Secciones Fijas

Augusto Pinaud: retrato de juventud

Dr. Jesús Saturno Canelón1

RESUMEN

Al describir la preparación de una microbiografía del Dr. Augusto Pinaud para el Diccionario de historia de Venezuela, el autor comprueba la conveniencia de dudar ante los curriculum vitae, y de compensar esa duda mediante la investigación en otras fuentes.

En este caso, ello permite una mirada a la juventud del biografiado - omitida en aquel documento - que enriquece notablemente su riqueza histórica.

ABSTRACT

In preparing a small biography of Augusto Pinaud for the Venezuelan History Dictionary, the author has to research both his curriculum vitae and other sources.

This accounts for facts early in his life that makes his historic presence even more important.


  1. Profesor titular, Facultad de Odontología de la Universidad Central de Venezuela.
Augusto Pinaud: retrato de juventud
Augusto Pinaud

El vocablo latino curriculum vitae significa curso de la vida. Un diccionario lo describe como "Conjunto de datos relativos al estado civil, la situación y el historial profesional de un candidato", y una vieja enciclopedia le asigna el sinónimo de biografía, sin dudas, bastante exagerado.

En efecto, visto desde los actuales territorios de Clio, el solo ajuar de ropa planchada constituido por la suma de credenciales y otros logros, y la paralela omisión de datos menos relevantes o inconvenientes que suelen caracterizar a un curriculum vitae, difícilmente encajaría en el género histórico de la biografía, la cual -según Leon Halkin- debe estudiar, junto al individuo, a su época y su medio. Según él, "la biografía es el relato de un personaje que lleva los vestidos de su tiempo, y que se destaca sobre un fondo que es su tiempo mismo*1.

Aunque breve, creo que esa comparación entre ambos conceptos me da suficiente soporte para entrar en la materia del presente trabajo, el cual realiza un viaje desde lo que alguna vez debió ser el curriculum vitae de un hombre bueno, hasta el primer esbozo de su biografía, esbozo que luego debí adecuar a los límites espaciales de un portentoso diccionario.

A finales de 1993 recibí el encargo de escribir, en una cuartilla, la biografía del odontólogo Augusto Pinaud, para la segunda edición del Diccionario de Historia de Venezuela, la hermosa iniciativa de la Fundación Polar. En la década de 1950 yo había escuchado elogiosos conceptos sobre la bonhomía y laboriosidad del doctor Pinaud, de boca de varios compañeros de mi promoción que trabajaban con él en el Servicio Odontológico de la Cruz Roja. Fue uno de ellos -el Dr. Jesús Romero Guzmán- quien me proporcionó la primera bibliografía sobre el personaje, proveniente de dicha institución. Antes de recibir ese material, lo único que yo había averiguado era la fecha del grado de Augusto (1902) y la existencia de otro Pinaud dentista: su padre Ernesto, graduado en 18842. Munido de tan escasos datos comencé a estudiar la información de la Cruz Roja.

Algo que pensé me facilitaría el trabajo fue una nota con el título de "Augusto Pinaud" que, a manera de curriculum vitae comentado, había sido publicada en 1963, dos años después de su muerte3. Sin embargo, la cosa no resultó tan sencilla.

En efecto, aunque no fuera esa la intención de su autor, dicho texto parece dividir la vida de nuestro biografiado en dos etapas netamente diferenciadas por su metodología: mientras la primera apenas anota una fecha y navega en la imprecisión, la segunda inscribe nueve referencias temporales y abunda en datos concretos.

En todo caso, según dicha nota, los dos períodos socialmente importantes de la vida de Augusto Pinaud serían: uno desarrollado en Demerara (Guayana Británica) durante un lapso no precisado, y el otro en Caracas, entre 1918 y 1961, año de su muerte. Es este último el que mejor nos muestra el rasgo que marcó su vida: una honda sensibilidad social expresada en actividades a favor de los sectores más necesitados. Dentro de ese período, la nota registra datos precisos al respecto, así como sus bien ganados reconocimientos dentro de dos instituciones benéficas: la Gota de Leche y la Cruz Roja nacional e internacional Allí se citan hechos como su búsqueda de recursos para enfrentar los estragos de la "gripe española" y la participación como miembro de la Junta Administradora de la Gota de Leche, en 1918; su condición de componente del equipo reorganizador de la Cruz Roja y portador de auxilios para los damnificados del terremoto de Cumaná, en 1928, y sus designaciones como Consejero Vitalicio de la Cruz Roja Venezolana en 1935, Presidente de la misma en 1937-38 y Director de la Cruz Roja Juvenil desde 1937, además de varios galardones latinoamericanos y nacionales en 1944, 1947 y 1952, así como designaciones con su nombre a una biblioteca en Upata, al ala derecha del Hospital "Carlos J. Bello" y a promociones de enfermeras e higienistas dentales.

Vemos así como la acuciosidad que iluminó el recuento de quehaceres y logros de la segunda etapa, no alumbra el relato de la primera. En ésta hay notables vacíos y aparentes transposiciones que debí indagar a través de otras fuentes.

Para explicar mejor la necesidad de esa búsqueda, copio de seguidas la breve descripción de la primera etapa contenida en la nota antes citada:

"Este ilustre venezolano nació en Guasipati, Estado Bolívar, el año 1874. Estudió Odontología en la Universidad Central de Venezuela y, después de graduado, ejerció esta profesión en Caracas y en Demerara (Guayana Británica) adonde lo llevó su designación como Adjunto al Consulado de Venezuela. Sus servicios diplomáticos fueron reconocidos por el Gobierno al concederle el Busto del Libertador en Cuarta Clase, por el minucioso examen de los archivos de la Colonia que aportó valiosos datos para la demarcación de los límites entre Venezuela y la Guayana Inglesa."

Obsérvese que, al contrario del detallado recuento de fechas de la segunda etapa, en ésta, la única que aparece es la del nacimiento, en 1874. Desde entonces hasta 1918, se omiten las de su graduación, de su nombramiento diplomático, del lapso en ejercicio de ese cargo, de su condecoración y su regreso a Venezuela.

Salvo el año del grado (1902) que conseguí previamente, había que buscar en otras fuentes para llenar esos vacíos y lograr que el personaje "aterrizara" en la época y medio de su juventud. El Diccionario Biográfico de Venezuela de 19534 apenas añadió el cargo de Secretario de Gobierno de Nueva Esparta, en 1937, y su breve pasantía como Presidente (Encargado) en dicho Estado. Además, precisó la fecha de su nacimiento (9 de octubre de 1874) y de sus funciones en la Gota de Leche (1917-1924), así como los nombres de sus padres (Ernesto Pinaud y Eleuteria Lezama de Pinaud) y de sus hijos: Federico y Margarita.

Mejor suerte tuve en el Archivo de la Cancillería. Allí conseguí materiales muy importantes en dos legajos titulados Orden Busto del Libertador.(Años 1891-93) y Gran Bretaña. Correspondencia con los cónsules de Venezuela en Demerara (1890-1910). Con ellos pude percibir como la biografía juvenil de Augusto acompañó fielmente a la madurez de su padre, y no solo en el campo profesional.

Del primer legajo obtuve la fecha de su condecoración: había sido el 19 de abril de 18935. En el segundo pude leer 24 informes manuscritos; veinte firmados por Ernesto Pinaud (Cónsul a partir del quinto) y cuatro por su hijo6. El primero data del 18 de mayo de 1893, es decir, un mes después de la condecoración de Augusto. Las fechas anotadas hasta aquí (del nacimiento, la condecoración y el primer informe) me permitieron llegar a tres conclusiones tentativas: 1) Que la condecoración fue obtenida antes de asumir el cargo de Adjunto al Consulado, 2) Que nuestro biografiado debió llegar a Demerara mucho antes de abril de 1893 para poder realizar el estudio que le ganó ese reconocimiento, y 3) Que otro mérito de Augusto Pinaud (también omitido en el curriculum vitae) había sido recibir dicha distinción a los 18 años de edad.

La primera de esas conclusiones se afirmó gracias a una visita posterior al Archivo de la Cancillería, cuando fue posible precisar que su designación como Adjunto al Consulado se produjo en agosto de 18967, más de tres años después de obtenida la Orden "Busto del Libertador". El cargo de su padre databa de septiembre de 18938.

La cronología de esos acontecimientos y el texto de las cartas (en especial las cuatro primeras, que aún no tenían el membrete del consulado) alimentan la conjetura de que aquella distinción fuera por labores de inteligencia en favor de su país (entre ellas el estudio de los archivos de la Colonia) hecho que si bien multiplica los méritos de Pinaud, no permite comprender las razones de su ocultamiento, medio siglo después, tras el eufemismo de "servicios diplomáticos", así como con la omisión de la fecha de la condecoración.

Aquí es oportuno hablar brevemente de la delicada situación fronteriza existente cuando la familia Pinaud estuvo en Demerara. Desde 1870 Inglaterra venía aumentando su penetración en el territorio venezolano al oeste del río Esequibo. Los británicos hacían caso omiso a la propuesta de arbitraje hecha por Venezuela, y para 1886 ya pretendían apoderarse del rico territorio aurífero del Yuruari hasta las cercanías de Upata, es decir, de la sexta parte del país9. De esas penetraciones en la década del 1890, y de las posibles medidas para controlarlas hablaban con frecuencia las cartas de los Pinaud que analizaremos brevemente a continuación. Después, en 1899, se produjo el tramposo laudo arbitral de París promovido por los Estados Unidos, que favoreció a Inglaterra y arrebató más de 140.000 Km. cuadrados a Venezuela.

Vayamos, pues, a las cartas. La primera (del 18 de mayo de 1893, firmada por Ernesto Pinaud) comienza con un ingenuo pero sugestivo encabezamiento escrito a mano -Ajencia Confidencial de los E.E.U.U. de Venezuela en Demerara (sic) - que da fuerza a la conjetura sobre labores de inteligencia antes señalada. Aunque sin entrar en detalles, allí se denuncia el mal comportamiento del Cónsul venezolano Krogh y del señor F. Garcira (Inspector del río Cuyuní y sus afluentes), se informa sobre la cantidad de oro llegada de la zona en disputa, y de la fundación de una compañía para explotar una mina de cuarzo en el río Demerara. En la segunda comunicación (9 de junio de 1893) se renueva la crítica a F. Garcira (Encargado del Consulado) por haberse ido a Ciudad Bolívar dejando la oficina en manos del "portugués bebedor" dueño de una taberna ubicada en la misma casa donde la representación consular funcionaba. Envía periódicos y nuevos datos sobre la llegada quincenal de oro.

En general, casi todas las restantes comunicaciones, antes y durante el consulado de Ernesto Pinaud, mezclaban informaciones clasificables como de Inteligencia con otras propias de dicho cargo (comercio exterior, fundación de empresa mineras, extracción quincenal y anual de oro, etc.). Citaremos solo algunos ejemplos del primer rubro, indicando la fecha de la comunicación respectiva:

  • 7 de agosto de 1893 - Se plantea la conveniencia de establecer una estación venezolana en el río Acarabisi, cuya margen derecha ya está tomada por los ingleses. Transmite, además, noticias llegadas de Nueva York, sobre la formación de un Comité Revolucionario donde figuran los señores Monagas, Sarría y Duarte Level, con posibles ramificaciones en Trinidad y Curazao.
  • 22 de agosto de 1893 - Informa del abastecimiento de víveres y fuerzas llevado a la estación inglesa del Yuruari.
  • 4 de noviembre de 1893 - Habla del movimiento de personal policial inglés hacia el Cuyuní y de la apertura de un nuevo distrito minero en su margen derecha.
  • 5 de diciembre de 1893 - Reseña el movimiento de venezolanos en la región: F. Garcira, general Daniel Briceño y Juan Signarini.
  • 8 de febrero de 1894 - Informa de una nueva penetración inglesa en territorio venezolano.

Las actividades de Ernesto y Augusto Pinaud en la Guayana Británica abarcan los períodos presidenciales de Joaquín Crespo (1892-94 y 1894-98) e Ignacio Andrade (1898-99), el cual fue derrocado por Cipriano Castro en octubre de este último año 10Acerca de la formación profesional de Augusto, todo nos conduce a inferir que -como era frecuente entonces- durante ese extenso período en la Guayana Británica, aprendió y practicó la dentistería al lado de su padre. No pudo ser de otra manera, ya que la primera escuela dental venezolana, creada en junio de 1897 e instalada en la UCV en noviembre de 1898, no llegó a funcionar por falta de recursos y de reglamentación oficial. Para resolver provisionalmente ese problema, en diciembre de 1900 el Ministro de Instrucción Pública autorizó al Consejo de Médicos de la República para verificar los exámenes correspondientes11. A esa resolución debió acogerse Augusto en 1902, cuando ya había regresado a su país.

También por esa época (1895 -1910) la economía venezolana se vio afectada por una crisis ligada a la depreciación de sus principales rubros de exportación: cacao, café y ganado en pie12. Algunas de otras catorce cartas halladas en el "Índice General de Gran Bretaña" revelan los efectos de esa coyuntura en el Consulado de Demerara:

  • En 1897, el Banco de Venezuela de Ciudad Bolívar retiene algunos sueldos de ambos funcionarios;
  • En marzo de 1898, Ernesto Pinaud, enfermo en Caracas, pide al Ministerio de Relaciones Exteriores que autorice a su hijo para que ocupe su cargo, mientras él se recupera.
  • Dos meses después, dicho despacho elimina el cargo de Adjunto al Consulado por reajuste presupuestario, y en julio Augusto recibe un sueldo reducido en 20%.
  • El 11 de abril de 1899, ya en Caracas, el ex-Adjunto reclama al Ministerio sus sueldos atrasados y el viático de su regreso.

Ocho meses más tarde, el 16 de diciembre de 1899, Raimundo Andueza Palacio, Ministro de Relaciones Exteriores en el recién instalado gobierno de Cipriano Castro, le informa a Ernesto Pinaud, de nuevo en Demerara, que "el gobierno anterior, en atención al mal estado del tesoro público" suspendió el sueldo de los funcionarios consulares "lo que no obsta para que la administración actual se ocupe de regularizarlos hasta donde fuere posible". Sin embargo, ese mismo diciembre fue nombrado un nuevo Cónsul: el señor Juan Arcia. Cinco meses después, desde Caracas, Ernesto Pinaud reclamaba sus sueldos atrasados, exigencia que planteó una vez más en junio de 1901.

La última carta de Augusto Pinaud contenida en el "Indice de Gran Bretaña", está fechada en Caracas el 20 de junio de 1904 y dirigida al Ministro; allí expone las razones para que el Despacho cancele los sueldos atrasados de su ya desaparecido progenitor: "Durante varios años mi finado padre se desempeñó en Demerara en una época especialmente laboriosa (...) por ventilarse entonces el asunto de los límites con la Guayana Británica, lo que motivó grandes investigaciones en los archivos de la Colonia, como también constantes y minuciosos informes sobre la usurpación llevada a efecto por las autoridades inglesas"13.

A medida que avanzo hacia el final de este relato, de nuevo asoman las dudas que me acompañaron desde mi primera visita al Archivo de la Cancillería. Es evidente que el autor de la nota sobre Pinaud publicada en 1963, debió basarse en un currículum vitae más o menos reciente. Entonces, ¿Por qué quien redactó con notable rigurosidad la cronología de sus actuaciones a partir de 1918, no hizo lo mismo con el lapso 1892-1902?

Esta pregunta reapareció con más fuerza cuando leí una información titulada "El Dr. Augusto Pinaud en Upata"14, donde se comentaba su viaje al Estado Bolívar el 8 de mayo de 1953, en funciones de Director de la Cruz Roja Juvenil. Allí visitó, entre otras nstituciones locales, el Comedor Popular, el Centro Comunal, la Unidad Sanitaria, la Biblioteca "Augusto Pinaud" y la Cruz Roja upatense, donde, por cierto, fue recibido por su Director, Dr José Luis Canelón, desaparecido Individuo de Número de esta Sociedad. Al día siguiente, Pinaud aprovechó para visitar Guasipati, su pueblo natal, del cual dijo estar ausente desde hacía sesenta y cinco años. Es decir, que había partido (hacia Caracas, imagino) en 1888, a los catorce de edad. Cuatro años más tarde iba a estar en Demerara estudiando los archivos de la colonia británica, donde permanecería hasta 1898... ¿Podría haber olvidado todos los detalles de aquel período por efectos de la edad? Digamos que el olvido es una hipótesis para responder a mis dudas.

Otra sería la omisión intencional -propia de todo curriculum vitae- de algunos hechos considerados inconvenientes, mediante una descripción muy vaga de la etapa. En este caso se trataría de evadir las citas de fechas claramente contradictorias referidas a los binomios condecoración (1893) - ingreso al cuerpo consular (1896) y práctica profesional en Demerara (antes de 1899) - graduación (1902). Vista desde nuestros días, tal actitud puede parecer ingenua. Sin embargo, mirada con los ojos de un anciano que hace medio siglo era reconocido por su bondad y rectitud, quizá resulte comprensible. En efecto, a su juicio, las labores de espionaje y el ejercicio empírico de la odontología bien pudieron ser percibidos como actividades que no armonizaban con más de media vida plena de virtudes.

Aquí vale la pena que volvamos a la comparación anotada al comienzo, entre el uso de la "ropa planchada" para el curriculum vitae y la definición de Halkin sobre la biografía como "relato de un personaje que lleva los vestidos de su tiempo, y que se destaca sobre un fondo que es su tiempo mismo".

Hipótesis aparte, debemos convenir en que hay un notable contraste entre el Augusto Pinaud apacible de la madurez y este recuperado aunque incompleto retrato de sus años mozos, cuando escrutaba archivos y vigilaba los movimientos y artimañas del enemigo que terminaría por usurpar lugares y riquezas de la Guayana donde había nacido. Sin embargo, ambas imágenes tienen un área de contacto, un punto en común: el amor a su país. El juvenil amor a la patria agredida por la trapacería imperial, y el sereno amor senil a los pequeños hijos de la tierra que ya lo esperaba. Describámoslo con palabras del doctor Pedro J. Alvarez: "Un hombre así no podía actuar sino al lado de los niños. Era en el ambiente de la juventud donde Augusto Pinaud podía encontrar campo propicio para echar a andar el generoso empeño que lo animaba.(...) Su risa se hacía entonces mas fresca, sus ojos brillaban con mejores luces y sus músculos adquirían esa fortaleza que solo puede lograrse cuando se va por buena ruta y se goza hasta con las más sencillas nimiedades."15

No en balde, la principal distinción que otorga la Cruz Roja Venezolana lleva el nombre de Augusto Pinaud.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

  1. L. Halkin: Iniciación a la crítica histórica, p.p. 67-69.
  2. F. Febres-Cordero: Historia de la Facultad de Odontología de la U.C.V. Tomo 1, p.p.
  3. "Augusto Pinaud", 1863-1963. Orientaciones sobre la Cruz Roja Juvenil Venezolana.
  4. "Pinaud Lezama, Augusto", Diccionario Biográfico de Venezuela, 1953.
  5. "Orden Busto del Libertador" (1891 - 1893). M.R.E., Archivo.
  6. "Gran Bretaña. Correspondencia con los Cónsules de Venezuela en Demerara" (1890 - 1910). Tomo XXII, Vol. 63. M.R.E., Archivo.
  7. "Indice General de Gran Bretaña", vol. 19, f. 1-24. M.R.E., Archivo.
  8. Ibidem, vol. 18, f. 247-86.
  9. J.L. Salcedo Bastardo: Historia Fundamental de Venezuela, p. 496.
  10. O.E. León: Agenda Histórica de Venezuela, p.p. 75-76.
  11. F. Febres-Cordero: Op. cit., p.p.
  12. J.L. Salcedo Bastardo: Op. cit., p. 478.
  13. "Indice General de Gran Bretaña", vol. 19, f. 24.
  14. "El Dr. Augusto Pinaud en Upata", Cruz Roja Juvenil Venezolana, No. 16, marzo-junio 1953.
  15. "Augusto Pinaud", 1863-1963. Orientaciones sobre la Cruz Roja Juvenil Venezolana.