Trabajos Originales

Efecto de enjuagues de fluoruro de sodio al 2% en la incidencia de caries dental en una población escolarizada

Titulo Corto: Efecto de enjuagues de fluoruro de sodio al 2% en la caries dental.

  • Cosme Damian Fernández, Odontólogo 2, División de Odontología, Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (MSAS), Caracas, Venezuela.

  • Ana María Acevedo, Ph.D, Profesor Asociado, Instituto de Investigaciones Odontológicas, Facultad de Odontología, Universidad Central de Venezuela, Caracas, Venezuela.

    Envió de la correspondencia:
    Prof. Ana María Acevedo
    Instituto de Investigaciones Odontológicas "Raúl Vincentelli",
    Laboratorio de Bioquímica, Facultad de Odontología, Universidad
    Central de Venezuela, Caracas, 1050Tel-Fax: (02) 605 3796
    e-mail: [email protected]
ABSTRACT
For our study, 200 6 year old children were randomly divided into a control and experimental group. The children were examined and the DMFT and deft index were calculated. Control children were given a placebo solution (NaCl 2%), while experimental children were given a 2% NaF mouthrinse, for 4 consecutive days every 8 months, in order to assess its effectiveness as an aticariogenic method. Initial values of DMFT and deft for both groups before treatment were 0,42±0,72 and 0,29±0,62, and 2,02±1,95 y 2,28±1,78 respectively. After 2 year of treatment, experimental group showed a 46,5% statistically significant reduction in the DMFT index (P<0,001) as compared to the control. However, no significant differences were observed in the deft index. Our result suggest that 2% NaF mouthrinses, for 4 consecutive days every 8 months is a highly effective method to prevent caries in the permanent dentition, however, it was ineffective in the primary dentition.


RESUMEN
Para este estudio se seleccionaron al azar 200 niños de 6 años y se dividieron en 2 grupos de 100 niños cada uno (experimental y control), los cuales fueron examinados previo al inicio del estudio y se determinaron los índices CPOD y ceod. De la población originalmente seleccionada, durante el período de estudio, desertó el 19% de los niños, quedando finalmente la muestra conformada por 81 niños en cada grupo. Al grupo control se les administró una solución placebo (NaCl 2%) y una solución de NaF al 2% al grupo experimental por 4 días consecutivos y se repitió cada 8 meses a manera de asegurar la efectividad del método. Los valores iniciales para el índice CPOD fueron de 0,46±0,72 y 0,29±0,62 para el grupo control y experimental respectivamente y para el ceod de 2,02±1,95 para el grupo control y 2,28±1,78 para el experimental, para ambos índices la comparación estadística resulto no significativa estadísticamente (P=NS). Después de 16 meses de tratamiento se observó una reducción en índice CPOD de 46,5% la cual fue estadísticamente significativa al compararla con el grupo control (P<0,001). Por el contrario no se observó diferencia estadísticamente significativa para el índice ceod. Estos resultados sugieren que los enjuagues de NaF al 2% por 4 días consecutivos repetidos cada 8 meses fueron altamente efectivos en reducir los índices de caries en la dentición permanentes, sin embargo resultaron poco efectivos en la dentición primaria.

Palabras claves: Caries, Incidencia, Enjuagues, Fluoruro de Sodio, Prevención



INTRODUCCION
La OMS define la caries dental como un proceso localizado de origen extenso, que se inicia después de la erupción dentaría determinando el reblandecimiento del tejido duro del diente y evoluciona hacia la formación de una cavidad.

Numerosos estudios (Carlos y Gittelsohn, 1965; Brudevold et al., 1982; Carvalho et al.,1989) han demostrado que el período de mayor riesgo para el desarrollo de la lesión cariosa es el inmediato a la erupción dentaría y a medida que el diente tiene mas tiempo expuesto al medio bucal este riesgo disminuyen. Una de las posibles explicaciones es que a medida que el diente está presente por más tiempo en la boca, este permanece expuesto a los minerales presentes en la saliva los cuales son captados por el esmalte recientemente erupcionado contribuyendo así a completar su proceso de maduración y haciendo el esmalte menos susceptible al ataque por los ácidos productos del metabolismo bacteriano.

La caries dental es una enfermedad que en las primeras edades produce mayor mortalidad del tejido dentario, presentándose con alta prevalencia y severidad. Esta enfermedad consume gran parte de los recursos humanos, económicos y físicos que se destinan para la salud en nuestro país.

La caries dental representa, de acuerdo a los diferentes estudios realizados en Venezuela, una de las patologías de mayor prevalencia (Nuñez, 1971; Cova Rey y Lozada,1972; Gómez,1984; Cordova,1987; Roz et al., l988; Ayala,1989; Vanegas,1989; Fernández et al.,1991, 1992; Acevedo et al., 1992; Barrios y Ortiz, 1993; Silva, 1993; Cortes et al., 1997; Saez, 1994 y Mijares, 1995.

La gran mayoría de los estudios epidemiológicos sobre caries dental realizados en Venezuela han sido estudios regionales. El primer estudio fue llevado a cabo por Contreras en el año 1952. Este estudio reveló altos índices de caries siendo el índice para los 7 años de 3,83 y para los 14 de 11,36.

Posteriormente en 1964 la División de Odontología del Ministerio de Sanidad realizó un estudio con el objeto de conocer la prevalencia de caries en los Miranda, Aragua, Yaracuy, Trujillo, Zulia y el Distrito Federal. La muestra evaluada fue de 26.876 escolares en edades entre 7 y 19 años y los resultados reportaron una alta prevalencia de caries para ese momento. El índice CPOD promedio para los 7,8,12 y 15 fue de 2,74; 3,28; 8,09 y 12,17 respectivamente. El primer estudio nacional se realizó entre los años 1967 y 1969 por Cova Rey y Lozada el cual se denominó estudio para la Planificación Integral de la Odontología (EPIO) y fue coordinado por la División de Salud Oral del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social.

Se evaluó una población entre 7 y 65 años. Los resultados reportados indicaron un índice de caries (CPOD) para los 7 años de 1,71 y a los 14 años este valor aumentó a 7,41 incrementándose en los siguientes grupos etáreos hasta alcanzar el valor de 10,44 en el grupo de los 65 años y más. El índice promedio para el grupo etáreo de 7-14 años fue de 3,94 y solo el 15,83% de estos niños estaban libres de caries. También se reportaron diferencias en cuanto al sexo, siendo el CPOD promedio para el sexo femenino en el grupo total de 11,17 mientras que para el sexo masculino este índice fue significativamente menor (9,76). Nuñez, 1971 realizó un estudio, donde evaluó el estado de salud bucal de la población escolar de Ciudad Bolívar. Los resultados de este estudio indicaron índices de 2,23; 2,82 y 7,73 para los niños de 7, 8 y 12 años respectivamente.

Entre los años 1981 y 1987, Mijares, a través del Proyecto Venezuela, lleva a cabo un estudio en diferentes regiones del país, en el cual entre sus múltiples objetivos estuvo el de conocer la prevalencia de caries en el país. Para este estudio utilizaron una muestra total de 7.386 niños con edades comprendidas entre 3 y 12 años a los cuales les determinaron los índices ceod y CPOD. El índice promedio para este rango de edades fue de 2,43 con un índice promedio para los 12 años de 3,67 (Mijares 1995)

Otro estudio a escala regional fue el realizado por Gómez en 1984. En este estudio se evaluó la población escolarizada de área Metropolitana de Caracas y el Departamento Vargas en edades entre 5 y 16 años. Se seleccionó un universo total de 154 escuelas básicas experimentales quedando conformada la muestra poblacional por 2.134 niños, muestra que se consideró representativa de la población en estudio. Los resultados obtenidos indicaron un índice CPOD para los niños entre 6 y 14 años de 3,3. Asimismo, se demostró que el 64% de la población escolar con edades entre 5 y 15 años estaba afectada por la caries dental en su dentición permanente y solo un 36% de este grupo etáreo estaba libre de caries.

Para el año 1988 Roz et al., realizaron un estudio en el Estado Nueva Esparta, con la colaboración del Instituto Nacional de Odontología (INO) y la Organización Panamericana Sanitaria y cuyo objetivo fue determinar la prevalencia de caries dental y los niveles de higiene bucal de niños en edades comprendidas entre 4 y 12 años. El universo a estudiar fue de 122 planteles escolares y la muestra quedó conformada por 1935 niños. El índice CPOD promedio reportado del grupo fue de 1,42, cifra sustancialmente menor al promedio reportado por Gómez en 1984 para el área Metropolitana de Caracas y Departamento Vargas para el grupo etáreo de 6 a 14 años. Posteriormente, Fernández et al., (1992) determinaron la prevalencia de caries dental en dos grupos de edades (6 y 9 años) en la Escuela Gran Colombia del Municipio Libertador y reportaron un índice CPOD de 0,63 para los 6 años y 2,06 para los 9 años, este último ligeramente menor que el reportado por Gómez en 1988. Estas diferencias en los índices reportados en los diferentes estudios podrían atribuirse a variaciones en la metodología, el estatus socioeconómico de la población en estudio, al efecto de diversos programas preventivos implementados en nuestro país, los cuales no han tenido ninguna continuidad o al uso de dentífricos fluorurados los cuales se expenden libremente en el mercado nacional. Además, se han realizado otros estudios en diferentes regiones del país, entre ellos cabe mencionar el estudio realizado en Puerto Ayacucho (Estado Amazonas) por Acevedo et al., (1992), en el Distrito Caroní (Estado Bolívar) y Distrito Cariaco (Estado Sucre) por Barrios y Ortiz, (1993), En el Distrito Lagunillas (Estado Mérida) por Silva, (1993), y en Zaraza, (Estado Guárico) por Saez, (1994).

De los datos reportados en estos estudios podemos observar que existe una gran variación con respecto a la experiencia de caries y esta fue diferente de acuerdo a la localización geográfica. Los índices mas altos se observaron en el Distrito Lagunillas (Estado Mérida), Puerto Ayacucho (Estado Amazonas), Distrito Caroní (Estado Bolívar), Distrito Cariaco (Estado Sucre), con índices CPOD promedio de 4,38, 394, 3,60 y 3,27 respectivamente. Mientras que en los estudios realizados en el área Metropolitana de Caracas y Departamento Vargas en 1984 por Gómez, en la escuela Domingo Faustino Sarmiento (DF) por Cortes et al., (1997) y por Roz et al., (1988) en el Distrito Sanitario 2 (Estado Nueva Esparta) se observaron valores más bajos para el índice CPOD (2,76, 2,67, 2,02 respectivamente). Los valores más bajos se reportaron en tres de los distritos del Estado Nueva Esparta.

Numerosos países han reportado una reducción en la prevalencia de caries como consecuencia de la incorporación de fluoruros al agua de consumo (Contreras, 1952; Murray y Rugg-Gunn, 1982; Ronson et al., 1985; Horowitz, 1996), así como la utilización de dentífricos fluorurados (Murray et al., 1991).

Estudios realizados en el Reino Unido han reportado una disminución significativa en la prevalencia de la caries dental con el uso de dentífricos fluorurados. El CPOD en niños de 12 años en Inglaterra y Gales disminuyo de 4,8 en 1973 a 1,2 para 1993 (Downer, 1992)

Se han reportado varios mecanismos mediante el cual el fluoruro ejerce su efecto cariostático. El más estudiado y hacia el cual se está dirigiendo actualmente la mayoría de las investigaciones es la capacidad que tiene el fluoruro de promover la remineralización de lesiones iniciales de caries a partir de los minerales presentes en la saliva. La saliva es considerada una solución remineralizante natural, ya que se encuentra sobresaturada para calcio y fosfato con respecto a la hidroxiapatita del esmalte y por lo tanto suministra las cantidades adecuadas de calcio y fosfato necesarias para el proceso de remineralización (Gelhard, 1982). La acción remineralizante de la saliva puede potencializarse en la presencia de concentraciones adecuadas de fluoruro (Rodríguez y Acevedo, 1997).

Algunos autores han sugerido que el fluoruro, aún en concentraciones bajas, es necesario en los fluidos bucales para obtener un máximo de inhibición en el desarrollo de lesiones incipientes de caries y concluyen que elevaciones continuas y frecuentes de la concentración de fluoruro en estos fluidos son ventajosas (Fejerskov et al., 1981; Featherstone et al., 1986) Esto nos lleva a concluir que la utilización del fluoruro para la disminución de la prevalencia e incidencia de la caries dental es de suma importancia y cualquier programa preventivo de caries dental debe estar basado en su utilización adecuada.

Existen muchos países en vías de desarrollo donde las aguas de consumo poseen un bajo contenido natural de fluoruro (0,1-0,5ppm). Las inversiones de capital y costos de implementación de la fluoruración del agua son muy altas en estos países. Además, la mayoría de la población no tiene acceso al agua potable, ya sea por razones de costo, o por razones técnicas, como en el caso de áreas montañosas. Esto ha obligado a muchos países a buscar métodos alternativos para el tratamiento y prevención de caries tales como, la fluoruración de la sal (Kunzel, 1993). Sin embargo, en los individuos con caries rampante o de biberón o con una alta susceptibilidad al desarrollo de caries el uso de fluoruro por vía sistémica no es suficiente sino que es necesario la utilización de los fluoruro en forma combinada (sistémico-tópico), lo que permite una forma de tratamiento más agresivo para el control y prevención de la enfermedad. Numerosas investigaciones (Driscoll et al.,, 1991; Bastos y Boesso, 1991; Watson et al., 1996) han reportado que el uso combinado de enjuagues fluorurados al 0,2% (NaF) cada 15 días con métodos masivos de prevención (agua de consumo fluorurada, sal fluorurada, sellantes de puntos y fisuras etc.) produce una disminución significativa de la prevalencia de esta entidad patológica, sobre todo en pacientes con xerostomía producida por tratamiento con radioactividad, en aquellos pacientes con cáncer de cabeza y cuello y en caso de alteraciones sistémicas, como es el caso del Síndrome de Sjogren´s y la Fibrosis Quística, donde se ha observado un gran incremento en el desarrollo de lesiones de caries.

El primer estudio de prevención masiva desarrollado en Venezuela fue el realizado por Contreras en 1952, en la ciudad de Guanare, Estado Portuguesa. En este estudio se evaluó el efecto anticariogénico de la aplicación de fluoruro a las aguas de consumo humano por un período de 10 años. Sus resultados indicaron una reducción significativa de un 48.0% en los índices de caries en una población de 7, 10 y 14 años. Posteriormente en el año 1985, como complemento al programa de fluoruración del agua de consumo iniciado en 1980 (División de Salud Oral, MSAS) se implemento por convenio inter-institucional (MSAS; ME), el programa de prevención, utilizando enjuagues fluorurados al 0,2% (NaF) quincenales para estudiantes de las escuelas básicas a nivel nacional. Evaluaciones sistemáticas del programa con el objeto de monitorear el cumplimiento del programa han demostrado que solo el 30% de las escuelas a nivel nacional cumplen con el mismo pero de una manera irregular (Gómez et al., 1997). En vista de la poca cobertura obtenida con estos programas de prevención, actualmente se esta implementado el programa de yodación y fluoruración de la sal de consumo humano a nivel nacional, el cual ha sido exitoso en diferentes países a nivel mundial (Mejias et al., 1976, Estupiñan et al., 1996).

Como objetivo de esta investigación nos propusimos:

  1. Determinar los índices de caries en la totalidad de los niños de 6 años inscritos en la escuela Gran Colombia.

  2. Estudiar el efecto anticariogénico de enjuagues bucales fluorurados (NaF 2%) supervisados, utilizando los índices CPOD y ceod, en una muestra de esta población.
MATERIALES Y METODOS
SELECCIÓN DE LA MUESTRA

El universo quedo constituido por la totalidad de los alumnos de 6 años (373 niños) inscritos en la escuela Gran Colombia ubicada en el Municipio Libertador, del Area Metropolitana de Caracas. De acuerdo a los criterios de estratificación reportados por Gómez, (1984), esta escuela se ubica en la clase "B". Este criterio de estratificación se basa en la ubicación de la escuela, en este caso la escuela se encuentra ubicada en una urbanización con edificios y casas pequeñas. En diseño muestral se utilizó una muestra intencionada con selección aleatoria.

Para la recolección de la información (índices CPOD y ceod) se utilizó el examen clínico el cual se realizó de acuerdo a los criterios reportados por Klein y Palmer (1938). Los exámenes fueron realizados por un solo examinador el cual fue recalibrado. En este proceso se estimó el error inter e intra-examinador, considerándose un error máximo permisible de un 5%. Para el examen se utilizaron exploradores Nº 23 y espejos planos Nº 5.

Los 373 niños que constituían el universo total fueron evaluados para los índices, ceod y CPOD, al inicio del estudio. Una vez finalizada esta primera evaluación se seleccionaron 100 niños (grupo control) y 100 niños (grupo experimental), de acuerdo a la tabla de números aleatoria, los cuales fueron re-evaluados a los 16 meses después de iniciado el tratamiento. Durante este período se observó una deserción del 19% quedando para el final del estudio 81 niño en cada grupo. Los niños seleccionados en el grupo control se les administró una solución placebo mientras que al grupo experimental se le suministró una solución de fluoruro de sodio (NaF) al 2%.


PREPARACION Y MODO DE APLICACIÓN DE LA SOLUCION A EVALUAR
Se preparó una solución de fluoruro de sodio al 2% (p/v), utilizando material plástico con el objeto de evitar pérdida del ión fluoruro (solución experimental) y una solución de NaCl al 2% la cual se utilizo como solución placebo. Tanto la solución experimental como la solución placebo se colocaron en recipientes plásticos de 1 litro, los cuales fueron identificados y codificados antes de ser entregados al investigador (A para el NaF, B para el placebo). Ambas soluciones se administraron en forma de enjuagatorios bucales supervisados por 4 días consecutivos 2 veces en total. La primera aplicación se realizó al finalizar el examen clínico de los alumnos para determinar los índices CPOD y ceod (línea basal o tiempo 0). La segunda y última aplicación se realizó a los 8 meses de la primera aplicación.

Finalmente, luego de 8 meses de la segunda y última aplicación los niños se evaluaron clínicamente y se determinaron nuevamente los índices CPOD y ceod para poder determinar por medio de análisis estadístico si hubo alguna variación en los índices en los dos grupos (experimental y control) luego del tratamiento con los enjuagues. Esta técnica es una modificación de la reportada por Bojanini, (1984), en la cual originalmente se utilizaron enjuagues supervisados con fluoruro de sodio al 2%, previo cepillado dental y charlas educativas sobre salud bucal. La implementación de los enjuagues se llevó a cabo en el salón de clase. A cada niño tanto del grupo experimental (NaF) como los niños del grupo control (placebo) se le suministró un vaso plástico con capacidad de 50 ml en el cual se les entregó la solución placebo y la solución a evaluar. A continuación se les indicó a los niños enjuagarse durante 2 minutos manteniendo la cabeza hacia abajo para así evitar la ingestión de la solución. Una vez finalizado el enjuagatorio se le indicó al niño escupir varias veces con el objeto de evitar la ingestión de la cantidad de solución remanente en la boca, así como mantenerse sin ingerir ningún tipo de alimento o bebida por 1 hora.

Una vez finalizada la etapa experimental, los datos fueron clasificados y decodificados por la persona que codifico los recipientes para de esta manera poder tabular los resultados.


RESULTADOS
DISTRIBUCION PORCENTUAL E INDICES PROMEDIO BASALES PARA LA MUESTRA ESTUDIADA

La figura 1 nos muestra los resultados de la distribución porcentual de niños libres y afectados por la caries dental en la población estudiada, tomando en cuenta tanto la dentición primaria como permanente Como podemos observar del total de 373 niños examinados 84 se encontraban libres de caries lo que corresponde al 22,5%, mientras que la población restante, 289 niños se encontraban afectados por la caries dental (77,5%).


Del universo total (373 niños) se seleccionaron al azar 100 niños para el grupo control y 100 niños para el grupo experimental. A estos niños se les determinó previo al inicio del estudio los índices promedios CPOD y ceod los cuales constituirían los datos de línea basal para cada grupo. Los resultados para ambos índices se muestran en la tabla 1.

Tabla 1. Indices promedios CPOD y ceod básales para 100
niños controles y experimentales. los resultados se expresan
como media ±ds

Para el grupo control los índices obtenidos fueron de 0,40±0,07 y 1,96±0,20 respectivamente, mientras que para los niños seleccionados en el grupo experimental fueron 0,40±0,07 y 2,16±0,20 respectivamente. Al comparar estos datos obtenidos usando el Test de Student no se observaron diferencias estadísticamente significativas entre los dos grupos. Sin embargo durante el período experimental de 16 meses se obtuvo una pérdida de 19 niños lo cual equivale a un 19% de los niños que inicialmente participaron en el estudio. Por lo tanto, fue necesario recalcular nuevamente los valores para los índices básales del grupo de niños que finalizaron el estudio (81) y los resultados se muestran en la tabla 2. Para el grupo control el índice CPOD promedio fue de 0,46±0,72 y el ceod fue de 2,02±1,95, mientras que para el grupo experimental se obtuvo un índice CPOD promedio de 0,29±0,62 y un ceod promedio de 2,28±1,78. Al comparar estos datos no se observó diferencia estadísticamente significativa.

Tabla 2. Indices promedios CPOD y ceod básales para 81 niños
controles y experimentales. los resultados se expresan como
media ±ds

INDICES PROMEDIOS DESPUES DE 16 MESES DE TRATAMIENTO CON FLUORURO DE SODIO (NaF) AL 2%.
Los valores para el índice CPOD promedio obtenidos al final del estudio fueron de 1,59±1,48 (grupo control) y 0,85±1,10 (grupo experimental). El índice ceod para el grupo control fue de 2,43±1,81 y 2,52±1,84 para el grupo experimental. Al comparar el valor para los índices CPOD y ceod para el grupo control, al tiempo cero, con el valor obtenido al finalizar el período experimental se pudo observar un incremento de 3,5 veces para el CPOD y de 1,2 veces para el índice ceod. Por el contrario en el grupo experimental, este incremento fue mucho menor al observado en el grupo control. Para el índice CPOD se determinó un incremento de 2.9 veces, mientras que para el ceod este incremento fue de 1,1 veces.

Este valor es muy similar al obtenido para el grupo control para este mismo índice. En el grupo experimental se determino una reducción de 46,5% la cual fue estadísticamente significativa para el índice CPOD al compararlo con el grupo control. Sin embargo, al analizar los datos para el índice ceod la reducción alcanzada no fue estadísticamente significativa (Tabla 3).

Tabla 3. Indices promedio CPOD y ceod en 81 niños controles y experimentales después de 16 meses de tratamiento. Los resultados se expresan como media±ds

DISCUSION
Ha sido ampliamente demostrado por numerosos investigadores (Fejerskov et al., 1981; Fetherstone et al., 1986; Contreras, 1952; Murray et al., 1991; Rodríguez y Acevedo, 1997; Maldonado et al., 1996)) que la utilización del fluoruro a través de diferentes vehículos reduce el desarrollo de la caries dental, como por ejemplo pastas dentales (Rodríguez y Acevedo, 1997; Maldonado et al., 1996; Murray et al., 1991), aplicaciones tópicas (Bastos y Boesso, 1991; Watson et al., 1996), consumo de agua o sal fluorurada (O'Mullane, 1990; Estupiñan et al., 1996). Sin embargo, estas reducciones han oscilado entre 30 % utilizando las pastas dentales y enjuagues fluorurados (Stookey, 1990) a un 50% con agua y sal fluorurada (O'Mullane, 1990; Hargreaves, 1990).

Una serie de intentos se han realizado en Venezuela para implementar programas preventivos masivos que tengan como objetivo disminuir la prevalencia de caries en la población venezolana. Entre ellos cabe mencionar el programa de fluoruración de las aguas de consumo humano a nivel nacional, el programa de enjuagues con fluoruro de sodio al 0,2% a nivel de las escuelas básicas a nivel nacional.

Estos programas no tuvieron continuidad por lo cual se ha hecho necesario estudiar la factibilidad de utilizar vías alternas que permitan reducir los índices de caries.

Por otro lado, existen casos en los cuales es necesario utilizar tratamientos mas agresivos como es el combinar el uso de fluoruros a través de diferentes vehículos, en casos como el de caries rampantes o caries de biberón y el de caries rampante inducidas por tratamientos con radioactividad en pacientes diagnosticados con neoplasias malignas de cabeza y cuello. Igualmente en aquellos pacientes afectados con enfermedades sistémicas asociadas con hipofunción de las glándulas salivales las cuales conducen a un rápido incremento en el desarrollo de lesiones de caries.

Numerosos estudios clínicos han demostrado que las auto aplicaciones con soluciones fluoruradas es un método efectivo, sobre todo en niños escolarizados residentes en comunidades no fluoruradas. Sin embargo, estos estudios estimaron un porcentaje de reducción de alrededor de 26% (Beltran y Burt,1988, Mandel, 1996).

Los resultados de este estudio permitieron demostrar que hubo una reducción significativa en los índices de caries. Con relación al índice ceod no se observó reducción significativa. Esta reducción significativa en el índice CPOD (46,5%) corrobora los resultados obtenidos por Bojanini en 1984.

La deferencia observada, al aplicar el tratamiento, en los índices de caries en este estudio podría explicarse: (i) por una mayor captación de iones (calcio, fosfato y fluoruro) en los dientes permanentes recién erupcionados, lo que se traduciría en una mayor remineralización de las lesiones iniciales de caries por acción del fluoruro. (ii) a una mayor incorporación del fluoruro a la apatita en formación, contribuyendo a la formación de apatitas sustituidas (fluorhidoxiapatita) más resistentes al ataque de los ácidos producidos durante el metabolismo de los azucares por las bacterias presentes en la placa dental. La población en estudio fueron niños de 6 años en los cuales los primeros molares estaban recientemente erupcionados y los demás dientes permanentes presentes en la boca podrían no haber completado su proceso de maduración, por lo tanto, su capacidad de captación de iones, calcio y fosfato, de los fluidos bucales (saliva y fluido de la placa) es mayor al compararlo con los dientes primarios los cuales han permanecido por un período mas largo en boca y ya habían completado totalmente la etapa de maduración.

Numerosas investigaciones han demostrado que después de una aplicación tópica por profesionales, durante 3 minutos, con soluciones que contengas altas concentraciones de fluoruro, el producto final de la reacción es la formación de una capa de CaF2 o de un material similar al fluoruro de calcio (McCann, 1968; Arends et al., 1988), el cual se ha sugerido actúa como reservorio de fluoruro, y se solubiliza rápidamente durante el ataque ácido. Sin embargo, Harding et al., (1994), basado en análisis al microscopio electrónico, difracción de rayos X, y espectroscopia de dispersión de energía establecieron la presencia del CaF2 en los depósitos formados sobre la superficie del diente después de 24 h de tratamiento y no fue posible demostrar la formación de este material cuando se utilizaron los tiempos de aplicación utilizados en una aplicación clínica. En nuestro caso y basándonos en lo propuesto por Harding et al., (1994) podría pensase que debido a que la solución se aplicó durante 4 días consecutivos este tiempo de tratamiento fue suficiente para que se formara el CaF2 o un material parecido que sirvió de reservorio de fluoruro y el cual lo fue liberando a mediada que se producía el ataque ácido, contribuyendo de esta manera a la reducción del desarrollo de lesiones de caries en los niños estudiados.

Por lo anteriormente expuesto podemos sugerir la implementación que de enjuagues fluorurados como método alterno de tratamiento y prevención para pacientes con alta susceptibilidad de caries dental.


AGRADECIMIENTOS
Los autores queremos expresar nuestro agradecimiento a la directora, maestros y estudiantes de la escuela Gran Colombia ya que sin su colaboración no hubiera sido posible la realización de este estudio


REFERENCIAS
  1. Acevedo AM, Franco K, Rivera H, Carte-Bartlett PM. Dental caries prevalence in school children in the Territorio Federal Amazonas. J Dent Res 71(SI), Abstract. 1863, 1992.

  2. Arends J, Reintsema H, Dijkman TG. Calcium fluoride-like material formed in partially demineralized human enamel in vivo owing to the action of fluoridated toothpaste. Acta Odontol Scand 46: 347-353, 1988.

  3. Ayala O. Prevalencia de caries dental en niños pre-escolares del Instituto Nacional del Menor y la Fundación del Niño, Distrito Federal. Trabajo de Ascenso, Catedra de Odontología Preventiva, Facultad de Odontología, Universidad Central de Venezuela, Caracas, Venezuela, 1989.

  4. Barrios R, Ortiz A. Estudio epidemiológico bucal de la población escolar del Distrito Sanitario 2 Caroní, Estado Bolívar, y del Distrito Sanitario 6 Cariaco, Estado Sucre. Tesis de Maestría, Facultad de Odontología, Universidad Central de Venezuela, Caracas, Venezuela, 1993.

  5. Basto JR de M, Boesso MCA. Fluoridated weekly mouthwash in schoolchildren undre integral dental care. J Dent Res 70 (SI) Abstract 338, 1991.

  6. Beltarn ED and Burt B. The pre and posteruptive effects of fluoride in the caries decline. J Public Health Dent 48(4): 233-240, 1988

  7. Bojanini J. Efecto del cepillado con NaF al 2% y educación dental en los índices de caries dental. Mimos OPS/OMS, 1984.

  8. Brudevold F, Aasenden R, Bakhos Y. A preliminary study of posteruptive maturation of teeth in situ. Caries Res 16: 243-248, 1982.

  9. Carlos JP, Gittelsohn AM. Longitudinal study of the natural history of caries-II. A life-table study of caries incidence in the permanent teeth. Arch Oral Biol. 10: 739-751, . 1965.

  10. Carvalho JC, Ekstrand J, Thylstrup A. Dental plaque and caries on occlusal surfaces of first permanent molars in relation to stage of eruption. J Dent Res 68:773-779, 1989.

  11. Cortes de Moreno A, Fernández CD, Acevedo AM. Prevalence of dental caries in school population in Caracas Metropolitan area. J Dent Res 76(5): Abstract 104, 1997.

  12. Contreras MA. Fluoruración de acueductos y la salud de los niños. VI Convención de Clubes Escolares de Nutrición. Caracas, Venezuela, 1952.

  13. Cordova Y. Estudio del perfil salud enfermedad bucal de la zona de Zuata, Distrito Sanitario N° 6, Estado Anzoátegui. Tesis de Maestría, Facultad de Odontología, Universidad Central de Venezuela, Caracas, Venezuela, 1987.

  14. Cova Rey R, Lozada I. Estudio para la planificación integral de la Odontología en Venezuela. Area de salud oral. Publicación oficial del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social 1967-1972. Departamento de Odontología Sanitaria, p 25-36, 1972.

  15. Downer DC. Time trends in caries experience of children in England and Wales. Caries Res 26:466-472, 1992.

  16. Driscoll WS, Nowjack-Raymer R, Selwitz RH, Li SH, Heifetz S. Additive effects of fluoride tablets and fluoride mouthrinses, 8 year findings. J Dent Res 70 (SI) Abstract 743, 1991.

  17. Estupiñan S, Baez R, Sutherland B, Horowitz H, Warpeha R, Marthaler T. Impact of salt fluoridation in preventing caries in Jamaica. J Dent Res 75(SI) Abstract 997, 1996.

  18. Featherstone JDB, O'Really MM, Shariati M, Brugler S. Enhancement of remineralization in vitro and in vivo. In: Factors relating to demineralization and remineralization of the teeth. p 91-98. Leach SA Editor. Oxford IRL Press,. 1986.

  19. Fejerskov O, Yanagisawa T, Tohda H, Larsen MJ, Josephen K, Mosha HJ Posteruptive changes in human dental fluorosis - a histiological and ultrastructural study. Proc Finn Dent Soc 87: 607-619, 1981.

  20. Fernández CD, Acevedo AM, Escalona LA, Premoli de Percoco G. Epidemiological study of dental caries in pre-school and school (age) venezuelan children. J Dent Res 70(SI) Abstract, 317, 1991.

  21. Fernández CD, Acevedo AM, Rivera H, Carter-Bartell PM. Caries experience in primary dentition in 6 and 9 years old venezuelan children. J Dent Res 71(SI) Abstract, 1687, 1992.

  22. Gelhard TBF. Remineralization of human enamel in vivo. Tesis the Netherlands, 1982

  23. Gómez E. Prevalencia de caries en niños escolarizados en la zona Metropolitana de Caracas y Departamento Vargas. Mimos de OPS/OMS, 1984.

  24. Gómez E, Fernández CD, Peña N, González R, Acevedo AM Educative and preventive program in elementary school in Venezuela. J Dent Res 76(5): Abstract, 110, 1997.

  25. Harding AM, Zero DT, Featherstone JDB, McCormack SM, Shields CP, Proskin HM. Calcium fluoride formation on sound enamel using fluoride solution with and without lactate. Caries Res 28: 1-4, 1994.

  26. Hargreaves JA. Water fluoridation and fluoride supplementation: Consideration for the future. J Dent Res 69 (SI): 765-770, 1990.

  27. Horowitz HS. The effectiveness of community water fluoridation in the United State. J Public Health Dent 56(5): 253-258, 1996

  28. Klein H and Palmer LE. Studies in dental caries1. Dental status and dental needs of elementary school children. Publ Health Rep 53: 751-765, 1938.

  29. Kunzel W. Systemic use of fluoride- other methods: Salt, sugar, milk etc. Caries Res (suppl):16-22, 1993.

  30. Maldonado A, Rodríguez AM, Dunipace AJ, Stookey GK. Mineral content in Human enamel induced by fluoridate dentifrices. J Dent Res 75(SI) Abstract 2320, 1996.

  31. McCann HG. The solubility of fluorapatite and its relationship to that of CaF2. Arch Oral Biol 13: 987-1001, 1968.

  32. Mandel ID. Caries prevention: Current strategics, new directions. JADA 127: 1477-1877, 1996.

  33. Mejias R, Espinal F, Velez H, Aguirre M Estudio sobre fluoruración de la sal. VIII. Resultados obtenidos de 1964 a 1972. Boll Of Sanit Panan 80:67-80, 1976

  34. Mijares A. Aspectos Odontológicos. División de Investigaciones Biológicas, Departamento de Odontología, Fundacredesa, 1995.

  35. Ministerio de Sanidad y Asistencia Social. Estudio epidemiológico de caries dental. División de Salud Oral, 1964.

  36. Murray JJ, Rugg-gunn AJ, Jenkins GN. Fluorides in caries prevention. Cap. 9, p. 127-160. Part of read international books, 3th edition. Oxford., 1991.

  37. Murray JJ, Rugg-Gunn AJ. Fluoride and dental caries. 2nd edition, Bristol John Wright & Sons, Ltd, London, England, 1982.

  38. Nuñez A. Investigación sobre la prevalencia de caries dental en Ciudad Bolivar previo a la fluoruración de las aguas en esa localidad. Mimos Ministerio de Sanidad y Asistencia Social. División de Salud Oral, Caracas, Venezuela, 1971.

  39. O'Mullane DM. The future of water fluoridation. J Dent Res 69 (SI):756-759, 1990.

  40. Rodríguez AM, Acevedo AM. In vitro effects of fluoride containing dentrifices availables in Venezuela in remineralization of enamel artificial caries like-lesion. J Dent Res 76(5): Abstract 111, 1997.

  41. Ronson GE, Crilaers PJA, Ibikunle SAJ, Pinto VG,Ross CV, Sardo Infirri J. Changing patterns of oral health and implication for oral health manpower. Int Dent J 35:235-251, 1985.

  42. Roz B, Alcala L, Rivera L. Estudio epidemilógico del Estado Nueva Esparta. Distritos 1,2,3 y 4. Mimos División de Salud Oral, Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, 1988.

  43. Silva I. Estudio epidemiológico en la población del estado Merida, Distrito Sanitario Lagunillas. OPS/OMS, 1993.

  44. Saez F. Estudio epidemiológico de caries dental en Zaraza Estado Guarico. Mimos División de Salud Oral, Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, 1994.

  45. Stookey GK. Critical evaluation of the composition and use of the topical fluoride. J Dent Res 69 (SI): 805-812, 1990.

  46. Vanegas Espinoza W. Estudio del perfil epidemiológico bucal del distrito Maracaibo, Zulia. Acta Odontol Venez (Numero especial): Resumen 18, 1989.

  47. Watson GE, Meyerowitz C, Chuno CA, Zdanowicz JD. Fluoride distribution from an intraoral fluoride-releasing devise in xerostomic subjects. J Dent Res (SI) Abstract 995, 1996.