Página de la Cátedra de Farmacología y Terapéutica
Alergia al Látex
Prof. Esmeralda Salazar de Plaza
Prof. Eva Pimentel Herrezuelo
La alergia al látex de caucho natural se conoce desde los años setenta pero es en los actuales momentos que la Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos y el European Committee of Standardization (CES) han admitido que representa un problema emergente para los profesionales de la salud que utilizan guantes desechables durante su desempeño laboral, debido a que en estos últimos años se ha incrementado notablemente el número de personas que presentan reacciones alérgicas frente al látex.
Este hecho se debe, sobretodo, al aumento de materiales que contienen látex en su composición y a una mayor utilización de guantes en los ámbitos intra y extrahospitalarios posiblemente por la aparición del SIDA y otras enfermedades infecciosas en el panorama mundial. Podría pensarse que esta creciente demanda de guantes ha provocado un deterioro en los procesos productivos obteniéndose un producto final de menor calidad con un mayor contenido alergénico. Es un componente habitual de muchos dispositivos médicos de uso frecuente, así como también lo es, de diversos materiales y productos odontológicos: dique de goma, accesorios ortodóncicos, gutapercha, entre otros.
El látex, es un líquido lechoso que se obtiene del tronco de un árbol tropical denominado Hevea brasiliensis o también conocido como el árbol de la goma. Tras un complejo procesamiento industrial, sirve para la fabricación de caucho y gomas.
El látex natural contiene proteínas capaces de producir alergia en personas predispuestas. Estas proteínas sobreviven al proceso de fabricación y se encuentran en utensilios de goma acabados, así como también en el látex nativo. Por otra parte, el amoniaco constituye el principal preservativo, así como también son incorporados durante el proceso de manufacturación otros agentes químicos responsables de aumentar la velocidad de curado (vulcanización) y proteger la goma del oxígeno presente en el aire.
El alergeno del látex se adhiere al talco de almidón incorporado en los guantes y al usarlos, las partículas de almidón conjuntamente con el alergeno del látex se transportan en el aire, pudiéndose inhalar o entrar en contacto con la nariz y los ojos. El uso de guantes sin talco reduce el riesgo de estas reacciones.
Existen dos tipos de reacciones alérgicas al látex. Las primeras son las reacciones mediatas o reacciones tipo IV que aparecen dentro del lapso comprendido entre las primeras 24 a 96 horas después del contacto con el látex, es más frecuente en las manos de las personas que utilizan guantes de caucho, pero puede ocurrir en otras partes del cuerpo después del contacto con el látex. La manifestación clínica más común es la dermatitis por contacto y con seguridad es el resultado de la sensibilización a agentes químicos agregados durante el procesamiento del látex.
El otro tipo de reacciones alérgicas son las inmediatas que son mediadas por la IgE y se presentan en aquellas personas que ya se han sensibilizando previamente y con la re-exposición pueden presentarse síntomas como prurito, enrojecimiento, urticaria, edema, rinoconjuntivitis, sibilancias o incluso un shock anafiláctico.
En la tabla Nº 1 puede apreciarse las diferencias establecidas entre los dos tipos de reacciones alérgicas al látex.
Algunos autores establecen un tercer tipo de reacción ante el látex que no es considerada como una reacción alérgica y generalmente se presenta como una dermatitis por contacto tipo irritante en presencia de los aditivos que contienen los guantes, especialmente en aquellas personas que transpiran abundantemente y tienen una higiene deficiente.
Cualquier persona puede desarrollar reacciones alérgicas al látex, pero existen poblaciones con mayor riesgo como son: pacientes atópicos es decir los predispuestos a padecer enfermedades alérgicas en general, con espina bífida, con enfermedades urinarias congénitas, los que han sido sometidos a múltiples procedimientos quirúrgicos y el personal de salud que usa guantes de látex en su desempeño laboral.
Se ha observado una alergia cruzada entre el látex y ciertos alimentos, específicamente el cambur, aguacate, kiwi, castañas, albaricoque, uva, parchita, piña, melocotón y cereza; ésto es debido a que estas frutas contienen algunos de los mismos alergenos que el látex, es decir, proteínas similares y el sistema inmune se confunde desencadenándose una reacción alérgica muy parecida. También se ha reportado reacción cruzada entre el látex y el ficus, una planta que con frecuencia se encuentra en muchos hogares.
Todas aquellas personas consideradas con riesgo o sospecha de padecer alergia al látex deben acudir a un alergólogo para realizarse pruebas cutáneas frente al látex mediante un método similar al que se utiliza para el diagnóstico en la alergia al polen. También hay pruebas de laboratorio para determinar la sensibilización al látex mediante la detección de anticuerpos específicos.
No hay un tratamiento definitivo para la alergia al látex, la única medida es la prevención, a nivel experimental se está estudiando una posible inmunoterapia (vacuna).
Si se es alérgico al látex y se necesita usar guantes, existen varias opciones:
Emplear guantes de vinilo
Emplear guantes de látex sintético, que aunque son costosos están disponibles en nuestro país.
Los fabricantes están tratando de producir productos de látex que contengan menos alergenos (bajos en proteínas), con la finalidad de reducir el riesgo de reacciones alérgicas en personas sensibles, así como evitar que se desarrolle alergia al látex en más personas.
Algunos centros de salud están desarrollando protocolos de atención ante un paciente alérgico al látex, donde básicamente se sustituyen todos los objetos de látex por otros de diferente material, así como también informan y educan a los pacientes alérgicos al látex para que eviten la exposición al mismo en su vida diaria, ya que éste está presente en incontables productos y utensilios tales como pelotas, suelas de los zapatos, preservativos, raquetas, gomas de borrar, juguetes, chupones, teteros, entre otros.
Por lo anteriormente expresado, conviene en caso de observar alguna manifestación similar a las mencionadas, descartar la alergia al látex como posible causa de la alteración, sin embargo, la mejor opción es la consulta con el especialista quien confirmará o no, nuestra presunción.
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