Revisiones Bibliográficas
Bacterias periodontopatógenas: bacilos anaerobios Gram negativos como agentes etiológicos de la enfermedad periodontal
Recibido para arbitraje:218/08/2003
Aceptado para publicación: 30/10/2003Resumen:
El presente artículo es una revisión de la literatura sobre las principales características de las Bacterias Anaerobias Gram Negativas: Porphyromonas, Prevotella, Bacteroides y Fusobacterium, el rol que juegan estos microorganismos en la enfermedad periodontal, sus factores de virulencia, así como diferentes estudios donde se reportan aislamientos de estas bacterias a partir de cultivos microbiológicos e igualmente se reportan de otros ensayos para la detección de estos microorganismos.
Abstract:
The present article is a revision of the literature on Gram Negative Anaerobic Bacteria: Porphyromonas, Prevotella, Bacteroides y Fusobacterium, the principals characteristics, factors of virulence, the role of these microorganisms in the periodontal diseases, and several studies that has been demonstrated isolated in microbiological culture as other methods for the detection of these microorganism.
Palabras clave: Bacterias periodontopatógenas, Bacilos Anaerobios Gram Negativos, Porphyromonas, Prevotella, Bacteroides y Fusobacterium.
Resumo
O artigo atual é uma revisão da literatura no cano principal características das bactérias anaeróbicas do Gram negativo : Porphyromonas, Prevotella, Bacteroides e Fusobacterium, o rolo que estes microorganismos na enfermidade peridental jogam, seus fatores do virulência, si bem os estudos diferentes de onde isolações destas bactérias as cultivos microbiológicos são relatados e também relatadas de outras testes para a deteção destes microorganismos
Palavras chave: Bacterias periodontopatógenas, Bacilos Anaerobios Gram Negativos, Porphyromonas, Prevotella, Bacteroides y Fusobacterium. |
Desde el siglo pasado se han acumulado una cantidad de evidencias sobre la etiología de la periodontitis, pero pocos microorganismos, han sido hasta ahora denominados patógenos periodontales, los cuales, están relacionados con la iniciación y progresión de la enfermedad. Aunque hay mas de 300 especies que se aíslan en los sacos periodontales, solo un pequeño porcentaje de ellas se consideran etiológicamente importantes. El grupo de Bacilos Anaerobios Gram Negativos mayormente relacionados en la etiología de la enfermedad periodontal comprende los Géneros
Porphyromonas, Prevotella, Bacteroides y
Fusobacterium, los cuales están ubicados dentro de la familia
Bacteroidaceae, según Bergey's Manual of Systemic Bacteriology (1994). La clasificación de estas bacterias ha sido difícil y por ello a lo largo de los años han emergido numerosas reclasificaciones taxonómicas, que posiblemente continúen en el futuro
1.
Género Porphyromonas
Las especies del Género
Porphyromonas anteriormente ubicadas dentro del Género
Bacteroides 2, se caracterizan por ser bacilos pleomórficos o cocobacilos, inmóviles, no esporulados. Carecen de metabolismo fermentativo, por lo que son llamadas asacarolíticas, utilizan substratos nitrogenados como fuente de energía, no se desarrollan en presencia de bilis y son sensibles a la vancomicina
1,3,4.
Actualmente el Género
Porphyromonas comprende doce especies, pero solo tres se han aislado de la cavidad bucal del hombre,
P. gingivalis, P. endodontalis y
P. asaccharolytica. Estas especies se caracterizan, además, por producir un pigmento negro en sus colonias, característica que se observa en medios de cultivo que contienen sangre lisada, hemina y vitamina K
5,6. Dicha pigmentación se debe a la presencia de hemina y protoporfirina. La hemina, producto de la descomposición de la hemoglobina es un factor relevante para el crecimiento de estas bacterias tanto in vivo como in vitro
1,3,4.
P. gingivalis, ha sido considerada una bacteria periodontopatógena por excelencia, se aísla del surco gingival especialmente cuando no existe una buena salud periodontal, y se ha asociado especialmente con la progresión de la periodontitis crónica en el adulto
7.
Van Winkelhoff (1988); Marhs (2000); Liebana (2002), refieren que
P. gingivalis es el microorganismo más patógeno dentro del grupo de Bacilos Anaerobios Gram Negativos. Ellos señalan que el poder patógeno de esta bacteria en la colonización, destrucción del tejido periodontal y evasión de las defensas del hospedero, tiene relación con un gran número de factores de virulencia
7,8,9. Se ha demostrado que esta bacteria posee elementos estructurales que favorecen su virulencia como: Fimbrias, que se comportan como adhesinas, que intervienen en el proceso de adhesión a tejidos del hospedero y en la coagregación bacteriana; Hemaglutininas, que participan en la aglutinación de hematíes en los inicios de la colonización tisular; Residuos proteicos, glucídicos y de lipopolisacáridos, que contribuyen a los procesos de adhesión a células epiteliales, y a la coagregación con otras bacterias; Cápsula, cuya acción es fundamentalmente antifagocítica; Vesículas superficiales, que participan en la captación de nutrientes
9.
Al parecer una subunidad de las fimbrias de
P. gingivalis, conocida como gen
fim A, clasificada en cinco genotipos (I,II,III,IV,V) basado en sus secuencias de nucleótidos, es el factor de virulencia más importante involucrado en las interacciones bacterianas y con el hospedero. Recientemente, estudios realizados por Nakagawa y col. (2002), demostraron una fuerte relación entre cepas de
P. gingivalis que poseen genes
fim A tipo II-IV con la periodontitis crónica en el adulto y la progresión de la enfermedad
10. También esta bacteria, es capaz de producir una variedad de enzimas que causan alteraciones directamente en los tejidos del periodonto. Entre éstas, se encuentran: la colagenasas o gingipainas, que actúa sobre el colágeno del ligamento periodontal y hueso alveolar; las enzimas trípsicas, que lo hacen sobre el colágeno alterado; hialuronidasa, que actúa sobre el ácido hialurónico del tejido favoreciendo la difusión del microorganismo; fosfatasa ácida y alcalina, que determinan la pérdida del hueso alveolar, y otras enzimas como fosfolipasa A, heparinasa, desoxirribonucleasa, condroitinsulfatasa, gelatinasa y queratinasa, que de alguna manera contribuyen a la destrucción tisular
9.
Género Prevotella
Las especies que conforman el Género
Prevotella, anteriormente clasificadas dentro del Género
Bacteroides; son bacilos cortos, pleomórficos, generalmente de 0,4um por 0,6 a 1um de longitud, inmóviles, no esporulados. Capaces de producir pigmentos, moderadamente fermentativos, sensibles a la bilis y resistentes a la vancomicina. Al igual que
Porphyromonas, son exigentes en cuanto a Vitamina K, hemina y sangre para su crecimiento
11,12.
Atendiendo a la producción de pigmento marrón oscuro o negro, característica que se observa de 2 a 3 semanas en sus colonias desarrolladas en agar sangre; las especies de interés odontológico se clasifican en dos grupos: 1 Especies pigmentadas:
P. intermedia, P. melaninogenica,P. loescheii, P. corporis, P. nigrescens, P. pallens, y, 2) Especies no pigmentadas:
P. bivia, P. buccae, P. buccalis, P. disiens, P. oralis, P. oris, P. oulorum, P. veroralis, P. heparinolytica, P. zoogleoformans 3.
Todas estas especies, tienen su hábitat en la cavidad bucal, principalmente en el surco gingival, y de todas ellas,
P. melaninogenica y P. loescheii son las de mayor poder fermentador; las demás especies sólo poseen capacidad sacarolítica sobre un determinado numero de azúcares. Cabe resaltar que
P. nigrescens, fenotípicamente idéntica a
P. intermedia, es una nueva especie derivada de un grupo genotípicamente diferenciado de cepas incluidas antiguamente en
P. intermedia 3. Las especies más implicadas en la periodontitis son
P. intermedia, P. loescheii y
P. melaninogenica, en las que se han descrito fimbrias, como adhesinas, que intervienen en la adhesión y coagregación bacteriana. También se ha comprobado su capacidad para degradar inmunoglobulinas, su acción tóxica sobre fibroblastos, su actividad fibrinolítica, y el estímulo de su crecimiento por hormonas como estradiol y progesterona. Igualmente, se ha demostrado
in vitro que
P. loescheii y
P. melaninogenica tienen efecto inmunosupresor por inhibir la proliferación de linfocitos B e inmunoglobulinas. La significación patógena en el resto de especies no es bien conocida, por lo que se relacionan en esta enfermedad unidas a otras bacterias, con carácter sinérgico y polimicrobiano
12,13.
Género Bacteroides
Pertenecen a este Género una gran variedad de especies ubicadas en el Grupo
Bacteroides fragilis (
B. fragilis, B. caccae, B. distansonis, B. eggerthii, B. merdae, B. ovatus, B. stercoris, B. uniformis, B. vulgatus), aisladas con frecuencia en infecciones de importancia clínica en el ser humano. Estas especies forman parte de la microflora autóctona del tracto gastrointestinal, pero raramente se encuentran en boca
3. En cavidad bucal solo tienen interés las especies,
B. capillosus, B. heparinolyticus, y
B. forsythus, que frecuentemente habitan en el surco gingival. Estas especies se caracterizan por ser bacilos pleomórficos, anaerobios estrictos, inmóviles, no esporulados, no fermentativos y no crecen en bilis. Su crecimiento
in vitro es difícil, sin embargo, el desarrollo de sus colonias en placas de agar sangre es favorecido por la presencia de N-acetilmuramato, hemina y vitamina K
1,3. Estas especies aunque se incluyen en el Genero
Bacteroides, no pertenecen al Grupo
fragilis, ya que no cumplen con todas las características que definen el mismo, siendo su situación taxonómica incierta y aun esperan por su reclasificación
3.
B. forsythus, se ha asociado frecuentemente con periodontitis refractaria. Al parecer, su virulencia está relacionada con la producción de neuraminidasas y enzimas tripsicas con especificidad sobre proteínas con residuos de arginina
14.
Género Fusobacterium
Las bacterias que conforman el Género
Fusobacterium, se caracterizan por ser bacilos largos fusiformes, inmóviles, no esporulados y generalmente no fermentativos. La producción de ácido butírico como principal producto metabólico permite diferenciar
Fusobacterium de
Prevotella,
Porphyromonas y
Bacteroides 1,3.
Se han descrito varias especies que habitan en el surco gingival en la cavidad bucal, entre ellas las más comunes son
F. nucleatum, F. naviforme, F. periodonticum, F. alocis y
F. sulci. Estas especies han sido relacionadas con la enfermedad periodontal, sin embargo, su significación como patógenos es dudosa, a excepción de
F. nucleatum 9, especie que se ha sido aislado con mayor frecuencia en el surco gingival. Se han descrito hasta los momentos cinco subespecies de esta especie bacteriana:
F. nucleatum nucleatum, F. nucleatum polymorphum, F. nucleatum fusiforme, F. nucleatum vincentii y
F. nucleatum animalis. De ellas
F. nucleatum nucleatum, es significativamente frecuente en la periodontitis
3,9,15. Su poder patógeno está asociado a la presencia de fimbrias, lipopolisacáridos, a la producción de factores solubles inhibidores de la quimiotaxis de los polimorfonucleares y a la elaboración de metabolitos que se comportan como compuestos tóxicos tisulares
9.
Mecanismos de patogenicidad.
El rasgo sobresaliente de la periodontitis crónica es la destrucción de los tejidos del soporte del diente. La existencia de placa dental es fundamental en este proceso. La colonización de los tejidos periodontales por especies bacterianas patógenas es el primer paso para el desarrollo de esta enfermedad. Este proceso destructivo se debe a la entrada de la bacteria o de sus productos bacterianos a los tejidos periodontales. En consecuencia, la destrucción periodontal deriva de productos bacterianos que causan directa o indirectamente daño en los mismos
7, 6.
Lindhe (2000), expresa que todos los tipos de enfermedad periodontal están asociados a la presencia de microorganismos patógenos en la placa subgingival, principalmente por especies Anaerobias Gram Negativas, que colonizan y proliferan en el tejido periodontal y a la susceptibilidad del hospedero. El resultado de esta interrelación, en el caso de la periodontitis, es la formación de un saco periodontal y una reacción inflamatoria del tejido mediada por células fagocíticas, plasmáticas, linfocitos T y B, las cuales podrían dañar estructuras del tejido conectivo y el hueso alveolar
17.
Marsh y Martin (2000), señalan que los determinantes de patogenicidad de los periodontopatógenos comprenden factores que favorecen a una especie bacteriana para colonizar e invadir el tejido periodontal, y mecanismos que permiten evadir las defensas del hospedero y causar daño en el tejido periodontal
7.
1. Colonización e invasión de los periodontopatógenos en los tejidos:
La adherencia de bacterias a diferentes superficies del medio como placa, dientes y tejidos, favorecen la colonización y posterior invasión de dichas bacterias a los tejidos periodontales. Las bacterias que colonizan inicialmente el tejido periodontal probablemente se fijan a la superficie dental, tal es el caso de
A. viscosus que se adhiere mediante fimbrias a proteínas ricas en prolina presentes en las superficies dentales
7,18.
De igual forma, las interacciones entre las especies bacterianas y diferentes superficies determinadas por moléculas específicas, llamadas adhesinas, son importantes en la colonización del tejido periodontal. Socransky (1991), describe las interacciones entre
A. viscosus por medio de fimbrias a un receptor polisacárido de
S. sanguis, entre
P. loescheii a través de fimbrias a residuos de galactosil de
S. sanguis y entre
F. nucleatum por medio de proteínas de membrana externa a residuos de galactosil de
P. gingivalis que se encuentran en la masa de placa dental
19.
Moore (1991) y Kamma (1995), señalan que la colonización de los dientes por
Actinomyces sp. y
Streptococcus sp. coagregados con
F.nucleatum y otras especies, producen irritación de los tejidos, sangramiento y exudado, y a su vez estimula el crecimiento de especies de
Porphyromonas, Prevotella y de otros microorganismos asociados con la destrucción del tejido, confirmando así el escenario para el desarrollo de la enfermedad periodontal
20,21. Esta colonización podría ser un paso crítico en el proceso de la invasión bacteriana y en consecuencia, permitir que
P. gingivalis, P. intermedia y
F. nucleatum puedan fijarse a otras bacterias, a células epiteliales del tejido, al fibrinógeno y fibronectina del tejido
22,23.
La invasión por parte de las bacterias o de sus productos metabólicos a los tejidos del periodonto es esencial para el desarrollo de la enfermedad periodontal. Las bacterias pueden penetrar los tejidos a través de ulceraciones en el epitelio del surco gingival o del saco periodontal, por la penetración directa de las bacterias al interior del tejido conectivo del hospedero, y mediante la acción de enzimas como las colagenasas, fibrinolisinas, hialuronidasa, entre otras
24.
Las especies bacterianas identificadas con capacidad para invadir los tejidos se asocian firmemente con sitios enfermos. Investigaciones realizadas han demostrado la capacidad de
A. actinomycetemcomitans, P. gingivalis y
T. denticola de invadir directamente las células del tejido del hospedero
24,25. Esta capacidad de invasión por parte de las bacterias, se ha descrito como un como factor clave para distinguir las especies patógenas Gram Negativas de otras no patógenas
26.
2. Mecanismos de evasión o alteración de las defensas del hospedero:
La capacidad de las bacterias de adherirse a superficies, no permite que sea desplazada por secreciones en los tejidos del hospedero, y la invasión por parte de ellas a las células del tejido favorece la alteración de las barreras naturales de defensa de los tejidos del hospedero. Otros mecanismos mediante los cuales las bacterias periodontales pueden evadir las defensas del hospedero se deben a la capacidad de algunas patógenos de producir proteasas que degradan inmunoglobulinas producidas por el hospedero, las cuales, operan para facilitar la fagocitosis de las bacterias o para bloquear la adherencia fijándose a la superficie de la célula bacteriana
9.
Se ha demostrado que
P. gingivalis, P. intermedia, P. melaninogenica y
Capnocytophaga, producen proteasas con capacidad de destruir las inmunoglobulinas (IgA, IgM e IgG), factores del complemento (C3, C4 y C5), y otras proteínas plasmáticas importantes en la iniciación y control de la respuesta inflamatoria como µ -2 macroglobulina, inhibidor de C1, antitrombina, µ -2 antiplasmina y plasminógeno. Asimismo, producen cambios en los polimorfonucleares, degradan proteínas transportadoras de hierro, como albúmina haptoglobina, hemopoxina y transferrina
27,28.
Diversos autores coinciden en señalar que las proteasas bacterianas pueden jugar un papel crítico en la colonización y supervivencia de las bacterias en sitios subgingivales y posterior progresión de la enfermedad periodontal. Estas enzimas alteran los mecanismos de defensa del hospedero, degradan las proteínas del mismo, incluyendo componentes del tejido periodontal, sin embargo, aun no se precisa la función de las proteasas bacterianas en la enfermedad, dado que enzimas similares en el medio periodontal podrían provenir de células de los tejidos del hospedero
13,29,30.
3. Mecanismos que inducen daño al tejido periodontal del hospedero:
Muchas de las investigaciones sobre los factores de virulencia de los patógenos periodontales se han enfocado hacia las propiedades de las bacterias relacionadas con la destrucción de los tejidos del hospedero. Dichas propiedades han sido clasificadas como las que producen daño directamente a los tejidos y las que estimulan indirectamente la liberación de metabolitos biológicamente activos a partir de las células de los tejidos del hospedero
7.
Estudios realizados señalan que dentro del grupo de Bacilos Aanaerobios Gram Negativos,
P. gingivalis y
P. intermedia, junto con otras especies menos patógenas, producen una variedad de enzimas, tales como hialuronidasas, condroitin sulfatasa, heparinasa, B-glucosidasa y N-acetilglucosaminidasa, mediante la cual pueden hidrolizar componentes del tejido, lo que favorece la destrucción del mismo
9.
Es importante señalar la gran actividad colagenolítica que posee
P. gingivalis, la cual le permite degradar el colágeno, principal constituyente de los tejidos gingivales humanos, favoreciendo así la colonización e invasión del microorganismo y posterior destrucción del tejido. Asimismo, produce ciertas proteasas tiolíticas y casenolíticas, conocidas como gingipainas, que contienen cisteína y poseen especificidad sobre proteínas que contienen arginina o lisina. Estas proteasas se comportan como colagenasas que actúan, degradando el colágeno, en consecuencia produce daño en el ligamento periodontal, tejido conectivo del diente y resorción ósea; destruyen los eritrocitos para la obtención de hierro; y provocan destrucción de las inmunoglobulinas y proteínas reguladoras de la respuesta inmune
27,29.
Grenier y Turgeon (1994), determinaron la presencia de bacterias proteolíticas en placa subgingival de pacientes adultos con periodontitis.
P. gingivalis y
P. intermedia, fueron las especies más frecuentes aisladas en sacos periodontales en 11 de 13 pacientes estudiados. Otras bacterias proteolíticas encontradas fueron
Capnocythophaga sp., Actinomyces sp.,P. acnes y
P. micros, las cuales pueden contribuir significativamente a la actividad proteolítica en los sitios afectados. Los resultados obtenidos de este estudio demuestran que las proteasas elaboradas por estas bacterias, no solamente favorecen la progresión de la enfermedad, sino también afectan la integridad del tejido y los mecanismos de defensa del hospedero
13.
Por otra parte, algunos periodontopatógenos producen ciertos metabolitos que contribuyen con la destrucción del tejido periodontal, tales como: amoníaco, compuestos de sulfuro, ácidos grasos, péptidos e indol. Estos metabolitos también pueden inhibir la quimiotaxis leucocitaria, inducir la activación policlonal de los linfocitos B, ejercer una acción inhibidora de la proliferación fibroblástica, e incluso inducir a las células del hospedero a elaborar una procolagenasa, que determinaría, en ausencia de respuesta local del mismo, un fenómeno de autodestrucción
9.
Cabe destacar, que el sistema inmunológico del individuo es una compleja red de interacciones entre células y moléculas reguladoras. Los productos bacterianos pueden afectar dicho sistema, dando como resultado la inhibición del mismo. Una interacción bien definida abarca la liberación de interleuquina 1, factor de necrosis tumoral y prostaglandinas de macrófagos y monocitos expuestos a la endotoxina bacteriana (lipopolisacárido). Estas citocinas derivadas poseen el potencial de estimular la reabsorción ósea y activar o inhibir otras células inmunitarias
7,9.
Métodos de identificación
Durante años el diagnóstico de la enfermedad periodontal se ha basado en las mediciones clínicas y radiográficas. Los parámetros de evaluación como: inflamación de los tejidos, profundidad del surco gingival y evidencias radiográficas de pérdida de hueso alveolar, permanecen como las bases en el diagnóstico clínico de la enfermedad en los pacientes
16.
Sobre la base de que algunos autores definen a la periodontitis como un proceso infeccioso relacionado con la acumulación de placa dental, así como también con la presencia de microorganismos patógenos, siendo las bacterias anaerobias las principalmente involucradas
7,31,32, se han realizado diferentes estudios con el objetivo de mejorar las técnicas para cultivar, reconocer y enumerar dichos patógenos. A partir de 1960, las investigaciones realizadas dieron a conocer la existencia de microorganismos específicos en la placa subgingival de pacientes con periodontitis, diferentes a los microorganismos hallados en la placa subgingival de pacientes periodontalmente sanos
33. Estas investigaciones permitieron la introducción de métodos basados en técnicas de laboratorio, mucho más sensibles y específicas, para la detección de patógenos específicos.
El desarrollo de las técnicas microbiológicas anaerobias durante los últimos 30 años, ha permitido considerablemente la comprensión de la etiología de las infecciones periodontales; se sabe por diversos estudios, que las infecciones son polimicrobianas, dominadas principalmente por especies de bacilos anaerobios
31. Es por ello, la razón de utilizar métodos apropiados con el fin de identificar este limitado número de bacterias específicas que se encuentran en la placa dental subgingival de pacientes con la enfermedad.
Las pruebas microbiológicas convencionales para el aislamiento e identificación de bacterias periodontopatógenas incluyen, el empleo de medios de cultivos enriquecidos y pruebas de fermentación de azúcares para la diferenciación de las especies aisladas. Estas pruebas son las únicas que permiten detectar un amplio número de bacterias, así como también, la sensibilidad de los microorganismos aislados a los antibióticos
1,9,34.
Como medios de cultivos primarios para el aislamiento se recomiendan: Agar Base Shaeldler, Agar Base Wilkins Chanlgren, Agar Base Columbia, Agar Base Brucella y Agar Base Tripticasa, suplementados con ácido nalidíxico y vancomicina, además de, sangre, hemina y vitamina K, los cuales favorecen el crecimiento de especies de Bacteroides, Fusobacterim y Prevotella
3,4,31,34,35. No obstante, debido a la dificultad de cultivar y recuperar todos los microorganismos periodontopatógenos en los medios de cultivos, y al tiempo prolongado de las pruebas, aproximadamente de tres semanas para obtener los resultados; varios investigadores han probado otras técnicas microbiológicas que permiten identificar y cuantificar bacterias específicas en los diferentes tipos de periodontitis
5,6.
Como alternativa a los medios de cultivo enriquecidos, la microscopía de campo oscuro es un método sencillo y rápido, que puede emplearse para reconocer morfotipos bacterianos difíciles de cultivar, así como también, para determinar la movilidad de algunas especies bacterianas. Sin embargo, la mayor parte de los periodontopatógenos como
A. actinomycetemcomitans, P. gingivalis y
P. intermedia son bacilos inmóviles, por lo tanto, no pueden detectarse a través de este método, además, tampoco permite diferenciar las diversas especies móviles de Treponema. Por estas razones, las investigaciones realizadas señalan que este método solo es útil para distinguir grupos bacterianos en pacientes con enfermedad periodontal y periodontalmente sanos o tratados, y, relacionar la presencia de
Treponema sp. con la profundidad de los sacos periodontales
36,37,38.
También hoy en día, se disponen de sistemas microbioquímicos enzimáticos que permiten la identificación rápida de especies de bacterias anaerobias a partir de cultivos puros de muestras de placa subgingival, como: API Zym, API ANADENT, API 20A, Rapid ID 32A
35,39,40,41 y substratos derivados del 4-metiyumbelliferone
42,43,44.
Por otra parte, debido a que la actividad enzimática proteolítica ha sido considerada un factor clave en la destrucción del tejido periodontal, Loesche (1986), propuso la utilización de la reacción BANA (N-benzoilo-D-L-arginina-2-naftilamida), que mide directamente la actividad de la enzima tripsina en muestras de placa subgingival, producida por
B. forsythus, P. gingivalis, T. denticola y especies de
Capnocytophaga . La actividad de dicha enzima se mide al observar la hidrólisis del sustrato N-benzoilo-D-L-arginina-2-naftilamida, que sirve como marcador de riesgo en el desarrollo de la enfermedad periodontal
45.
Los ensayos inmunológicos, también son usados para la detección de periodontopatógenos específicos. Estos incluyen la utilización de anticuerpos monoclonales dirigidos contra antígenos bacterianos o factores de virulencia, que solo reaccionan con la especie bacteriana "blanco". Estas pruebas comprenden técnicas de inmunofluorescencia directa con substratos fluorogénicos
44,46 y de inmunoabsorbencia ligado a enzimas (Elisa)
47.
Además de las pruebas microbiológicas convencionales, enzimáticas e inmunológicas antes mencionadas, existen otros métodos para la detección de periodontopatógenos a través de fragmentos específicos de ADN de las bacterias. Estas pruebas incluyen, Hibridrización de Sondas de ADN
40,,46, 48,49, Análisis de Endonucleasas de Restricción de (AER) y la Reacción en Cadena de la Polimerasa (RCP)
39,41. Las pruebas que utilizan fragmentos de ADN para la detección de periodontopatógenos, son pruebas rápidas, sensibles y específicas, en comparación con la utilización de los medios de cultivos, sin embargo, de acuerdo a la revisión realizada, se encuentran disponibles sólo para unos cuantos patógenos, no permiten conocer la sensibilidad de los microorganismos a los antibióticos y requieren de equipos muy costosos, por lo que se utilizan principalmente en laboratorios especializados de investigación
48.
Estudios recientes en poblaciones humanas, señalan que determinaciones en suero de títulos de anticuerpos IgG ante bacterias periodontopatógenas, principalmente P. gingivalis, sirven de indicadores para: a) el diagnóstico de la enfermedad periodontal y los períodos de destrucción activa del tejido periodontal, b) evaluar la respuesta al tratamiento y el pronóstico de la enfermedad
50,51.
Botero (1995), recomienda como métodos diagnósticos para detectar la actividad de la enfermedad periodontal, la detección de patógenos periodontales en cultivos enriquecidos, la determinación de anticuerpos IgG específicos contra patógenos periodontales y análisis de los componentes del fluido gingival crevicular, que contiene derivados de la placa microbiana subgingival, del fluido intersticial y productos derivados del hospedero
52.
Por lo anteriormente señalado, actualmente, se disponen junto con las técnicas convencionales de cultivo, de pruebas rápidas que permiten detectar bacterias específicas provenientes de muestras de placas subgingival y sacos periodontales. De manera general, todas estas pruebas constituyen una herramienta de ayuda en el diagnóstico de la periodontitis, que dependiendo del perfil bacteriano permiten, no sólo diferenciar los tipos de enfermedad, sino también, establecer que sitios periodontales en los pacientes corren más riesgo de sufrir destrucción activa, así como, la erradicación de microorganismos periodontopatogénicos a través de la implementación de un tratamiento adecuado.
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