lugar a respuestas generalmente negativas o confusión (7,8). Shakespeare (1981), plantea que las mismas guardan relación con las experiencias familiares, amistades, laborales, o con personas con alguna discapacidad. Los resultados de algunas investigaciones sobre la interacción con personas con discapacidad en relación con la actitud muestran que, en general, las personas que han tenido contactos previos con estas personas tienen actitudes ligeramente más favorables que las que no la han tenido (9). Resultados similares reportan Castillo y col (2000) en el estudio titulado "La integración social y laboral de las personas con alguna discapacidad", señalando al respecto que el contacto es tan limitado que la imagen estereotipada es el único referente. La existencia de actitudes desfavorables se genera cuando no hay interacción previa con personas con discapacidad; pero el tipo de contacto y/o frecuencia de la relación también es relevante en cuanto a las actitudes (8).
Ravaglia (2001), expone lo siguiente: con excepción de algunos grupos de profesionales que se ocupan de estos pacientes, aportando su buena voluntad y vocación de servicio, existen muy pocos lugares o no los hay, donde se les pueda atender (10).
Los hechos se suceden de la siguiente manera:
Un alto porcentaje de estos pacientes pertenece a una clase socio económica cultural baja sin muchas posibilidades de superar las barreras discriminatorias que esta situación les impone.
Los profesionales en salud bucal conocedores de los problemas de los discapacitados son muy pocos; porque generalmente el asunto de su atención no es considerado en las instituciones de enseñanza de la Odontología. Otra forma de discriminación 1.
El tiempo empleado para la atención de estos pacientes y los gastos que ello requiere en personal, equipamiento y otro, son mayores y muchas veces improductivos sí se les compara con los pacientes normales. Los odontólogos, al no sentirse motivados y remunerados con justicia, de acuerdo al tiempo utilizado, optan por no atenderlos o bien derivarlos sin dar solución al problema.
Otra forma de discriminación es derivarlos a alguna institución hospitalaria para ver sí se les trata bajo anestesia general, ignorando sí esta vía es la más adecuada para su rehabilitación buco dental.
1 Se entiende por discriminación a toda distinción, exclusión, limitación o preferencia basada en la raza, color, sexo, idioma, religión, las opiniones políticas, el origen social, posición económica o nacimiento que tenga como fin disminuir la igualdad en el trato. Se puede practicar por medio de la agresión, la burla, el maltrato .Es una conducta adquirida o aprendida, repitiendo actitudes o modelos de los integrantes de una sociedad. (Ravaglia C. 2001. Discriminación. Disponible en: http://www.odontologiaonline.com/casos/part/CR/CR01.html)
En otro orden de ideas, es necesario destacar que en los Estados Unidos (EE.UU.), aproximadamente un 2% de los niños en edad escolar tiene una grave discapacidad del desarrollo como retraso mental o parálisis cerebral, y requiere servicios educativos especiales o cuidados adicionales, y un 17% de los menores de 18 años en los EE.UU. tiene una discapacidad del desarrollo (11).
Con relación a América Latina se tiene que en Chile, según la sexta encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen 1996), dada a conocer por el Ministerio de Planificación (MIDEPLAN), hay medio millón de personas con algún tipo de discapacidad. Los primeros resultados de esta encuesta indican que en este país de un total de 14.232.244 habitantes, 616.434 son discapacitados. De esta cifra un 49.6% son hombres y 50.4% mujeres (12).
En México, se supone una proporción igual a la de los EE.UU. El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI, 2000) contabilizó en, aproximadamente 2.2 millones de personas con algún tipo de discapacidad, el 2.3% de la población nacional. De acuerdo con los datos proporcionados por el INEGI (1996) y el Programa Nacional para el Bienestar y la Incorporación al Desarrollo de las Personas con Discapacidad, para 1995 en la ciudad de México el 6.43% de la población menor de 20 años padece algún tipo de discapacidad. En México -a pesar de la "subestimación" de las cifras respecto a los cálculos para la situación mundial-, el INEGI (1997) estima que en "el 10 % de los hogares, reside al menos una persona que padece alguna discapacidad (13).
En Venezuela, el Programa de Atención a los Discapacitados del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (actualmente Ministerio de Salud y Desarrollo Social), estima que para 1998, el 10% de la población presenta algún tipo de discapacidad. El Sistema Sanitario Nacional incluye una estructura de Servicios de Medicina Física y Rehabilitación que atiende al 2% de la población discapacitada estimada. Hasta ahora, las actividades se han centrado en aspectos diagnósticos y terapéuticos. Se advierten problemas de registro estadístico y se ha iniciado un sistema de información que permitirá conocer mejor la realidad de este sector de la población (14).
Lo expuesto evidencia la falta de protección a que están expuestas estas personas; pero el problema no es sólo del "discapacitado", puesto que su situación involucra múltiples dificultades en la esfera de la familia, con efectos recíprocos que alteran la dinámica del hogar. Según De Zaldo (1995), "por cada persona con discapacidad, se presume que por lo menos 4 miembros de su familia estarán afectados directamente" (15). En este sentido para Corzo (1995) "la discapacidad, más que un problema que afecta a una persona, es una situación que afecta a toda la familia" (16). Por consiguiente identificar las actitudes de los profesionales involucrados en la asistencia de estos pacientes para superar prejuicios, debería generar mejor salud bucal, más calidad de vida para la persona afectada por la discapacidad, beneficios para su grupo familiar y para la sociedad en general.
Sintetizando, la discapacidad es un problema de salud pública que afecta no sólo al individuo que la padece sino también a su grupo familiar y comunidad a la que pertenece. En América latina se estimó para el año 2000 (17), la existencia de 16 millones de niños con discapacidad, los cuales deben recibir asistencia integral, incluyendo atención odontológica, y mientras sean considerados "distintos" jamás podrán tener igualdad de oportunidades. Por consiguiente, identificar la actitud de los odontólogos hacia la atención odontológica de los niños y adolescentes discapacitados, contribuirá a develar prejuicios, creencias y motivar en las instancias públicas de salud que corresponda para que ejecuten actividades tendentes a promover cambios actitudinales que involucren a los profesionales y sociedad en general, para lograr equidad de oportunidades para todos estos seres humanos.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se realizó, en el período enero-mayo 2003, una investigación descriptiva, en una población integrada por Odontólogos de los servicios públicos, privados y semi privados del Municipio Maracaibo, Estado Zulia. De esta población se seleccionaron 60 personas (muestra no probabilística) distribuidas proporcionalmente entre estos servicios, las profesionales elegidos debían ejecutar actividades clínicas.
La recolección de los datos se efectuó por medio de una escala tipo Likert auto administrada que permitió obtener información relacionada con las siguientes variables: tipo de servicio, sexo, edad, años de trabajo en la institución, actitud hacia la discapacidad, actitud hacia el tratamiento odontológico de niños y adolescentes discapacitados, actitud hacia las oportunidades reales de una buena salud bucal en los niños y adolescentes discapacitado, efecto que genera en la población "normal" que asiste a la consulta la presencia de niños con discapacidades.
La escala utilizada en la investigación constó de afirmaciones y preguntas que se consideran relevantes para identificar una determinada actitud y fueron contestadas individualmente por cada uno de los integrantes de la muestra. Las afirmaciones expresan aprobación o rechazo hacia al asunto que se considera. Las personas respondieron a las afirmaciones seleccionando un punto en una gradación del continuo aprobación-rechazo (totalmente de acuerdo, de acuerdo, neutral, en desacuerdo, totalmente en desacuerdo). El índice total se obtuvo sumando las puntuaciones obtenidas con relación a todas las afirmaciones. El instrumento fue administrado, por la investigadora responsable, en los servicios previamente seleccionados, y se solicitó a los seleccionados que no divulgasen su contenido.
Los pasos para la construcción de la escala fueron los siguientes (18):
Definición nominal de la actitud o variable a medir.
Recopilación de ítem o indicadores de esa variable.
Determinación de las puntuaciones dadas a las categorías de ítem.
Aplicación de la escala provisional a una muestra apropiada y cálculo de las puntuaciones escalares individuales.
Análisis de los ítems utilizados para eliminar los inadecuados.
Categorización jerárquica de la escala.
Cálculo de la confiabilidad y validez de la escala.
La escala diseñada determinó los siguientes aspectos 2:
Actitud del odontólogo hacia la discapacidad de niños y adolescentes.
Actitud del odontólogo hacia el tratamiento odontológico de niños y adolescentes discapacitados
Actitud hacia las oportunidades reales de una buena salud bucal en los niños y adolescentes discapacitados
Efecto que genera en la población "normal" que asistan a la consulta niños y adolescentes discapacitados.
2 En este informe sólo se presentan los ítems y resultados obtenidos para los dos primeras dimensiones
Se utilizaron los siguientes renglones para la escala: completamente de acuerdo, de acuerdo, neutral, en desacuerdo, totalmente en desacuerdo. En la construcción del instrumento se observaron las siguientes fases:
a) Definición nominal de la actitud a medir
Se define la actitud a medir como el comportamiento que asume el odontólogo hacia los niños y adolescentes discapacitados, su tratamiento odontológico, oportunidades reales de buena salud bucal y efecto en la población normal de su presencia en el consultorio.
b) Recopilación de ítem
Para esta escala se seleccionaron 48 ítems, divididos en cuatro dimensiones y doce ítems para cada dimensión, seis expresan actitud positiva y seis actitudes negativas. Las características de los ítems fueron las siguientes:
Redactados en presente
Evitan dar demasiada información sobre los hechos, o aquellos que puedan ser interpretados como tales.
No son ambiguos.
Son relevantes a la actitud que se quiere medir
Representan opiniones favorables o desfavorables.
El acuerdo o desacuerdo con el contenido de los ítems no es total.
Están formulados en lenguaje claro y simple, no exceden 20 palabras y contienen una sola frase lógica.
Los ítems positivos y negativos se combinan en una proporción aproximada de 50%-50%.
Considerando las condiciones anteriores, los ítems elegidos de los 28 iniciales, correspondientes a las dos primeras dimensiones, se expresan en las tablas Nº 1 y Nº 5.
Los ítems fueron ubicados al azar, y conformaron la escala tipo Likert.
c) Determinación de las puntuaciones dadas a las categorías de ítem.
Como se dijo al inicio de esta sección, las respuestas que las personas entrevistadas pueden dar a cada afirmación son las siguientes: totalmente de acuerdo, de acuerdo, neutral, en desacuerdo, totalmente en desacuerdo. Para los ítems que implican una actitud positiva, los puntajes para cada respuesta son los siguientes: Totalmente en desacuerdo (1), En desacuerdo (2), Neutral (3), De acuerdo (4), Completamente de Acuerdo (5)
Para los ítems que implican una actitud negativa los puntajes para cada respuesta son los siguientes: Totalmente en desacuerdo (5), En desacuerdo (4), Neutral (3), De Acuerdo (2), Completamente de acuerdo (1)
Una puntuación se considera alta según el número ítem con el cual se está totalmente en desacuerdo o completamente de acuerdo y cuyos contenidos indican una actitud positiva, de apoyo y aceptación del niño o adolescente discapacitado, sus posibilidades de tratamiento, buena salud bucal y aceptación por los pacientes "normales" que asisten al consultorio. Por ejemplo en esta escala, la puntuación máxima posible es de 200 puntos y la mínima de 40 puntos (19).
d) Prueba Piloto del Instrumento
Para propósitos de la prueba piloto, se contactó un grupo de trece (13) odontólogos que realizan trabajo asistencial en clínicas privadas, públicas y semi-privadas. Los cuestionarios se entregaron directamente a cada uno de los entrevistados, explicándoles en que consistía el estudio y cuales son sus objetivos. Durante la ejecución de la prueba se dio respuestas a las interrogantes que surgieron y se insistió en el anonimato de la información a obtener y su naturaleza voluntaria.
Los resultados de esta indagación inicial se utilizaron para modificar la escala y elaborar el instrumento definitivo. Los odontólogos que participaron en esta prueba no fueron considerados en la muestra definitiva.
Después de aplicar el instrumento piloto se obtuvo el Índice de Actitud sumando la puntuación obtenida por cada individuo y dividiéndola por el número de ítem. Las puntuaciones más altas correspondieron a los odontólogos con mejor actitud hacia los niños y adolescentes discapacitados.
Posteriormente, se determinó que ítem eran los inadecuados, ya sea porque la generalidad de los entrevistados contestaba del mismo modo o porque no discriminan los que tienen una actitud general negativa de los que no la tienen.
Para determinar la discriminación de los ítem se ordenó la puntuación total de cada uno de menor a mayor. Una vez ordenados, se operó con el 25% de la puntuación más elevado y el 25% de la más baja.
La validez de la escala (la escala mide lo que se quiere medir) se comprobó sometiéndola a la opinión de tres (3) profesionales expertos en el tema. Para el diseño definitivo del instrumento fueron consideradas sus recomendaciones ya sea mejorando la redacción de los ítem, reformulándolos o eliminándolos.
Para determinar la confiabilidad del instrumento (consistencia o precisión de la escala) se utilizó el Coeficiente Alfa de Cronbach 20. El valor obtenido para rtt fue de 0,99, que representa un índice aceptable con respecto a la medición de la reacción de los ítems del cuestionario, en función de las variables de la investigación. Evidenciando, finalmente una confiabilidad alta en el instrumento de recolección de datos elaborado. El 99% obtenido permite suponer que los sujetos mantendrán sus posiciones y opiniones a través de un periodo considerable de tiempo, lo cual refleja una adecuada confiabilidad del cuestionario.
RESULTADOS
De los 60 profesionales de la Odontología (48 mujeres y 12 hombres) que integraron la muestra no probabilística; sus edades oscilaron entre 23 y 69 años, integrando el 30.00% de los individuos el grupo etario de 25 a 29 años (gráfico 1).
En cuanto a los años de servicio en la Institución, se identificó una media de 9.17 años, un valor mínimo de 1 año y máximo de 30; concentrándose el 42.00% en el de los profesionales en el grupo: 1 a 3 años de servicio. (Grafico 2).
A continuación se exponen los resultados obtenidos para dos de las dimensiones que integraron la escala de actitudes, de acuerdo con el siguiente orden:
Actitud de los odontólogos hacia la discapacidad en niños y adolescentes
Actitud de los odontólogos hacia el tratamiento odontológico de los niños y adolescentes discapacitados
Con relación a la actitud hacia la discapacidad en niños y adolescente, pudo identificarse lo siguiente:
El 88.33% de los entrevistados expuso estar "completamente de acuerdo "y "de acuerdo" con la afirmación: Los niños y adolescentes discapacitados superan muchas barreras sociales (tabla 1) y no se identificaron diferencias significativas cuando intervienen las variables; edad, sexo y años de servicio en la institución. No obstante cuando se relaciona con el servicio en cual trabaja el odontólogo, el ?2 calculado es superior al ?2 de la tabla lo que indica asociación entre las variables a una probabilidad de 0.05 por ciento (tabla 2 y gráfico 3). Se observa que son profesionales de servicios semi-privados y privados (11.67%) los que expresan más desacuerdo con el contenido del ítem 1, en tanto que los odontólogos de los servicios públicos, en su totalidad apoyan la afirmación expuesta.
La aceptación del contenido de los ítem 6 al 10, por parte de los entrevistados estaría expresando desconfianza en cuanto a las posibilidades de realización personal y social de este grupo humano. Pudo verificarse que más del 60% de los entrevistados esta "en desacuerdo" o "totalmente en desacuerdo" con el contenido de los ítem 6, 7 y 8 . Esto evidencia la confianza que los odontólogos tienen con relación a la participación de los niños discapacitados en actividades comunales, en sus posibilidades sociales y la ausencia de prejuicios con relación a la discapacidad (tabla 1). No obstante, más del 50% de los odontólogos acepta que la vida de estos seres humanos debe ser organizada por otras personas; consideración que, naturalmente, podría condicionar las posibilidades de realización autónoma de estas personas. Así mismo estiman que su comportamiento es un obstáculo para la atención odontológica adecuada, lo que permite inferir que estos profesionales no han sido capacitados para la asistencia odontológica de estos pacientes y en consecuencia carecen de las herramientas metodológicas y técnicas que les permita la comunicación, una relación adecuada y por consiguiente seguridad en sus conocimientos teóricos y prácticos que les conduzcan al tratamiento exitosos de estas personas. El rechazo de la afirmación: los niños y adolescentes con discapacidades funcionales tienen desventajas sociales (ítem 7) por más de un 76% de los entrevistados, está indicando, juicios previos favorables a las posibilidades reales de este conglomerado humano de desempeñar tareas y funciones acordes con sus capacidades intelectuales y motoras en la sociedad actual. Destaca, igualmente, con relación al ítem una distribución diferencial de los valores y los años de servicio en la institución del personal que respondió a la entrevista; son los odontólogos con menos años de servicio los que más postulan la desventaja social (tabla y gráfico 4 y 5).
Síntesis de la actitud de los odontólogos entrevistados hacia los niños y adolescentes discapacitados
De las respuestas obtenidas para los primeros 5 ítem que expresan una actitud positiva hacia la discapacidad, en una escala entre 1 y 5, un 71 a 89% de las personas se concentran en los renglones 1 y 2 (completamente de acuerdo y de acuerdo), lo que indica aceptación del contenido de la afirmación y por consiguiente aceptación del niño y adolescente discapacitado. Sin embargo, aún es relevante la cantidad de profesionales que expresan no-aceptación a los contenidos de estos ítem o no asumen una posición de aceptación o rechazo (entre un 20 y 1,67 % de los entrevistados) (gráfico 6).
Con relación a los ítem 6 a 10, estos contienen aseveraciones que al igual que las anteriores permiten identificar la actitud del profesional en cuanto a la discapacidad y las posibilidades de participación social autónoma del discapacitado, pero en esta situación su contenido es negativo, en forma tal que al expresarse en desacuerdo o totalmente en desacuerdo con lo que se afirma se asume una posición de apoyo al niño y adolescente discapacitado. Pudo identificarse que sólo dos ítem obtuvieron de los entrevistados respuestas de desacuerdo y totalmente en desacuerdo que oscilaron entre 48.33% y 38.33%, lo que puede significar que los profesionales de la Odontología mantienen una actitud proteccionista hacia el niño o adolescente con discapacidad o desconocen sus posibilidades de actuación autónoma (gráfico 7).
Ravaglia (2001) señala que existe rechazo por el profesional de la Odontología hacia la asistencia odontológica del niño y adolescente discapacitado. Esto aunado a dietas blandas e inadecuada higiene bucal incrementa su problema estomatognático 9. Así, fue objetivo de esta investigación identificar qué actitud tienen los odontólogos con relación al tratamiento buco-dental de estos pacientes. Los resultados obtenidos se exponen a continuación.
Como puede observarse en la tabla 5, más del 75% de los entrevistados está de acuerdo con la afirmación, de los ítem 11 y 12; pero un 31.63% rechaza la afirmación "el odontólogo acepta tratar al niño o adolescente discapacitado en su clínica privada. Es igualmente significativo en los resultados obtenidos que más del 50% de los entrevistados se expresen "totalmente en desacuerdo" o "en desacuerdo" con el contenido de los ítem 14 y 15, los cuales expresan la función que debe desempeñar el odontólogo en la promoción y ejecución de programas tendentes a una mejor salud bucal para este sector de la población. Es necesario entonces, un cambio en el comportamiento del odontólogo, que reconozca las posibilidades de tratamiento de los niños y adolescentes discapacitados y su disposición profesional para que esto sea posible; contribuyendo así a que se incluya en los planes y programas nacionales de salud la asistencia odontológica del discapacitado y específicamente de los niños y adolescentes.
El acuerdo o desacuerdo con el contenido del ítem 15 se asoció al servicio en el cual trabaja el odontólogo, la prueba ?2, permitió identificar que existe asociación, y por consiguiente rechazar la hipótesis nula. Son los odontólogos de los servicios semi-privados y privados los que expresaron más desacuerdo con el contenido del ítem (tabla 6).
El 70.00% de los entrevistados manifestó estar "de acuerdo " o "totalmente de acuerdo "con la afirmación: el tratamiento odontológico de los niños y adolescentes con discapacidades es demasiado prolongado" lo que indica que los profesionales de la Odontología deberán ser debidamente estimulados, científica y técnicamente preparados para que asuman el reto de proporcionar salud bucal a estos pacientes. El acuerdo o desacuerdo con esta afirmación, se identificó asociada al servicio en que trabaja el odontólogo. Aunque los odontólogos de los servicios públicos aceptan que el tratamiento de este tipo de paciente es demasiado prolongado, los porcentajes más elevados de acuerdos y completamente de acuerdo se ubican en los servicios semi-privados y privados (tabla 7 y gráfico 8).
Una situación similar se observó para los ítems 17,18 y 20. Así para el 58,34% de los entrevistados el tratamiento del niño y adolescente discapacitados tiene resultados frustrantes, un 50% considera que requieren anestesia general y un 71.67% está "de acuerdo" o "completamente de acuerdo " cuando se afirma que se deriva a otros la atención de estos pacientes (tabla 5). Las respuestas para el ítem 19 aunque no se inclinan mayoritariamente hacia la "no aceptación", tampoco indican aceptación total de su contenido, sólo el 48.33% de los entrevistados acepta que estos pacientes deben ser atendidos, si lo requieren, en las clínicas privadas.
Síntesis de la actitud de los odontólogos entrevistados hacia el tratamiento odontológico de los niños y adolescentes discapacitados
El contenido de los ítem 11 y 12 obtuvieron el mayor porcentaje de odontólogos "de acuerdo" o "totalmente de acuerdo". Las afirmaciones 13, 14 y 15 relacionadas con la participación del odontólogo en la promoción de la salud bucal de estos pacientes y la asistencia en su clínica privada no obtuvieron el acuerdo de la mayoría. Se identifica, por consiguiente, discriminación en la asistencia a estas personas y carencia de interés por participar en acciones que genere más y mejor atención odontológica (gráfico 9). DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS
Los resultados obtenidos coinciden con otras investigaciones realizadas sobre el tema, reiterando que la actitud de los odontólogos hacia la atención de pacientes con discapacidad, no es favorable. Shakespeare (1981), identificó actitudes más positivas en la generación de jóvenes. Distintos resultados presenta Castillo y col, quienes no identificaron diferencias en las actitudes por grupos de edad y sexo, con relación a la discapacidad 8,9. Al igual que en los resultados arrojados por esta investigación, son los profesionales con menos años de servicio los que tienden a asignar a estos pacientes más ventajas sociales. E igualmente, los que tienen menos de 15 años de servicio los que están en desacuerdo con el tratamiento solamente de exodoncias y bajo anestesia general para el niño y adolescentes discapacitado."
CONCLUSIÓN
Se verificó asociación entre el servicio en el cual trabaja el profesional y la aseveración: "la demanda de asistencia en la clínica se incrementa cuando se atienden niños y adolescentes discapacitados", son los odontólogos de los servicios semi-privados y privados los que se manifestaron más "en desacuerdo" y "totalmente en desacuerdo", con la afirmación. Estos resultados indican que toda la población deberá recibir información con relación a las necesidades de los pacientes discapacitados, tratando de promover en ellos un cambio de actitud.
RECOMENDACIONES
Es conveniente y necesario, hacer extensivo a todos los odontólogos de los servicios la información /educación que conciencie con relación a la discapacidad, y las posibilidades de realización en todas las esferas de la vida, de este grupo humano; sí el estimulo y el apoyo familiar, profesional y social se manifiesta en el momento oportuno.
Hay posibilidades reales de iniciar con los profesionales de la Odontología, programas para eliminar creencias inconsistentes, proporcionándoles información que apoye su elección de un cambio de conducta hacia el discapacitado.
En el pre grado de todas las Facultades de Odontología se deberá incluir como área de estudio la asistencia odontológica al discapacitado. Así se estará modelando la conciencia del futuro profesional para el tratamiento odontológico de este paciente en los servicios públicos, semi-privados y privados.
Es recomendable que el Colegio de Odontólogos de Venezuela (Seccional Zulia), intervenga y programe actividades que tengan como centro el niño y adolescente discapacitado. La promoción anual a través de foros, talleres, conferencias y otros, también es recomendable.
El odontólogo debe proporcionar la asistencia primaria que requiera el paciente y derivarlo al especialista u otros profesionales cuando la situación realmente lo amerite. Nuevamente se debe ratificar la necesidad de concienciar al profesional de la Odontología para que asuma su responsabilidad por la salud odontológica de este amplio conglomerado humano.
La ausencia de participación de los odontólogos en actividades que promuevan más y mejor salud bucal para estos pacientes, permite identificar discriminación y carencia de interés por mejorar su salud. En este aspecto las organizaciones docentes y gremiales deberán fomentar la enseñanza de la Odontología para personas discapacitadas y organizar campañas dirigidas a toda la población en las que la Odontología participe y reconozca su responsabilidad en el problema.
Se deberá insistir en la formación de pre y post grado, en la amplitud de tratamientos odontológicos que pueden ser realizados a los discapacitados bajo anestesia general o no y formar jóvenes con vocación de servicio para este grupo humano.
Es recomendable, que en el pre y post grado de las Facultades de Odontología se formen estudiantes en las más avanzadas técnicas psicológicas y odontológicas que permiten al discapacitado tener cada día una mejor asistencia y por ende mejor salud bucal.
Sin establecer discriminaciones, se debería establecer horarios específicos para la atención del niño y adolescente discapacitado o fomentar la creación de centros de salud exclusivamente para los discapacitados, sin que esto signifique segregarlos del resto de la sociedad. Esto implicaría una atención más especializada y dirigida única y exclusivamente a ellos.
Es necesario un cambio de actitud en la discapacidad y el tratamiento odontológico del discapacitado. Este proceso de cambio debe gestarse desde la sociedad misma a través de políticas de Estado que establezcan como prioridad la asistencia en salud, incluyendo la salud odontológica del discapacitado. De no surgir estos programas como iniciativas de políticas de Estado, las instituciones formadoras de recursos humanos en salud y las instituciones gremiales que agrupan a los profesionales de la salud deberán actuar en consecuencia e instituir las decisiones que surjan de organismos y asociaciones internacionales no gubernamentales, sin fines de lucro, de apoyo al discapacitado.
LITERATURA CITADA
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