En primer lugar deseo agradecer, a ustedes mis queridos graduandos, el haberme seleccionado como su madrina de promoción, hecho que implica una alta responsabilidad ante el país, la facultad, sus familiares, sus maestros, sus colegas, puesto que de ahora en adelante siento, que mi nombre y mi enseñanza los abriga en todos los actos profesionales y humanos que hagan en sus vidas, y sé que todos van a estar enmarcados dentro de una gran ética y justicia, lo que más me angustiaría es que no pueda estar presente con todos ustedes, en cada uno de ellos, sin embargo mi corazón, los acompañará por siempre.
En segundo lugar deseo agradecer a quienes me formaron como docente, mis maestros, aquellos que permitieron que llegase hasta este momento grandioso con sus enseñanzas y sabidurías, y que me inculcaron el Don de la razón, el conocimiento y las ideas, para poder colocarme ante mis alumnos con suficiente dominio para emprender la empresa más difícil que es formar al hombre. En especial quisiera agradecer a mi Maestro Elbano Pieruzzi, con quien tengo el honor de compartir este padrinazgo, y digo honor porque siento que me falta aprender mucho más para estar a su altura.
Otro agradecimiento tiene y debe ser a mi cátedra de Clínica Integral, que en una sabia permanencia ha sabido dar respuesta a los principales problemas que presenta la práctica, en un clima de adversidades y contradicciones, pero que sin embargo ha luchado con la frente muy en alto para enaltecer el rol de la profesión, y en especial desarrollar una valiosa función docente al servicio de la facultad y de la universidad.
Hoy se me presenta una de las oportunidades que Dios y la vida te brinda, para expresar el más hondo de los sentires como lo es el orgullo de ser madrina de una de las promociones quizás más especiales, puesto que no sólo vivimos el final de un siglo, sino el fin de un período histórico, donde se puede constatar un cambio global, que se centra en un vínculo muy estrecho entre la producción de conocimientos y las innovaciones tecnológicas, pero en el cual no se han podido resolver todavía los problemas de la guerra , el hambre y la miseria humana, lo que le devolvería al mundo su verdadera paz y su libertad.
Esto último los coloca ante un una toma de decisiones, que les permita resolver las grandes contradicciones, que se presentan en un mundo injusto que requiere de consciencia, sensibilidad humana, para poder salir de este mar de confusiones, especialmente nuestro continente Latinoamericano que exige visas de hermandad, para poder unirse en el gran sueño Bolivariano.
Amados ahijados: "Hagan que sus vidas sean campanas que repiquen o surco que florezca y fructifique el árbol luminoso de la idea. Alcen su voz sobre la voz sin nombre de todos los demás. Llenen todo su espíritu, de lucha, busquen el empinamiento de la cumbre, y sí el sostén nudoso de sus báculos encuentra algún obstáculo a sus intentos, sacudan el ala del atrevimiento, ante el atrevimiento del obstáculo" Con este poema "palabras fundamentales" del insigne Nicolas Guillén entro al calor de estas líneas tratando en lo posible de llevar un mensaje que contenga la fuerza que ustedes representan, ante esta responsabilidad sin tregua, de ser la esperanza del porvenir.
Es por ello que significa más que un honor, situarme ante ustedes a trasmitir una cantidad de sentimientos que mi corazón alberga, cuando los contemplo en uno de los días más importantes de sus vidas, no sólo por haber obtenido un título universitario, sino por que este es el título del compromiso de salvar a la "casa que vence las sombras de las sombras".
Significa este el reto histórico más importante que les toca vivir, ya que esta Alma Mater, debería estar marcando el rumbo, por la dignificación del hombre trabajador, el respeto a los derechos humanos, una democracia participativa, la custodia de nuestro patrimonio nacional, el acceso igualitario a la educación, la salud, la vivienda y la recreación, una reforma de las estructuras económicas y sociales, lo que nos permitiría vivir como ciudadanos.
Sin embargo vemos con gran preocupación una deplorable situación económica política y social , la corrupción,, la ausencia de liderazgo, el deterioro de las Instituciones especialmente Educación y Salud, la pobreza crítica, la inseguridad personal y el alza inflacionaria, panorama que ensombrece el presente y el futuro de nuestro querido país, y es esta desesperanza la que ha cundido nuestro espíritu, y ante la cual debemos volver a encender la llama del camino trabajando con consciencia, fuerza y convencimiento de triunfo, para poder dar respuesta a una sociedad que nos necesita.
Solo así lograremos que la Universidad asuma el liderazgo que le corresponde, en la construcción de una sociedad más justa y democrática, ello implica rescatar los principios éticos, sociales, políticos, y científicos que permitan la interpretación de la realidad identificando el verdadero origen de los problemas, y planteando estrategias para enfrentarlos, lo que hará que se produzcan las transformaciones necesarias, y la participación de una sociedad a la que hay necesidad de devolver su poder y saber para sacar a nuestros pueblos adelante.
Afortunadamente, nosotros sentimos que les proporcionamos las herramientas, concretadas en la capacidad de lucha y valentía para enfrentar las situaciones difíciles, quedando demostrado en haber podido superar una carrera de obstáculos y barreras absurdas, que les inundó el alma en muchas oportunidades de desaliento, pero pudieron levantar las banderas impulsados por los sueños y las utopías.
En esta parte quisiera hacer un alto, para hacer un llamado a la reflexión y el análisis cuidadoso de un Plan de Estudios, que ha generado un desgaste innecesario en los estudiantes, que cansados y exhaustos de tantas trabas, abandonan los espacios para el debate crítico, para aclarar sus profundas dudas, para atender los verdaderos problemas de la sociedad, y lo que es más importante marginan el compromiso con un país que los reclama.
Es aquí que debo resaltar, el papel fundamental que asumimos como Cátedra de Clínica Integral, en ese tan adversado y querido proyecto piloto, donde al contemplar los problemas antes mencionados, en una estampida donde se nos fue la vida de Marliz un alma bella a la que, con permiso de todos ustedes deseo abrir un paréntesis para dedicar una breve frase del "requiem para un amigo" del cantautor Silvio Rodríguez ("Si uno fuera a llorar cuando termina, no alcanzarán las lagrimas a tanto, nuestras horas de amor así vividas, es mejor despedirlas con un canto.. Anda corre donde debas ir, que te espera el provenir, los cisnes están vivos").
Arribamos así a la responsabilidad de formar un recurso verdaderamente humano y crítico, mediante la orientación tutorial, la participación, el trabajo en equipo y la evaluación por capacidades, obteniendo al final no sólo una gran experiencia, sino los resultados más hermosos, como son los sentimientos de ética, solidaridad, hermandad, compañerismo, igualdad y lo más apreciado el respeto por la libertad de expresión y pensamiento.
Constituyéndose estos últimos en los elementos fundamentales para continuar desarrollando una labor profesional, que requiere más que de una destreza psicomotora, una gran conocimiento, dominio, y en especial fibra humana para resolver los principales problemas de salud de la población.
Hoy me satisface no sólo el haber sido una de sus guías, sino que su sangre confluya con la sangre del resto de estos graduandos, porque hemos ganado un espacio en sus corazones, que ciegos de temores y odios infundados, no les permitía ver el amor que les ofrecíamos, pero que por suerte recuperaron su vista y sus oídos para aceptarnos como colegas hermanos.
Estamos conscientes que la vida para ustedes fue difícil, llena de sacrificios, pero pueden sentirse orgullosos, que todo su esfuerzo no fue en vano, que todos aprendimos de todos, y es por ello que me siento tan emocionada de compartir con ustedes el sabor de la gloria, que como muestra se las ofrezco con cariño sincero.
Compañeros, colegas, ahijados, amigos, reciban este título como el gran reto, que implica seguirse preparando para enfrentar las adversidades que encontramos en el sector salud, asumiendo el rol de nuestra profesión. La situación que vivimos es difícil, requiere un cambio de actitud, y son ustedes los jóvenes profesionales lo que hacen posibles los cambios, mediante el trabajo y la participación en las distintas áreas de la vida nacional, sean los defensores incondicionales de los valores éticos, y humanos, sobre todo firmes a sus convicciones, teniendo como Norte la reconstrucción de un país, justo, económicamente productivo, física y moralmente sano, y digno de todos los venezolanos.
¡En sus manos esta el que las utopías se cumplan!.
Para finalizar quiero decirles que inspirándome en un poema de mi amigo AÍi Primera:
creo en ustedes porque siempre han navegado las venas de esta tierra porque no nos llenan de silencio la esperanza, por la necesidad de multiplicar y hacer inmenso el grito de los humildes porque el hombre es indivisible es sus partes revolucionaria y humana porque a la lucha debemos ir, en buena gana, sin amargura porque ustedes tienen la sonoridad del río, del viento en las montañas y de las entrañas de la tierra seca. En resumen creo en ustedes porque serán, hoy y siempre ustedes mismos
Ahijados y amigos, muy Señores míos Muchas gracias,
la vida los espera y la UCV también.