Trabajos Originales

El componente producción de servicios y su relación con la política de salud oral

Deliamar Montiel1

Resumen

La presente Investigación intenta aproximarse a las razones por las cuales la Práctica Odontológica en su componente Producción de servicios en la modalidad pública, específicamente en el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social no ha podido resolver la grave problemática de salud oral de los venezolanos a pesar de que existe una Política de Salud Oral bien definida.

En éste sentido se caracterizó la producción de servicios en 21 centros pertenecientes a cinco distritos sanitarios de la Sub-región Caracas a través de la aplicación de dos cuestionarios a 21 Jefes de Servicios y 60 Odontólogos que laboraban en dichos centros.

Se pudo comprobar en la realidad el incumplimiento de la Politica de Salud Oral vigente en la producción de servicios en los cinco distritos estudiados.

Palabras clave: Política, Producción de servicios, Salud oral


Review Article

Abstract

This investigation studies the production of service in the public sector, which has not been able to solve the oral health problems. The production of services was studied in21 centers connected to the five sanitary districts in Caracas, this was done through questionnaires to 21 heads of service and go dentist that work in the system


  1. Profesor agregado de la facultad de odontología de la UCV. Miembro de la asociación latinoamericana de medicina social

INTRODUCCIÓN:

El objetivo de nuestra Investigación fué caracterizar la producción de servicios en el Ministerio de Sanidad, partiendo de su relación con la Política de Salud Oral vigente tomando como referencia el proceso administrativo como herramienta para la ejecución de dicha Política.

Dos grandes investigaciones realizadas en el país con 18 años de diferencia arrojaron los siguientes resultados:

El Estudio para la Planificación Integral de la Odontología (1968) señaló entre otras conclusiones:

  1. El Índice CPOD medio para el grupo de 7-14 años fue de 3.94 dientes cariados
  2. De cada 100 dientes cariados solo 12 se obturan.
  3. A mayores niveles de ingresos aumenta el porcentaje de dientes obturados.
  4. El número de dientes obturados aumenta con el incremento de los niveles educacionales.
  5. El CPOD es mayor en las zonas rurales y en contraposición el mayor número de dientes obturados se encuentra en las zonas urbanas.
  6. La higiene oral expresada en el IHOS es mayor en los grupos con ingresos familiares mas bajos.
  7. Este mismo índice expresa mayores valores en grupos de analfabetos y en las zonas rurales.

El Proyecto Venezuela (1986) concluyó:

  1. El CPOD expresa mayores valores en el área rural y en los estratos IV y V.
  2. El mayor porcentaje de dientes obturados se concentra en el área urbana y en los estratos I. II, III.
  3. El porcentaje de dientes sanos es mayor en los estratos I, II, y III en todas las regiones.
  4. La higiene oral es mejor en sujetos que viven en áreas urbanas y que pertenecen a los estratos I II y III.

Es obvio que la problemática de salud oral de nuestros compatriotas se ha mantenido o en todo caso agravado Se entiende entonces la necesidad de profundizar en las causas por las cuales, conociendo el cúmulo de necesidades buco- dentales de nuestra población, la práctica odontológica en sus tres componentes y específicamente en la producción de servicios no ha dado respuestas que permitan transformar estos indicadores.

Algunas de las causas es posible encontrarlas a través del análisis de los cambios estructurales ocurridos en Venezuela, a partir de la democracia, y su relación con las características de la práctica odontológica, sustentada teóricamente en la correspondencia que existe entre la dinámica socio económica y la práctica en salud, y la relación entre el discurso planteado en la Política Nacional de Salud Oral vigente, y lo que realmente se ha venido haciendo en la producción de servicios en el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, máximo exponente del sub-sector público de salud. Asi concebida, exige para su análisis como proceso, ahondar en el estudio de cada uno de sus componentes y los determinantes que en última instancia perfilan su dinámica y características.

Bajo esta visión integradora, es posible avanzar en la definición de políticas que se traduzcan en acciones necesarias en la modificación de una práctica tradicional alejada de su entorno social, única salida para posibilitar su acción transformadora de la realidad.

Nuestra Investigación nos permitió evaluar en la realidad el cumplimiento o no de los objetivos de la Política Nacional de Salud Oral y la caracterización del proceso administrativo como instrumento de medición de gestión del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social.

MATERIAL Y MÉTODO:

Universo:

  • Cinco distritos sanitarios correspondientes a la Sub-Región Caracas
  • Veinte y un (21) servicios odontológicos
  • Sesenta (60) odontólogos
  • Higienistas y asistentes dentales
  • Técnicos dentales.

Unidades de observación:

  • El servicio

Unidades de información:

  • Los Odontólogos

Recursos humanos:

  • Un (1) Odontólogo investigador
  • Tres (3) Grupos de pasantes en los diversos seminarios de Docencia Servicio.

TÉCNICAS:

Se aplicaron encuestas mediante la técnica de la entrevista con los Jefes de cada servicio y los Odontólogos adscritos.

RESULTADOS:

  • En los distritos sanitarios más populosos se concentraron el menor número de servicios, unidades odontológicas, odontólogos y personal auxiliar.
  • TABLA No. 1 PROPORCION ENTRE POBLACION POR DISTRITO Y No. DE SERVICIOS, UNIDADES, ODONTOLOGOS Y PERSONAL AUXILIAR. SUB REGION CARACAS. MSAS. 1989.
    TABLA No. 1 PROPORCION ENTRE POBLACION POR DISTRITO Y No. DE SERVICIOS, UNIDADES, ODONTOLOGOS Y PERSONAL AUXILIAR. SUB REGION CARACAS. MSAS. 1989.
    Fuente: Elaboración propia
  • La distribución de los diferentes tipos de servicios clasificados por complejidad creciente no fué uniforme existiendo distritos que no tenian unidades sanitarias, ni centros materno infantiles ni ambulatorios.
  • La prestación del servicio se realizaba en muchos casos sin el concurso del personal auxiliar.
  • El mayor número de horas contratadas del instrumento Odontólogo se ubicó en el nivel hospitalario de atención especializada según el modelo de regionalización, por lo que forzosamente a éste nivel se concentró la mayor demanda de atención, invirtiéndose la pirámide de acceso a los servicios.
  • Existian sólo dos técnicos dentales contratados en toda la Sub-región con 14 horas/mes en dedicación a los dos hospitales que contestaron la encuesta.
  • Sólo dos servicios desarrollaban programas de Docencia -Servicio y correspondian ambos a Hospitales.
  • Ninguno de los servicios encuestados utilizaba el sistema modular a 4 manos y delegación de funciones al personal auxiliar.
  • Los grupos poblacionales que se atendian y las actividades odontólogicas que se realizaban en cada tipo de servicio se correspondian con lo pautado en la Política de salud oral. Este fué el único postulado de dicha política que se cumplió.
  • La atención de la población se hacía sin ningún tipo de prioridad definida en el perfil epidemiológico, evidenciándose ausencia de programación y planificación en la prestación del servicio. La demanda programada existía sólo en los grupos escolares y centros materno infantiles.
  • El 70 % de los servicios efectuaba un triaje y el alta al paciente cuando es atendido globalmente. El 5.3 % de los servicios otorgaba citas sin criterios específicos.
  • La evaluación de los recursos humanos es eminentemente cuantitativa dándose mayor peso a la cantidad de trabajo ejecutado y no a su calidad., Sólo el 15 % de los servicios encuestados tenían supervisión interna. El 60 % de los mismos eran supervisados fuera del ámbito de la jefatura local.
  • El 10 % de los jefes de servicio declararon que nunca habían realizado una evaluación ni del servicio ni de los odontólogos.
  • La evaluación del servicio se enviaba al nivel regional, y éste no devolvía los resultados al nivel local. Los jefes de servicio desconocian si estaban cumpliendo o no con lo pautado en la Política de salud oral.
  • El 20 % de los archivos de los servicios no tenian criterios específicos para archivar las historias, y en un 15 % esos archivos eran manejados por cualquiera personal disponible.
  • Sólo los ambulatorios y hospitales encuestados tenian funcionando los equipos en su totalidad. El mantenimiento de los mismos era reparador y de emergencia en un 95%.
  • La provisión de instrumental y material a los servicios se hacía a través de una requisición mensual o trimestral y el 75 % de los mismos la consideraba insuficiente.
  • Un alto porcentaje de los servicios no tenian normas para almacenar y distribuir los materiales provistos por el nivel regional.
  • Solo el 5.3 % de los servicios encuestados tenian equipos totalmente dotados para producir el acto odontológico dentro de ciertas normas de higiene y seguridad.
  • El 65 % de los servicios no tenian programas de extensión a la comunidad. Los pocos que sí lo hacian son de tipo educativo.
  • Sólo el 25 % de los Centro materno infantiles, grupos escolares y núcleos de atención primaria cumplían con los programas de educación para la salud.
  • Sólo el 10 % de los escolares, preescolares y embarazadas eran beneficiarios de los programas de educación para la salud.
  • El 80 % de los servicios encuestados señaló como factor limitante para la Educación continua de su personal que dicha actividad no estaba programada a nivel central. El desarrollo de la Investigación estaba limitado por la ausencia de una política de capacitación del personal en el área de Investigación y la no programación de dicha actividad a nivel central.
  • Las edades promedio del grupo de odontólogos encuestados oscilaron entre 31 a 50 años. El 30 % de ellos tenian trabajando en el MSAS entre 12 y 17 años. El 20 % de los mismos declararon que no habían hecho ningún curso de Educación continua desde su graduación.

ANÁLISIS:

La práctica odontológica ha sido incapaz de resolver la grave problemática de salud oral del venezolano. Históricamente ha sido determinada y condicionada por los complejos procesos de la estructura económica, politica y social donde se expresan las contradicciones de un Modelo Económico basado en la acumulación capitalista donde las necesidades de éste Modelo privan sobre las necesidades humanas. Así determinada, sus tres componentes o funciones han derivado en una respuesta individual a un problema colectivo. Esto se evidencia en la formación de recursos humanos bajo el concepto positivista de la boca como máquina cercenada del ser como un todo en la expresión social. El objeto de estudio deja de ser el hombre para trasladarse a las técnicas. Se refuerzan en los curricula de estudios en apariencia, los elementos enriquecedores de la solidaridad, la igualdad y el derecho a la salud en la búsqueda de un profesional con conciencia social.

La praxis determina la negación de este discurso al introyectar en el educando el individualismo, la competencia y el libre ejercicio o empresa.

Vista la Odontología como un conjunto de técnicas donde se ha extraviado su verdadero objeto de estudios, la Investigación que hacemos es aquella que apuntala el uso de materiales y equipos cada vez más sofisticados y costosos, en un desesperado intento por hacer ciencia.

Terminamos como una fuente segura de consumo de insumos, cumpliendo así con nuestro papel en el circuito de acumulación.

Las respuestas del Estado Venezolano concretadas en las Políticas Sociales y entre ellas la Política de salud oral sólo han servido para legitimarse a si mismo. En los relatos generales producidos por las diferentes reuniones entre los organismos involucrados en salud oral, sostenidos desde 1985 a 1992, no se leen ningún tipo de acuerdos o acciones concretas a ponerse en práctica en lo inmediato.

Por otro lado, la preparación de los recursos humanos no contempla su formación en aspectos fundamentales en la aplicación de la política de salud oral, tales como el desarrollo de la investigación, administración, capacitación del personal auxiliar, atención primaria, etc...No hay comunicación directa entre lo que hay que transformar para brindar salud a la población y los altos niveles de decisión, no existe unidad de ejecución de la política de salud oral definida, dejando en manos del Ministerio su aplicación, sin la participación de otros sectores involucrados en la salud, o en todo caso, participación tímida y discontinua de uno que otro sector.

El ámbito político de las decisiones que deben tomarse para solventar la grave problemática de salud oral venezolana, es desconocido en su magnitud ética, filosófica y fundamentalmente comprometido con la responsabilidad histórica que le compete.

Los grupos que actúan en el sector salud (gremios, técnicos y empresas proveedoras de insumos)tienen intereses particulares que provocan respuestas distintas a lo antes pautado en la política de salud.

Para los gremios, priva la estabilidad laboral y una justa remuneración por lo cual se limitan a cumplir con su trabajo y en todo caso la Odontología pública es de "segunda" para ciudadanos de "segunda".

Preparamos recursos humanos en las Universidades para curar y no para prevenir, por lo que si la prevención masiva es el norte de la politica, puede peligrar la justificación de su existencia como elemento que "cura" exclusivamente.

La respuesta de los técnicos ante la política de salud oral, implica el aspecto eminentemente administrativo de manejo de recursos de manera racional y eficiente.

Pero esto se queda en discurso por que en la realidad, evidenciamos que el proceso administrativo, entendido como la expresión de la aplicación de las funciones de la administración tales como: planificación-programación,coordinación, evaluación, control y supervisión, pareciera estar ausente dados los resultados de nuestro trabajo.

Estos permiten presumir que hay mucha espontaneidad al momento de crear y poner en marcha los servicios, sin criterios geodemográficos y socio-epidemiológico definidos como producto del diagnóstico previo de la situación.

Cada servicio marcha por su cuenta, alienado en la prestación de una atención rutinaria, mutilante y poco reconfortante, ya que ninguno conoce cual es su papel en la concreción de la obra común.

El control y la supervisión sobre el trabajo y las actividades que se realizan en los servicios deja mucho que desear. Esto permite el relajamiento en el cumplimiento de los objetivos propuestos, y favorece el olvido al cual parecen entregados los odontólogos a quienes se les encomienda un determinado servicio.

La evaluación del servicio y sus recursos es meramente cuantitativa, en función de alcanzar las metas señaladas por el Ministerio. Eficiencia que no se traduce en transformaciones reales de los perfiles epidemiológicos, en soluciones concretas a los problemas de salud pública diagnosticados repetidas veces.

Eficiencia que mata la eficacia y que sirve de soporte para justificar los costos, y no siempre logra su cometido.

Por otra parte, los resultados de ésta evaluación no son conocidos por el servicio ni por sus odontólogos. Esto impide aunque sea en la forma, corregir las fallas, tomar decisiones, sentirse parte de un todo que retroalimente las acciones diarias.

Pudimos constatar en la realidad que los servicios no cuentan con todo lo útil y necesario para su funcionamiento.

Para las empresas tecno-médicas que actúan en el sector es excelente la dispersión y el derroche de recursos en tan variadas instituciones lo que les permite seguir garantizando la acumulación de capital y su representación de monopolios extranjeros.

La producción de servicios en el MSAS es incoherente ante el discurso de una política de salud progresista, con lineamientos claramente definidos.

La práctica sigue desconociendo el carácter colectivo del proceso salud-enfermedad, y sigue reproduciendo el modelo de atención tradicional individual, sin la aplicación de la tecnología modular, y sin la correcta utilización del personal auxiliar.

La pirámide de los niveles de atención está invertida teniendo los hospitales la mayor concentración de profesionales y equipos. Esta situación condena la consolidación de la atención por niveles y sacrifica cada día más la accesibilidad a los servicios por parte de la población.

La Educación para la salud se traduce en programas de educación sanitaria con muy poca cobertura.

La participación comunitaria concebida en su mas amplio espectro, no es más que un concepto inalcanzable en éste modelo de práctica institucional.

La poca Investigación que se hace en los servicios es un acto individual y reproduce los contenidos ideológicos en la formación de los recursos humanos, cuando se dirige prioritariamente a las áreas clinico-patológicas.

El interés en la educación continua del personal, también se encamina hacia los cursos de perfeccionamiento clínico.

El panorama es desalentador a pesar de los esfuerzos de un sector de las Universidades ,de los gremios y de los servicios.

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