Marianella Perrone. Profesor Titular. Jefe del Laboratorio de Microbiología del Instituto de Investigaciones Odontológicas "Dr. Raúl Vincentelli" y Coordinadora Adjunta de Investigación. Facultad de Odontología, U.C.V
Ana María Acevedo. Profesor Titular. Jefe del Laboratorio de Bioquímica del Instituto de Investigaciones Odontológicas "Dr. Raúl Vincentelli", Facultad de Odontología, U.C.V
Rosandra Mazzali de Ilja. Bioanalista-Microbióloga Jubilada, Cátedra de Microbiología. Facultad de Odontología, U.C.V
Recibido para arbitraje:21/03/2002
Aceptado para publicación: 29/05/2002
Resumen: Rothia dentocariosa es una bacteria que ha sido implicada en la etiología de diferentes procesos infecciosos. Esta especie se ha relacionado con la caries dental y la enfermedad periodontal, por lo que se han realizado algunas investigaciones para determinar la naturaleza de esta relación. La presente revisión incluye algunos de los principales aspectos relacionados con la historia, taxonomía, ecología y cultivo de este microorganismo. También se enfatiza sobre la morfología, fisiología e inmunología, así como sobre diversas consideraciones en relación con su patogénesis, a fin de establecer su participación como microorganismo oportunista en algunas enfermedades infecciosas.
Abstract: Rothia dentocariosa has been implicated in the etiology of different process. It has been associated with dental caries and periodontal disease and some researches has been ocurred that attempted to determined the basis of this relationship. The present review includes some of the principal aspects related to the history, ecology, taxonomy and culture characteristics of this microorganism. It is relevant to emphasize about the morphology, physiology and immunology as well as some considerations about its pathogenesis in order to establish its participation as opportunist´s microorganism in some infection disease.
RESUMO Rothia Dentocariosa foi implicado na etiologia de processo diferente. Foi associado com cáries dentais e doença peridental e algumas pesquisas foram ocurridas que tentou para determinado a base desta relação. A revisão presente inclui alguns dos aspectos principais relacionados à história, ecologia, taxonomia e características de cultura deste microorganismo. É pertinente para enfatizar sobre a morfologia, fisiologia e imunologia como também um pouco de considerações sobre seu pathogenesis para estabelecer sua participação como microorganismo de oportunistas em alguma doença de infecção.
INTRODUCCIÓN:
La cavidad bucal humana posee una serie de condiciones tales como: temperatura, pH óptimo, tensión de O2, humedad dada por la saliva, así como diversos nutrientes tanto extrínsecos (provenientes de la dieta) como intrínsecos (provenientes de los microorganismos y del hospedero), lo que permite que se alojen en ésta gran variedad de microorganismos, muchos de los cuales forman parte de la microbiota residente, destacándose entre otros Rothia dentocariosa.
Han sido diversos los nombres que se le han dado a este microorganismo desde que Onisi, en 1949 identificara como Actinomyces dentocariosus a la que fuese aparentemente la primera bacteria proteolítica aerobia que se aisló a partir de la dentina cariada en humanos1. Posteriormente, Roth2 realizó un estudio donde se examinaron desde el punto de vista bacteriológico 104 dientes humanos con caries dental, y en el cual describió varios grupos de microorganismos proteolíticos considerándolos idénticos a los aislados por Onisi, y entre los cuales se hallaba A. dentocariosus. Sin embargo, se sugirió en ese entonces que se reclasificara a esta especie como Nocardia dentocariosus, Gaffkya dentocariosus y Micrococcus pyogenes.
Davis y Freer3 propusieron el nombre de Nocardia salivae para la especie aerobia perteneciente al Orden Actinomycetales, aislada regularmente de la cavidad bucal humana. Señalaban estos autores que este microorganismo poseía una amplia variedad de formas, siendo las células en ocasiones robustas, las cuales variaban considerablemente de diámetro. Estas, no se desarrollaban en condiciones de anaerobiosis.
Otro estudio realizado por Roth y Thurn4, en el que se tomaron muestras de dentina cariada humana, reveló que en 28 de ellas se aisló e identificó a la especie N. dentocariosus. Esta especie, según lo establecieron los autores antes mencionados, viene a a ser la misma bacteria aislada por Onisi (A. dentocariosus) y era muy similar, pero no idéntica a N. salivae. Durante algunos años se mantuvo vigente la denominación de N. dentocariosus, cuando se hacía referencia al actinomiceto aerobio aislado de la cavidad bucal humana, pero se realizaron una serie de investigaciones que trajeron como resultado el hecho de que N. dentocariosus y N. salivae eran idénticas, y por lo tanto, era una sola especie1. No obstante, Nocardia y Actinomyces no eran los géneros apropiados para denominar a la especie denominada por Onisi. Esto se debe a varias razones que se exponen a continuación.
En algunas especies del género Nocardia, se pueden observar con cierta frecuencia la formación de micelio aéreo y de conidias, en tanto que N. dentocariosus jamás ha mostrado producir conidias ni micelio aéreo.
Las especies pertenecientes al género Nocardia crecen en medios que contienen nitrógeno inorgánico, en medios selectivos como Agar Dextrosa Sabouraud, Agar Czepek Dox , Agar nutritivo y atacan la parafina, mientras que N. dentocariosus no es capaz de crecer en los medios antes mencionados, ni es capaz de atacar la parafina.
N. dentocariosus fermenta fácilmente los azúcares con la consiguiente producción de ácidos. Las otras especies del género Nocardia oxidan azúcares, pero no los fermentan.
En referencia al análisis de la pared celular, se ha determinado que N. dentocariosus no contiene ácido diaminopimélico en su pared, mientras que las otras especies del género Nocardia si poseen este ácido como componente de la misma.
Aún cuando N. dentocariosus es morfológicamente similar a las especies que pertenecen al género Actinomyces, particularmente en lo que respecta a su forma filamentosa, esta especie tiende a ser más pleomórfica que cualquiera de las especies de Actinomyces conocidas hasta ese entonces, además de que nunca se ha observado que las especies del género Actinomyces adquieran forma cocácea, mientras que N. dentocariosus si puede presentar la morfología antes mencionada. Esto evidencia desde luego que este microorganismo no pueda clasificarse dentro del género Actinomyces.
Las especies ubicadas dentro del género Actinomyces crecen y se mantienen bajo condiciones de anaerobiosis; N. dentocariosus no crece ni se mantiene bajo estas condiciones.
La inhabilidad para sintetizar la enzima catalasa, licuar la gelatina, peptonizar la leche, fermentar el glicerol y reducir el nitrato a amonio es conocida en las especies de Actinomyces, mientras que la especie en referencia si realiza las actividades antes señaladas1.
Basados en los argumentos expuestos anteriormente, Georg y Brown1 propusieron la creación de un nuevo género denominado Rothia y de una nueva especie, la cual se llamó R. dentocariosa, nombre con el cual se le conoce hasta el presente. Esta bacteria fue llamada así en honor a la Dra. Genevieve D. Roth, que fue quien realizó las investigaciones básicas con microorganismos de este tipo.
TAXONOMÍA R. dentocariosa se encuentra ubicada taxonómicamente de la siguiente forma:
Orden: Actinomycetales
Familia: Actinomycetaceae
Género: Rothia
Especie: R. dentocariosa
Taxonómicamente y serológicamente, esta bacteria constituye como tal, una especie independiente y Rothia un género distinto al de otros microorganismos filamentosos Gram positivos1,5. Es preciso señalar además, que el epíteto específico de esta especie significa "diente cariado" 6.
Aunque en la actualidad se considera que este género es monotípico, se han descrito cuatro biotipos y tres serotipos, denominados1,2,37. Sin embargo, se ha propuesto recientemente que la especie Stomatococcus mucilaginosus, bacteria que se encuentra presente en la cavidad bucal humana de algunos sujetos, sea reclasificada dentro del género Rothia como Rothia mucilaginosa; asimismo se propuso también la incorporación dentro del género Rothia de una nueva especie de bacteria Gram positiva de forma ovoide aislada de la nariz de un ratón, denominándose Rothia nasimurium8.
MORFOLOGÍA:
Son numerosos los autores que han descrito las características estructurales y morfológicas de esta bacteria, mediante el empleo del microscopio óptico de luz1,5,6,7,9,10,11,12,13,14,15,16,17,18,19. Las observaciones realizadas destacan que el cuerpo del microorganismo presenta diversidad de formas, las cuales adquiere dependiendo del medio donde se desarrolle. Los frotis confeccionados a partir de los crecimientos obtenidos en el medio de Caldo Tripticasa de Soya, muestran la presencia de microorganismos pleomórficos, Gram positivos, los cuales varían desde cocos hasta formas filamentosas. También es posible evidenciar en numerosas ocasiones la presencia de células difteroides, así como células de forma cocobacilar9.
En los frotis realizados a partir de los crecimientos obtenidos en diversos medios de cultivo sólidos como Agar Tripticasa de Soya, Agar Sangre de Carnero y Agar Chocolate, se destaca la presencia de un pleomorfismo bien marcado, observándose un predominio de células filamentosas largas ramificadas Gram positivas. Estos filamentos se rompen rápidamente en formas bacilares o cocáceas, debido a la formación de septos transversales que permiten esta fragmentación, pudiéndose presentar por lo tanto, todas las formas antes mencionadas entremezcladas. En ciertas ocasiones, las formas cocáceas se pueden observar en pares o tétradas, o como células ligeramente ovales algo aplastadas una contra otra. El marcado pleomorfismo natural de R. dentocariosa, tal y como es visto en el microscopio de luz, sugiere que estas formas pudieran representar varios estadios en su ciclo de vida9,11,14.
El tamaño de esta especie es variable, siendo el de las células cocáceas de 1,0 a 1,5 mm de diámetro, en tanto que el de las formas difteroides, cocobacilares y filamentosas oscila entre 1 y 5 mm de longitud por 1 mm de ancho. Con cierta frecuencia, pueden estar presentes protuberancias irregulares y extremos ensanchados o en forma de mazo, de 5 mm o más de diámetro1,9,12,18. Cabe destacar además que aún cuando esta bacteria, responde positivamente a la coloración de Gram, las células obtenidas a partir de cultivos viejos, tienden a visualizarse como Gram negativas7.
La morfología y la ultraestructura de R. dentocariosa también ha sido descrita a través de observaciones realizadas en el microscopio electrónico de barrido y de transmisión. Este microorganismo constituye como tal una célula procariótica típica, la cual carece de membrana nuclear y de organelos tales como mitocondrias, vacuolas, retículo endoplasmático y aparato de Golgi. Las células en formas de coco se observan frecuentemente después de 24 horas de incubación, mientras que después de 48 horas de incubación, se observan muchas formas filamentosas. Ocasionalmente, los filamentos están compuestos de formas cocoides acompañadas de un bacilo, el cual se ubica en un extremo. No obstante, el microscopio electrónico revela que los filamentos están formados frecuentemente de varias células cocoides organizadas en cadenas. En cambio no se observan cadenas de células bacilares, mientras que es raro visualizar bacilos aislados. Las células que comprenden las cadenas filamentosas varían algo en forma y tamaño, tal vez como resultado del plano de división. Además, estas células están separadas entre sí por gruesos septos o tabiques que miden 100 nm o más de espesor, evidenciándose fundamentalmente el tabique paralelo al eje longitudinal del microorganismo13,18,20,21. (FIGURAS 1 y 2).
Aunque en un principio no se determinó la presencia de la cápsula en esta especie, se ha reportado la existencia de un material capsular tenue en la superficie celular, asociado con los límites exteriores de la pared celular13,18,20,21. En cuanto a la pared celular de R. dentocariosa, se describen básicamente dos capas: una externa, moderadamente electrodensa y la otra, interna, delgada, más electrodensa que la externa. El grosor de esta pared oscila entre 19 y 50 nm, midiendo en promedio 32 nm de espesor. No es raro observar con relativa frecuencia, un incremento de la electrodensidad en la periferia de la capa externa de la pared en algunas cepas. En muchas ocasiones esta capa aparece relativamente homogénea y moderadamente electrodensa, particularmente en la región media entre los septos o tabiques de división. No obstante, cerca de las áreas donde están los septos, los planos de clivaje o de segmentación ubicados paralelamente a la superficie de la pared celular, tienden a dividirla en dos capas de aproximadamente el mismo grosor. Dichos planos de clivaje son detectables también en las regiones interseptales. El contorno de la pared celular pudiera ser descrito como duro y rugoso13,18,20,21.
Entre la capa interna de la pared celular y la capa externa de la membrana citoplasmática, es posible precisar en ciertas cepas el espacio periplásmico, el cual se visualiza como una zona clara, separando a ambas estructuras13,21. La membrana citoplasmática está localizada paralelamente y muy cerca de la pared celular que la rodea en toda su superficie. Tiene la usual estructura trilaminar semejante a otras membranas biológicas. Posee como tal, una capa externa electrodensa de 3 nm de espesor y un capa interna electrodensa, de apariencia y grosor similar a la de la capa externa. Ambas capas están separadas entre sí por una capa intermedia transparente, de dimensiones similares. Cuando no es posible detectar el espacio periplásmico, la capa electrodensa externa de la membrana citoplasmática se observa a menudo de forma continua y no se puede distinguir de la capa externa de la pared celular13,18,20,21.
El citoplasma granular contiene a los mesosomas, que son proyecciones de la membrana citoplasmática y se observan como estructuras asociadas con la formación temprana del tabique transversal, que conlleva posteriormente a la formación de nuevas paredes celulares en las células hijas, producto de la reproducción de la célula parental. Estos se localizan muy cerca de la pared celular, en la zona donde están los septos. Además, contiene a los ribosomas, encargados de sintetizar las cadenas polipeptídicas que van a constituir posteriormente proteínas más complejas, las cuales utiliza esta bacteria como requerimientos necesarios para sus actividades metabólicas y para la síntesis de diversas estructuras, y a las inclusiones granulares, evidenciándose estas como gránulos oscuros electrodensos, con un tamaño que oscila entre 15 y 150 nm de diámetro y compuestos probablemente por polifosfato13,18,20,21.
La zona o región nuclear es irregular en cuanto a forma y tamaño, siendo ésta mucho menos electrodensa que el citoplasma circundante. Este material nuclear o nucleoide está formado básicamente por fibrillas finas y gruesas, algo electrodensas, las cuales se disponen entrelazadas unas con otras13,18,21Se ha podido revelar que secciones de células ocoides fijadas en solución de glutaraldehido ósmico, muestran la presencia de una capa delgada e irregular de un material ligado a hierro dializado sobre la superficie exterior completa de las células. La reacción de captación del hierro ha sido demostrada en todas las formas celulares de esta especie. Sin embargo, no se ha demostrado la presencia de este material dentro de las células13.
En cuanto a la composición de la pared celular de R. dentocariosa, es preciso señalar que esta especie posee una capa básica de mureina o glucopéptido, la cual contiene: alanina, lisina y glutamato, en tanto que no se reporta la presencia de ácido diaminoplimélico como componente de dicha pared. También se ha reportado la presencia de carbohidratos en la pared celular de este microorganismo, de los cuales, el principal es la galactosa, mientras que la glucosa, ribosa y fructosa están presentes, pero en pequeñas cantidades18.
Contrario a lo anteriormente expresado, Hammond10 reportó la presencia de un polisacárido denominado Rothia Polisacharid (RPS) en la pared celular de esta especie, constituido por fructosa, glucosa, galactosa y ribosa, pero señalan a la fructosa como el monosacárido que se encuentra en mayor proporción como componente del polisacárido de la pared. No se encontró a la fructosa como componente de los polisacáridos de la pared celular de otros actinomicetos de la cavidad bucal. Es de hacer notar que lo anteriormente descrito por Hammond10, ya ha sido aclarado por Gerencser y Bowden18, donde especifican que aún cuando la fructosa está presente como componente de los polisacáridos de la pared celular de R. dentocariosa, no es el principal carbohidrato, sino que de manera inequívoca, es la galactosa el principal componente.
Se ha demostrado la presencia de un glicolípido en las formas cocáceas y filamentosas de R. dentocariosa. El principal glicolípido que ha sido caracterizado fue identificado como Dimanosil-diglicérido. Cabe destacar además que la cantidad de glicolípido que se encuentra en la pared celular de las formas filamentosas es aproximadamente el doble de la que se encuentra en las formas de coco18,22,23. También se ha detectado la presencia de ácido micólico como componente lipídico en la estructura de esta especie24.
En cuanto a la composición de las bases nitrogenadas del ADN de R. dentocariosa,
se ha revelado que la proporción de moles por ciento de Guanina más Citosina (G+C) oscila entre 47 y 70 moles %, siendo el promedio en las formas filamentosas de 69,7 moles % de G+C, mientras que en las formas cocáceas es de 68,0 moles %. La similitud de las cantidades de G+C en el ADN de R.dentocariosa y en el ADN de otros actinomicetos (las cuales oscilan entre 65 y 70 moles %), se tomó en consideración como un parámetro notable para su definitiva inclusión dentro del Orden Actinomycetales6,18,25 FISIOLOGÍA.
Con respecto a la respiración, cabe destacar que R. dentocariosa requiere del oxígeno molecular para poder desarrollarse, mientras que el dióxido de carbono no es estimulatorio para su desarrollo. Por lo tanto, es una bacteria aerobia1,5,6,7,9,12,18,26,27. Este microorganismo no presenta movilidad y no forma esporas1,6,9,16,18,26.
La reproducción de esta especie, como la de cualquier bacteria es asexual por división binaria, donde se originan a partir de la célula parental, dos células hijas de igual tamaño entre sí1,9,18,26. Se ha evidenciado además, la formación de tabiques de segmentación que permiten la división binaria de la bacteria, mediante el empleo del microscopio electrónico de transmisión13
En referencia a las actividades metabólicas de R. dentocariosa, debe destacarse que responde positivamente a las siguientes reacciones: Producción de catalasa, reducción de nitrato y nitrito, hidrólisis de esculina y prueba de Vogues-Proskauer (producción de acetoina), mientras que las pruebas de indol, licuefacción de la gelatina, producción de oxidasa y ureasa, así como la descomposición de la arginina, tirosina y la reacción ante la leche responde negativamente1,9,16,18,26,28. También se ha señalado que aproximadamente el 30% de las cepas de esta especie descomponen la caseina26.
En relación con la fermentación de los azúcares, R. dentocariosa tiene la habilidad de fermentar los siguientes carbohidratos: Glucosa, fructosa, maltosa, manosa, sacarosa, trehalosa y glicerol. No es capaz de fermentar la arabinosa, galactosa, lactosa, manitol, sorbitol, inositol, ramnosa, xilosa, adonitol, dulcitol, eritriol y no hidroliza el almidón1,9,12,14,16,18,26,28.
El producto final principal de la fermentación es ácido láctico (a partir de la glucosa) aunque también produce ácido acético y pequeñas cantidades de ácido succínico y ácido propiónico1,,6,9,14,18,28,29. Sin embargo, esta bacteria no es ácido resistente5,7 y no produce los ácidos antes mencionados rápidamente16,18.
Es preciso señalar que ciertas cepas de R. dentocariosa aisladas de la cavidad bucal humana, sintetizan un polisacárido extracelular a partir de la fructosa. Este polisacárido ha sido aislado e identificado como Leván30. R. dentocariosa manifiesta también una actividad proteolítica, pero esta es sumamente débil5.
Se ha demostrado la síntesis por parte de este microorganismo de la enzima desoxirribonucleasa, que degrada el ADN12. Además se ha demostrado que R. dentocariosa sintetiza la enzima Valina-Aminopeptidasa, lo que permite diferenciar a esta especie de Corynebacterium (Bacterionema) matruchotii, que no la sintetiza31, así como otras peptidasas32. Otra enzima producida por esta bacteria es la Lactato-Deshidrogenasa (LDH), la cual es activada por la fructosa 1,6-difosfato y es inhibida por la adenosina 5´-trifosfato18.
También se ha comprobado que no produce hemólisis en sangre humana ni de carnero, en tanto que produce hemólisis variable en sangre de conejo1.
CULTIVO:
Está bien definido el hecho de que el crecimiento in vitro de R. dentocariosa, manifestado por la aparición de colonias (en los medios de cultivo sólidos donde se siembra a esta especie) o de una turbidez característica (en medios líquidos), ocurre fundamentalmente en condiciones de aerobiosis. Su temperatura óptima de crecimiento oscila entre 35° y 37°C.1,6,7,16,18,26.
Refieren Georg y Brown1 que R. dentocariosa requiere nitrógeno orgánico para su crecimiento, en tanto que otros autores como Gerencser y Bowden18 y Holmberg y Hallander26 señalan que no se obtiene crecimiento cuando está en presencia de nitrógeno inorgánico como única fuente de nitrógeno, ni de citrato como única fuente de carbono.
Se ha recomendado el empleo del medio Agar Tripticasa de Soya para la siembra de este microorganismo6,7,9,12,18. Las microcolonias en la superficie del agar pueden ser completamente filamentosas. Suelen en ocasiones presentar un borde filamentoso, solamente con una masa de bacilos y cocos en su centro1, o bien pueden observarse en forma de araña semejando especies de Actinomyces7,33.
Las colonias jóvenes, las cuales es posible visualizar después de 24 horas de incubación, son de color blanco, crema o blanco grisáceo y miden en promedio 1 mm de diámetro. Estas colonias suelen ser convexas, lisas o ligeramente rugosas y de consistencia mucoide. La mayoría de las colonias jóvenes poseen bordes continuos, bien delimitados, aunque en ocasiones pueden presentar bordes filamentosos1,5,6,9,12,18,26.
Después de 7 días de incubación, se observan las colonias maduras, que tienen un tamaño que oscila entre 1 y 4 mm de diámetro, blancas, cremosas, opacas y suelen ser de dos tipos: Lisas (L), las cuales son convexas, redondas, con una superficie ligeramente granular, de bordes continuos y en algunos casos, de consistencia mucoide, y Rugosas (R), las cuales son elevadas, convexas, de apariencia cerebriforme, con bordes irregulares o festoneados, de textura suave y de consistencia mucoide, pero pueden ser secas y desmenuzables. Las colonias lisas reflejan por lo general, una micromorfología cocácea o bacilar, mientras que las colonias rugosas reflejan una micromorfología filamentosa1,5,6,9,12,18,26. No se evidencian en cambio, colonias aplanadas ni transparentes, ni de otro color distinto de los antes mencionados26.
En los medios líquidos (Caldo Tripticasa de Soya) usualmente se observan una mezcla de un crecimiento finamente granular, suave y turbio o un crecimiento de apariencia velluda1.
También se recomienda para cultivar a esta especie medios como Agar Sangre de Carnero al 5% y Agar Chocolate. Las colonias que se desarrollan en estos medios, después de 24 horas de incubación son de color blanco o crema, circulares, convexas, lisas, con bordes continuos, enteras, adherentes y forman depresiones dentro del agar. Estas colonias miden de 0,5 a 1 mm de diámetro11,14,16.
Asimismo, se ha recomendado el medio selectivo de Agar Infusión Cerebro-Corazón para la siembra de R. dentocariosa. Se describen dos tipos de colonias que crecen en este medio, las cuales no solo difieren en su apariencia sino además difieren en su textura. Estas colonias son denominadas R y N. Las colonias R son elevadas, rugosas y no crecen dentro de la superficie del medio, en cambio, las colonias N crecen dentro de la superficie del medio, son lobuladas, difíciles de destruir y son más pequeñas que las colonias R6,33.
Por otra parte, se ha ideado un medio selectivo para el crecimiento de R. dentocariosa, denominado RSM (Rothia Selective Medium), tomando como referencia el hecho de que los microorganismos Gram negativos son inhibidos por el sulfato de colistina y de que los estreptococos orales son inhibidos por el fluoruro de sodio34.
Refiere Nolte7 el hecho de que es simple distinguir a R. dentocariosa de las especies de Nocardia en el laboratorio, porque Rothia no crece en el medio de Agar Dextrosa Sabouraud, mientras que las especies de Nocardia si lo hacen.
En cuanto al mantenimiento de las cepas de esta bacteria, los inóculos sembrados tanto en Agar Tripticasa de Soya como en Caldo Tripticasa de Soya y Caldo Cerebro Corazón, pueden permanecer viables hasta por 4 meses a temperatura ambiente18.
INMUNOLOGÍA:
Los primeros estudios realizados con cepas de R. dentocariosa , mediante el empleo de la técnica de inmunofluorescencia de anticuerpos, han revelado la presencia de un antígeno soluble en su pared celular compuesto por el polisacárido denominado Rothia Polisacharid (RPS) , el cual se localiza en la superficie de células que crecen bajo diversas condiciones ambientales y puede ser fácilmente detectado en microorganismos provenientes de cultivos puros, de muestras clínicas de caries dental, saliva, encías, laringe, líquido cerebro-espinal y úlceras en la pierna en humanos y hamsters infectados. El polisacárido RPS es único desde el punto de vista serológico y no se observa reactividad cruzada entre este y otros polisacáridos, así como entre antígenos de superficie pertenecientes a otros microorganismos de la Familia Actinomycetaceae que se encuentran en la cavidad bucal10.
Se ha demostrado la presencia de R. dentocariosa en muestras de placa dental provenientes de pacientes con enfermedad periodontal, empleando para ello anticuerpos marcados con elementos fluorescentes7,27,35,36. Asimismo, se han realizado otros estudios que revelan la positividad de las cepas de este microorganismo a la reacción de inmunofluorescencia de anticuerpos, utilizando antisueros conjugados de conejo, así como la existencia de por lo menos dos antígenos comunes en esta especie, identificados por medio de estudios de inmunodifusión11,37.
La existencia de los tres serotipos en R. dentocariosa (1, 2 y 3) se ha podido evidenciar mediante el uso de antisueros elaborados a partir de antígenos provenientes de células enteras muertas del propio microorganismo y empleando la técnica de inmunofluorescencia de anticuerpos12,18.
En otro reporte, se ha revelado que células inactivadas de R. dentocariosa promueven la formación de anticuerpos contra los eritrocitos de carnero inoculados en ratones. También se determinó en esta investigación el efecto positivo de las bacterinas (células bacterianas inactivadas) de esta especie, en la producción de una respuesta inmune celular contra los antígenos de Listeria innocua y Listeria monocytogenesis, siendo probablemente los macrófagos las células responsables de las actividades antes mencionadas24.
Lai y col.38 emplearon cepas de R. dentocariosa para probar la especificidad del antisuero de conejo utilizado para la identificación de Wolinella recta proveniente de placas dentales de individuos sanos y con alteraciones del periodonto, mediante la técnica de inmunofluorescencia indirecta.
ECOLOGÍA:
Está claramente establecido el hecho de que R. dentocariosa habita normalmente en la cavidad bucal humana, perteneciendo a la microbiota residente de la misma1,5,6,7,18,19,31,39. Esta bacteria es posible encontrarla en la saliva, encías, laringe, esputo, líquido cerebro-espinal, orina y sangre7,9,10,12,18,39.
Barksdale15 reportó que se ha podido encontrar con frecuencia a este microorganismo en la laringe de un grupo de estudiantes de Medicina, aparentemente sanos. Por su parte, von Graevenitz y col.40 detectaron algunas especies de bacterias corineformes a partir de 123 muestras tomadas de garganta de individuos sanos, siendo las más frecuentes Corynebacterium durum que se aisló en 76% de las muestras y R. dentocariosa en 29%.
Existen varios estudios que reportan la presencia de R. dentocariosa en muestras de placa supragingival y subgingival en humanos15,18,36,39.
Es así como Bowden y col.29 logran aislar a esta especie a partir de muestras provenientes de placa dental interproximal ubicada en las superficies distales de los primeros premolares superiores de 10 adolescentes con edades comprendidas entre 13 y 14 años.
En otro estudio, se seleccionaron 19 individuos adultos y se tomaron muestras de placa dental provenientes de la superficie distal de los primeros molares superiores, encontrándose a R. dentocariosa entre los microorganismos presentes. Sin embargo, esta especie representa una pequeña proporción del número total de microorganismos cuantificados41.
Se ha podido aislar a R. dentocariosa a partir de muestras de placa dental humana de 48 horas, proveniente de 12 sujetos adultos con enfermedad periodontal severa. Otros grupos de bacterias aisladas fueron: C. matruchotii, Lactobacillus spp., Corynebacterium spp., Propionibacterium (Arachnia) propionicus, Bifidobacterium dentium y varias especies de Actinomyces (A. viscosus, A. naeslundii, A. israelii y A. odontolyticus)27.
También se ha podido identificar a Rothia en muestras de placa subgingival proveniente de los sacos periodontales de pacientes con Periodontitis refractaria42. Por otra parte, se ha demostrado que Rothia, en conjunto con Streptococcus y Neisseria son los microorganismos predominantes en la formación de la placa dental supragingival, ubicada en los incisivos superiores. De los tres géneros antes mencionados, Streptococcus es el predominante (aislado en casi el 50% de los casos), seguido de Rothia (aislado en algo más del 40% de los casos), mientras que Neisseria se ha aislado en una menor proporción (aproximadamente 10% de los casos), observándose también que Rothia (en comparación con los otros dos géneros) muestra una fase de latencia rolongada, pero la tasa final de crecimiento es casi igual que la de Streptococcus. Es importante destacar además que cuando comienza la tapa de maduración en la formación de la placa dental, hay una disminución del ambiente anaeróbico, lo cual incide desde luego en la disminución de las cantidades de Rothia, a tal extremo que en placas dentales de 24 horas de formación, las cantidades de Rothia que se pueden encontrar constituyen una sexta parte de las cantidades de estreptococos encontradas43.
Theilade y col.29 aislaron a R. dentocariosa en muestras provenientes de placas dentales de fosas y fisuras de estudiantes de Odontología, aunque las bacterias predominantes aisladas en ese estudio pertenecen a los géneros: Streptococcus, Actinomyces, Veillonella, Lactobacillus y Staphylococcus.
R. dentocariosa se puede encontrar ocasionalmente entre las bacterias que colonizan las superficies radiculares19 en tanto que es preciso notar su ausencia como parte integrante de microflora predominante de la placa que se localiza en la superficie de ajuste de las prótesis totales de pacientes con la mucosa del paladar clínicamente sana44. Cabe destacar además que este microorganismo se ha podido aislar a partir de muestras de cálculo dental y de dentinahumana5,7,12,45, y es posible encontrarlo en el surco gingival sano7,19,46,47.
Se ha evidenciado que R. dentocariosa se halla entre las especies predominantes que constituyen la microbiota de los pacientes portadores de implantes dentales. Otros microorganismos aislados que forman parte de la microbiota antes señalada son: Prevotella (Bacteroides productor de pigmento negro), Fusobacterium, Treponema, Streptococcus, Actinomyces y Capnocytophaga32,48.
Estudios in vitro han revelado la existencia de una interrelación de antagonismo microbiano entre algunos microorganismos de la placa dental, pudiéndose demostrar que C. matruchotii inhibe algunas cepas de R. dentocariosa. No se conocen los mecanismos exactos de esta inhibición5.
ETIOLOGIA EN PROCESOS INFECCIOSOS
Aún cuando en un principio no se había demostrado la patogenicidad de R. dentocariosa en humanos ni en animales de experimentación, hoy día existen evidencias más que suficientes para implicar a este microorganismo en la etiología de diversos procesos infecciosos que se suscitan tanto dentro como fuera de los límites de la cavidad bucal, constituyendo como tal un patógeno oportunista6.
Se ha asociado a esta bacteria con el desarrollo de la caries dental6,7,9,11,19,26,31,39,49,50,51,52 y está claramente demostrado el papel que juega en la etiología de la enfermedad periodontal6,7,11,31,39. R. dentocariosa se ha podido aislar tanto del epitelio como del tejido conjuntivo gingival de un grupo de pacientes con enfermedad periodontal36 y se ha demostrado en estudios realizados con ratas gnotobióticas que esta especie acelera la destrucción del hueso alveolar de dichos animales47.
También se ha podido encontrar a R. dentocariosa como responsable de infecciones ocurridas en heridas postoperatorias7,9 En un estudio realizado entre 1967 y 1972, se recolectaron 565 muestras de R. dentocariosa en pacientes hospitalizados, pudiéndose aislar en tres ocasiones del flujo sanguíneo de pacientes inmunosuprimidos y en una ocasión, del esputo de una paciente con neumonía16. Posteriormente, se aisló a este agente infeccioso en dos casos de pacientes con neumonía que tenían cáncer de pulmón53.
Se ha comprobado la presencia de esta especie como el patógeno primario en un caso de actinomicosis abdominal en una paciente con apendicitis complicada con peritonitis concomitante33. También se reportó un caso de peritonitis debido a R. dentocariosa en un paciente que estaba recibiendo diálisis peritoneal continua ambulatoria54. Asimismo, se ha identificado a R. dentocariosa de acuerdo a lo señalado en un reporte, como el agente principal, en conjunto con Streptococcus del grupo F de la producción de un absceso quístico pilonidal en una paciente adolescente14.
El compromiso de esta bacteria como agente causal de endocarditis infecciosa en pacientes adultos, ha sido referido en diversos reportes publicados15,16,17,31,55.
También se ha reportado un caso de endocaridits en un niño con enfermedad congénita del corazón, debido a R. dentocariosa56.
Isaacson y Grenko57 publicaron un caso de endocarditis infecciosa sub-aguda en una paciente adulta, complicada por la presencia de un absceso cerebral, siendo este el primer caso de una infección producida por esta especie, donde se encuentra involucrado el sistema nervioso central. Sostienen estos autores que en muchos individuos, las cantidades de R. dentocariosa presentes en la cavidad bucal son elevadas, lo cual puede relacionarse con el hecho de que las injurias producidas por manipulaciones dentales sean causa directa de la invasión a tejidos y órganos más internos, por lo que la cavidad bucal constituye el foco de infección causante de la bacteriemia, más aún si se toma en consideración que todos los pacientes a quienes se les diagnosticó endocarditis infecciosa, presentaban procesos infecciosos (caries profunda y abscesos dentoalveolares) en sus respectivas bocas. Señalan además la virtuosidad de este microorganismo en colonizar las válvulas del corazón, elevando así su capacidad de producir patologías (endocarditis bacteriana). A esto se le añade el hecho de que soporta temperaturas de 37°C y no es inhibido por las diversas moléculas involucradas en los fluidos circulantes del hospedero.
Por otra parte, se publicó un reporte donde se describieron tres casos de pacientes con endocarditis infecciosa y donde el agente causal era R. dentocariosa. Todos los pacientes tenían enfermedad periodontal severa, razón por la cual se piensa que los sacos periodontales constituían el foco de infección que dio origen a la diseminación por vía hematógena de este microorganismo hacia las válvulas del corazón58. También se reportó un caso de endocarditis triple causada por R. dentocariosa, siendo este el primer caso de endocarditis en el cual esta bacteria fue detectada en tres válvulas afectadas en un mismo paciente59 y más recientemente otro caso de endocarditis infecciosa producida por R. dentocariosa, complicada por la presencia de hemorragias intracraneales múltiples60.
Se ha asociado a R. dentocariosa con la enfermedad del arañazo del gato, considerándola como uno de los posibles agentes etiológicos de dicha entidad. La bacteria ha sido aislada a partir de muestras provenientes de nódulos linfáticos extraídos de sujetos con la enfermedad antes mencionada61,62.
De igual forma, se ha podido aislar a esta especie de procesos infecciosos tales como absceso de tórax y absceso de garganta7, así como de la sangre de una paciente con septicemia, a quien se le había diagnosticado previamente leucemia linfocítica crónica y depresión de la médula ósea63. A estos aislamientos se le suma un caso de una infección de una fístula arteriovenosa, producida esta a su vez, por la presencia de un absceso localizado en uno de los brazos de un paciente diabético con daño renal. Se identificó a R. dentocariosa como el agente causal de esta patología64.
CONCLUSIÓN:
Es imprescindible tomar en consideración que cualquier paciente que presente una o más enfermedades infecciosas en su cavidad bucal (caries dental, periodontopatias, lesiones pulpares y periapicales entre otras), éstas sean tratadas lo más rápidamente posible, a fin de evitar que muchos microorganismos oportunistas responsables de estas infecciones, los cuales pertenecen a la microbiota residente de la boca, entre estos R. dentocariosa, puedan diseminarse bien sea por vía hematógena o linfática hacia otros lugares del hospedero para causar distintos tipos de patologías infecciosas metastásicas en diversos órganos como corazón, hígado, riñón, entre otros que puedan comprometer inclusive la vida del paciente.
En este sentido, es importante conocer las diversas características, tanto de R. dentocariosa como de otros microorganismos de la cavidad bucal a fin de establecer criterios adecuados que conlleven a su correcta identificación, lo cual influye desde luego en un diagnóstico microbiológico adecuado de las diversas patologías infecciosas donde pueden estar involucrados.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
GEORG LK, BROWN JM. Rothia, Gen Noc, An Aerobic Genus of the Family Actinomycetaceae. Int J Systematic Bact 1967; 17: 79-88.
ROTH GD. Proteolytic organisms of the carious lesion. Oral Surg Oral Med Oral Pathol 1957; 10 (10): 1.105-17.
DAVIS GHG, FREER JH. Studies upon an Oral Aerobic Actinomycete. J Gen Microbiol 1960; 23: 163-8.
ROTH GD, THURN AN. Continued Study of an Oral Nocardia. J Dent Res 1962; 41: 1.279-92.
BURNETT GW, SCHERP HW, SCHSTER GS. Manual de Microbiología y Enfermedades Infecciosas de la Boca. 1 ed. México: Editorial Limusa S.A. de CV; 1988.p;
SLOTS J, TAUBMAN MA. Contemporary Oral Microbiology and Immunology. 1 ed. St Louis (USA): Mosby Year Book-Inc; 1992.
NOLTE W. Microbiología Odontológica. 4 ed. México: Editorial Interamericana; 1986.
COLLINS MD, HUTSON RA, BAVERUD V, FALSEN E. Characterization of a Rothia-like organism from a mouse: description of Rothia nasimurium sp. nov. and reclassification of Stomatococcus mucilaginosus as Rothia mucilaginosa comb. nov. Int J Syst Evol Microbiol 2000; 50 (Pt 3): 1.247-51.
BROWN JM, GEORG LK, WALTERS LC. Laboratory Identification of Rothia dentocariosa and its Ocurrence in Human Clinical Materials. Appl Microbiol 1969; 17 (1): 150-6.
HAMMOND BF. Isolation and serological characterization of a cell wall antigen of Rothia dentocariosa. J Bacteriol 1970a; 103: 634-40.
JORDAN HV, HAMMOND BF. Filamentous Bacteria isolated from Human Root Surface Caries. Archs oral Biol 1972; 17: 1.333-8.
ROTH GD, GARRISON RG, BOYD KS. Ultrastructure of Rothia dentocariosa. J Gen Microbiol 1976; 95: 45-53.
LUTWICK L, ROCKHILL R. Abscess associated with Rothia dentocariosa. J Clin Microbiol 1978; 8 (5): 612-3.
BARKSDALE L. Identifying Rothia dentocariosa. Ann Int Med 1979; 91 (5):786-8.
PAPE J, SINGER G, KIEHN T, LEE BJ, ARMSTRONG D. Infective Endocarditis caused by Rothia dentocariosa. Ann Int Med 1979; 91 (5): 746-7.
SCHAFER FJ, WING EJ, NORDEN CW. Infectious Endocarditis caused by Rothia dentocariosa. Ann Int Med 1979; 91 (5): 747-8.
GERENCSER MA, BOWDEN GH. Genus Rothia Georg and Brown 1967. In: SNEATH PHA, MAIR NS, SHARPE ME, HOLT JG., eds. Bergey´s Manual of Systematic Bacteriology Vol 2 Section 15. Baltimore (USA): Williams and Willkins; 1986.
BOYDE A, WILLIAMS RAD. Estimation of the volumes of Bacterial Cells by Scanning Electron Microscopy. Archs oral Biol 1971; 16: 259-67.
LAI CH, LISTGARTEN MA. Comparative Ultrastructure of certain Actinomyces species, Arachnia, Bacterionema and Rothia. J Periodontol 1980; 51 (3): 136-54.
PANDHI PN, HAMMOND BF. A Glycolipid from Rothia dentocariosa. Archs oral Biol 1975; 20: 399-401.
AMDUR BH, SZABO EI, SOCRANSKY SS. Fatty Acids of Gram-Positive Bacterial Rods from Human Dental Plaque. Archs oral Biol 1978; 23: 23-9.
BEDNAR M, MARA M. Immunostimulatory effect of Rothia dentocariosa in mice. Zbl Bakt 1991; 274: 527-32.
HAMMOND BF. Desoxyribonucleic acid base composition of Rothia dentocariosa as determined by thermal denaturation. J Bacteriol 1970b; 104: 1.024-6.
HOLMBERG K, HALLANDER HO. Numerical taxonomy and laboratory identification of Bacterionema matruchotii, Rothia dentocariosa, Actinomyces naeslundii, actinomyces viscosus and some related bacteria. J Gen Microbiol 1973; 76: 43-63.
HOLMBERG K. Isolation and Identification of Gram-Positive Rods in Human Dental Plaque. Archs oral Biol 1976; 21: 153-60.
THEILADE E, FEJERSKOV O, KARRING T, THEILADE J. Predominant cultivable microflora of Human Dental Fissure Plaque. Infect Immun 1982; 36: 977-82.
BOWDEN GH, HARDIE JM, SLACK GL. Microbial Variations in Approximal Dental Plaque. Caries Res 1975; 9: 253-77.
LESHER RJ, GERENCSER VF. Levan production by a strain of Rothia: activation of complement resulting in cytotoxicity for human gingival cells. J Dent Res 1977; 56: 1.097-105.
BROEREN SA, PEEL MM. Endocarditis caused by Rothia dentocariosa. J Clin Pathol 1984; 37: 1.298-300.
SYED SA, MAXSON BB. Enzyme profiles of Rothia dentocariosa from Dental Implant Patients. J Dent Res 1990; 69 (Special Issue 2145): 377.
SCHARFEN J. Untraditional Glucose fermenting Actinomycetes as Human Pathogens II. Rothia dentocariosa as a cause of abdominal Actinomycosis and a pathogen for mice. Zbl Bakt 1975; 233: 80-92.
BEIGHTON D. Improved Medium for Reovery of Rothia from Dental Plaque. J Dent Res 1976; 55: 550.
SLACK JM, LANDFRIED S, GERENCSER MA. Identification of Actinomyces and Related Bacteria in Dental Calculus by the Fluorescent Antibody Technique. J Dent Res 1971; 50: 78-83.
LESHER RJ, GERENCSER VF, MORRINSON DJ. Presence of Rothia dentocariosa Strain 477 Serotype 2 in Gingiva of Patients with Inflamatory Periodontal Disease. J Dent Res 1977; 56: 189.
HOLMBERG K, FORSUM U. Identification of Actinomyces, Arachnia, Bacterionena, Rothia and Propionibacterium species by defined immunofluorescence. Appl Microbiol 1973; 25: 834-43.
LAI CH, OSHIMA K, SLOTS J, LISTGARTEN MA. Wolinella recta in adult Gingivitis and Periodontitis. J Periodontol 1992; 27 (1): 6-14.
DAVIS BD, DULBECCO R, EISEN HN, GINSBERG HS, WOOD WB. Tratado de Microbiología. 2 ed. Barcelona (España): Salvat Editores, S.A.; 1978.
VON GRAEVENITZ A, PUNTER-STREIT V, RIEGEL P, FUNKE G. Coryneform bacteria in throat cultures of healthy individuals. J Clin Microbiol 1998; 36 (7): 2.087-8.
HARDIE JM, THOMSON PL, SOUTH RJ, MARSH PD, BOWDEN GH, MC KEE AS, FILLERY ED, SLACK GL. A Longitudinal Epidemiological Study on Dental Plaque and the Development of Dental Caries-Interim Results After Two Years. J Dent Res 1977; 56 (Special Issue C): 90-8.
COLOMBO AP, HAFFAJEE AD, PASTER BJ, SMITH CM, CUGINI MA, SOCRANSKY SS. Clinical and microbiological features of refractory periodontitis subjects. J Clin Periodontol 1998; 25 (2): 169-80.
TAKAMORI K,, MITSUNO F, TAKAHASHI N, HORIKAWA T. Distribution of Neisseria, Rothia and Streptococci in Early Stages of Dental Plaque. Buul Tokyo Med Dent Univ 1978; 25: 180-96.
THEILADE E, THEILADE J, BUDTZ-JÖRGENSEN E. Predominant Cultivable Microflora of Plaque on Removable Dentures in Patients with Healthy Oral Mucosa. Archs oral Biol 1983; 28: 675-80.
SIDAWAY DA. A microbiological study of dental calculus: II. The in vitro calcification of microorganisms from dental calculus. J Periodont Res 1978; 13: 360-6.
SLOTS J. Microflora in the healthy gingival sulcus in man. Scand J Dent Res 1977; 85: 247-54.
SOCRANSKY SS. Microbiology of Periodontal Disease. Present Status and Future Considerations. J Periodontol 1977; 48: 497-504.
CHIEGO HD, SYED SA, DOMINGUEZ BLE. Predominant Microflora Associated with Three Types of Dental Implants. J Dent Res 1988: 67 (Special Issue 2268): 396.
ROTH GD, FLANAGAN V. The pathogenicity of Rothia dentocariosa inoculated into mice. J Dent Res 1969; 48: 957.
SUMMEY DL, JORDAN HV. Characterization of Bacteria Isolated from Human Root Surface Carious Lesions. J Dent Res 1974; 53: 343-51.
BROWN LR, BILLINGS RJ, KASJER AG. Quantitative Comparisons of Potentially Cariogenic Microorganisms Cultured from Noncarious and Carious Root and Coronal Tooth Surfaces. Infect Immun 1986; 51: 765-70.
BOWDEN GH. Microbiology of Root Surface Caries in Humans. J Dent Res 1990; 69; 1.205-10.
WALLET F, PEREZ T, ROUSELL-DELVALLEZ M, WALLAERT B, COURCOL R. Rothia dentocariosa: two new cases of pneumonia revealing lung cancer. Scand J Infect Dis 1997; 29 (4): 419-20.
BIBASHI E, KOKOLINA E, MITSOPOULOS E, KONTOPOULOU K, SOFIANOU D. Peritonitis due to Rothia dentocariosa in a patient receiving continous ambulatory peritoneal dialysis. Clin Infect Dis 1999; 28 (3): 696.
FERRAZ V, MC CARTHY K, SMITH D, KOORNHOF HJ. Rothia dentocariosa endocarditis and aortic root abscess. J Infect 1998; 37 (3): 292-5.
BRADEN DS, FELDMAN S, PALMER AL. Rothia endocarditis in a child. South Med J 1999; 92 (8): 815-6.
ISAACSON H, GRENKO R. Rothia dentocariosa endocarditis complicated by brain abscess. Am J Med 1988; 84: 352-4.
BINDER D, ZBINDEN R, WIDMER U, OPRAVIL M, KRAUSE M. Native and prosthetic valve endocarditis caused by Rothia dentocariosa: diagnostic and therapeutic considerations. Infection 1997; 25 (1): 22-6.
KONG R, MEBAZAA A, HEITZ B, DE BRIEL DA, KIREDJIAN M, RASKINE L, PAYEN D. Case of triple endocarditis caused by Rothia dentocariosa and results of a survey in France. J Clin Microbiol 1998; 36 (1): 309-10.
RICAURTE JC, KLEIN O, LA BOMBARDI V, MARTINEZ V, SERPE A, JOY M. Rothia dentocariosa endocarditis complicated by multiple intracranial hemorrhages. South Med J 2001; 94 (4): 438-40.
GERBER MA, MAC ALISTER TJ, BALLOW M, SEDWICK AK, GUSTAFSON KB, TILTON RC. The aetilogical agent of cat scratch disease. Lancet I 1985; 1.236-9.
MULLER K. Cat-scratch disease: historical, clinical, phylogenetic and taxonomic aspects. Tierarztl Prax 1997; 25 (2): 94-9.
PERS C, KRISTIANSEN JE, JONSSON V, HANSEN NE. Rothia dentocariosa septicaemia in patient with chronic lymphocytic leukaemia and toxic granulocytopenia. Dan Med Bull 1984; 34: 322-3.
NIVAR-ARISTY RA, KRAJEWSKI LP, WASHINGTON JA. Infection of an arteriovenous fistula with Rothia dentocariosa. Diagn Microbiol Infect Dis 1991; 14 (2): 167-9.